Tanto el sector pesquero andaluz como la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible entienden que esta excepcionalidad origina un agravio que sufren los mariscadores de chirla que ejercen su actividad en Andalucía en comparación con los italianos, que llevan ya años disfrutando de una concesión especial para poder capturar ejemplares de menor tamaño y podrían continuar así en 2023.
Desde Andalucía se apunta a la necesidad de que las restricciones o concesiones que se aprueben en el ámbito comunitario vayan acompañadas de informes científicos que las avalen para evitar que se amparen situaciones excepcionales sin justificación. La situación de desventaja en los mercados que padece la flota andaluza está poniendo en riesgo el futuro de los mariscadores de la chirla, como así advierte la propia Federación Andaluza de Cofradía de Pescadores.
Asimismo, la administración autonómica confía en que desde el Ministerio de Agricultura se dará traslado a la UE de los perjuicios que supondría para los mariscadores andaluces la decisión de ampliar, por tercera ocasión, el permiso para que la flota italiana pueda seguir extrayendo chirlas de menor tamaño de la establecida en España.