Economía

La Ley de Segunda Oportunidad permite empezar de cero

Red Econ | Miércoles 04 de mayo de 2022
La Ley de Segunda Oportunidad es un mecanismo legal mediante el cual los particulares y autónomos pueden renegociar, e incluso eliminar, sus deudas de forma total o parcial. id:83593

Como cabe imaginar, se deben cumplir una serie de condiciones para que esto sea posible, la primera de ellas es demostrar que la persona se encuentra en una situación económica en la que le es imposible hacer frente a los pagos. Gracias a esta ley, es posible superar una mala situación económica provocada por un sobreendeudamiento y empezar de nuevo.

La Ley de la Segunda Oportunidad está pensada para aquellos que hayan tenido problemas con un negocio que no ha ido bien y hayan acumulado una cantidad de deudas insalvables. Se trata de permitir que esas personas puedan volver a empezar desde cero y no tengan que vivir el resto de su vida con un lastre económico que les impida alcanzar una buena calidad de vida.

Existen abogados especializados en este tipo de procedimientos para que sea mucho más fácil conseguir llegar a buen puerto con estas negociaciones, ya que de eso va a depender la liberación total o parcial de la deuda. También es posible acudir a la asociacionafectadosporladeuda.org e informarse de cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad (LSO), los requisitos que se deben cumplir, así como otras situaciones de sobreendeudamiento, embargos...

Ley de la Segunda Oportunidad, un mecanismo popular en Europa

Tal y como se recoge en la legislación española desde julio de 2015, con la publicación de la LSO, todo el mundo merece una segunda oportunidad. Esta ley modificó la Ley Concursal ofreciendo, tanto a particulares como a autónomos, una serie de facilidades para dejar atrás una mala situación económica sin perjudicar a nadie. Hay que dejar claro que no se trata de una herramienta para evitar pagos, sino que está dirigida a aquellos que, teniendo una buena trayectoria como pagadores, en un determinado momento están pasando por una mala racha que les impide afrontar sus deudas.

Principalmente, lo que se pretende con esta ley, es buscar un equilibrio entre deudores y acreedores con la renegociación de la deuda. Llegando a un acuerdo de exoneración si realmente existe una incapacidad para asumirla.

Se trata de una herramienta muy popular en el resto de Europa, pero que en España es aún poco conocida. Por ejemplo, en el año 2018, tres años después de su implantación en este país, tan solo unas 1500 personas se acogieron a esta ley, frente a los más de 100.000 casos anuales de países como Francia o Alemania.

Es importante, por tanto, dar a conocer este mecanismo que puede cambiar muchas vidas, pues si ya es difícil empezar de cero, se hace imposible hacerlo con una cantidad importante de deuda acumulada por el fracaso de una gestión anterior.

Requisitos para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad

Como se ha comentado con anterioridad, con esta Ley no se pretende que los deudores dejen de pagar, sino que solo es un mecanismo para aquellos que aunque cuentan con un buen historial crediticio, ahora están pasando por una mala situación financiera que les impide seguir siéndolo. Por este motivo, y para evitar fraudes, hay que cumplir una serie de requisitos estrictos para poder beneficiarse de la LSO.

Para que un particular o un autónomo pueda acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad y empezar de cero, debe cumplir las siguientes premisas:

En primer lugar, las deudas acumuladas no pueden superar los cinco millones de euros y debe de existir más de un acreedor pendiente de pago.

En segundo lugar, no puede tener patrimonio para poder asumir los pagos pendientes y debe ser deudor de buena fé, demostrando su honradez durante todo el proceso.

En tercer lugar, el deudor debe probar que no tiene ingresos para hacer frente a los pagos, no habiendo rechazado una oferta laboral, que se ajuste a sus capacidades, en los últimos cuatro años. Del mismo modo, el interesado no podrá haberse beneficiado de esta ley en los últimos diez años.

En cuarto lugar, se debe comprobar y verificar que el deudor ha intentado, con anterioridad, llegar a un acuerdo extrajudicial con los acreedores y que no ha sido declarado culpable en un concurso de acreedores.

Por último, no debe existir sentencia firme por delitos contra el orden socioeconómico, el patrimonio, los derechos de los trabajadores, falsedad documental, Hacienda Pública o la Seguridad Social.

Se puede concluir, por tanto, que la Ley de Segunda Oportunidad puede ser muy beneficiosa para muchos autónomos y familias que están atravesando una mala situación económica, pero no deja de ser un procedimiento complicado para asegurarse de que solo se aplica en los casos en los que es imposible hacer frente a la deuda y así evitar que se convierta en un arma de doble filo para dejar de pagar. De este modo, no produce indefensión a los acreedores.

Por este motivo, para aquellos que quieran dejar atrás sus deudas pasadas y empezar de cero, lo mejor es buscar asesoramiento experto. La Asociación Española de Afectados por la Deuda es una asociación sin ánimo de lucro que ofrece información gratuita a las personas afectadas por sobreendeudamiento, embargos y/o subastas, un buen punto de partida para conocer los derechos que se tienen y saber si es posible aplicar esta ley en un caso en particular.

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