Economía

El Consejo General de Economistas mantiene su previsión de crecimiento para 2022 entre el 3,7% y el 3,9%, a tenor del ligero crecimiento del primer trimestre que ha sido del 0,3%

Viernes 29 de abril de 2022
El consumo de los hogares se ha reducido un 3,7%, mientras que las exportaciones han crecido un 3,4%. Las expectativas respecto al trimestre actual están mejorando. Hay un cierto optimismo debido fundamentalmente al buen comportamiento del turismo en la pasada Semana Santa. id:83462

Los datos adelantados de contabilidad nacional correspondientes al primer trimestre publicados por el INE reflejan que el PIB ha crecido en el trimestre el 0,3% y en tasa interanual el 6,40%, lastrado fundamentalmente por la contracción de la demanda interna y en especial del Consumo de los hogares que se ha reducido un 3,7%. La evolución de los principales indicadores ha sido la siguiente:

PRIMER TRIMESTRE 2022 (A)

Tasa variación Intertrimestral %

Tasa variación Interanual %

PIB

0,30

6,40

CONSUMO TOTAL

-2,30

2,40

CONSUMO HOGARES

-3,70

3,10

FORMACION BRUTA CAPITAL

2,40

6,70

DEMANDA NACIONAL

-1,20

3,30

EXPORTACIONES

3,40

20,80

IMPORTACIONES

-0,50

12,10

Las exportaciones están teniendo un buen comportamiento. Según el INE, en el primer trimestre se han incrementado el 3,4% y en tasa interanual el 20,80%, mientras que las importaciones han tenido una variación negativa del 0,5%. La paridad del dólar con el euro (1,07 $/€) favorece las exportaciones, pero, sin embargo, encarece las importaciones sobre todo de materias primas como el petróleo que cotizan en dólares.

En España, el IPC adelantado de abril, aunque refleja una cierta moderación, dado que los precios han bajado el 0,1% respecto a marzo, y un punto y medio en tasa interanual, 8,4% frente al 9,8% de marzo, la inflación subyacente ha aumentado un punto hasta situarse en el 4,4 %, que, de confirmarse, sería la más alta desde diciembre de 1995. Este incremento de la inflación subyacente tiene una incidencia en la demanda interna debido a la pérdida del poder adquisitivo por la elevación de los precios unido al efecto de la imposición indirecta. Nuestra estimación es que a final de año la inflación se sitúe entre el 5-5% de media.

Estos condicionantes, como el ligero crecimiento del PIB en el primer trimestre que ha sido del 0,3% –fundamentalmente con una contracción del consumo de los hogares–, la leve moderación del IPC, el aumento de la inflación subyacente en un punto, la incertidumbre por la guerra de Ucrania, y los riesgos aún existentes de nuevo brotes por la COVID-19, hacen que mantengamos nuestra previsión de crecimiento entre el 3,7 y el 3,9%, ya revisados el mes anterior. Hay que mencionar que el Gobierno ha revisado sus previsiones macroeconómicas y ha previsto un crecimiento para 2022 del 4,3%.

Aunque el Índice de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA) correspondiente al segundo trimestre ha descendido un 4% respecto al trimestre anterior, hay que reseñar que el sector del transporte y hostelería ha registrado un aumento del 0,8%. Esto puede ser debido al buen comportamiento del turismo en este mes de abril, por la campaña de Semana Santa.

Las expectativas respecto al trimestre actual están mejorando. Hay un cierto optimismo debido fundamentalmente al buen comportamiento del turismo en la pasada Semana Santa, en tasas similares a 2019, que suponen un gran impulso positivo para el consumo y el crecimiento. Esto hace pensar que, si las expectativas de turismo para el verano se mantienen, siempre y cuando no haya un repunte de contagios del COVID 19, se podría volver a la situación anterior a la pandemia, con los efectos que tiene en el crecimiento dado el peso del sector turístico en el PIB español. Por otra parte, el hecho de que se alargue más de lo previsto inicialmente la guerra de Ucrania está generando distorsiones tanto en la oferta como en la demanda y con un gran efecto en las economías europeas y española.

El Flash del Índice PMI de la Zona Euro de S&P Global correspondiente refleja, en su informe de abril, que el crecimiento económico de la zona euro se ha acelerado (55.8 frente a 54.9 en marzo) gracias a que el repunte de la demanda de servicios (57.7 frente a 55.6 en marzo) contrarresta la casi paralización del sector manufacturero, (55.3 frente a 56.5 en marzo) pero los precios están aumentando a un ritmo récord que se repercute a los clientes, generando una presión inflacionista.

La Encuesta de Población Activa del primer trimestre, publicada por el INE, refleja que el número de ocupados ha disminuido en 100.200 personas en el primer trimestre respecto al trimestre anterior (–0,50%) de los que 92.900 personas corresponden al sector privado y en 7.400 al público. Por tanto, el número de ocupados se ha situado en 20.084.700 personas y el de parados en 3.174.700 tras el incremento de 70.900 personas en el trimestre. La tasa de paro se ha situado en el 13,65%, 32 centésimas más que en el cuarto trimestre de 2021 (13,33%), pero 2,33 puntos menos que hace un año (15,98%). Nuestra estimación es que la tasa de paro se reduzca en los meses de verano, pero se mantenga en niveles entorno al 13,5% a final de año.

Como hecho positivo, se han incrementado los asalariados con contrato indefinido en 164.100 personas, mientras que los que tienen contrato temporal se reducen en 209.800. Por tanto, la tasa de temporalidad disminuye 1,17 puntos, hasta el 24,21%.

El anuncio del Banco Central Europeo del cese de la compra de activos en junio y el posterior aumento gradual de los tipos de interés, puede provocar una subida de los tipos de interés de la deuda, y un incremento de la prima de riesgo. La deuda pública de España del Estado se situó en marzo de este año en 1.274 miles de millones euros según el Protocolo de Déficit Excesivo, por lo que el incremento del coste de la misma tendría un efecto inmediato en el gasto público. Es por ello fundamental el control de la deuda pública y del déficit público ante las previsibles subidas de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo.

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