El bono verde preferente no garantizado con un tipo fijo a 6 años por un importe de 500 millones de euros se emitió dentro del programa Euro Medium Term Note de Volvo Cars. El bono vence el 31 de mayo de 2028, paga un cupón fijo del 4,25%, equivalente a 291 puntos básicos por encima del tipo mid-swap y cotizará en la Bolsa de Valores de Luxemburgo. El éxito de la emisión demuestra que sigue habiendo demanda de oportunidades de inversiones sostenibles. Sobre todo, el hecho de que se haya suscrito en exceso tres veces muestra la confianza que los inversores depositan no solo en Volvo Cars, sino también en los planes climáticos de la empresa y en su estrategia de electrificación.
«La sostenibilidad es fundamental para nuestros objetivos y negocios, y es clave para tener éxito en el futuro», señala Björn Annwall, director financiero de Volvo Cars. «El gran interés que ha despertado el bono verde es alentador e indica claramente que el mercado cree en Volvo Cars y en los planes de inversión que hemos elaborado para cumplir nuestros objetivos climáticos. Además, reafirma nuestro compromiso con el Acuerdo de París y nuestra voluntad de convertirnos en una empresa sin impacto sobre el clima». Volvo Cars fue el primer fabricante de vehículos que se comprometió con la electrificación total. Su objetivo para 2030 es vender solo vehículos eléctricos puros. Para mediados de esta década, el plan contempla que la mitad de sus ventas mundiales correspondan a vehículos totalmente eléctricos.
Recientemente, Volvo Cars ha sido reconocida por sus avances en los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG) por Sustainalytics, una de las principales empresas independientes de investigación, calificación y datos de ASG. Volvo Cars fue considerada como una empresa con bajo riesgo de sufrir repercusiones financieras por factores ASG. Sustainalytics destacó especialmente el trabajo de Volvo Cars para gestionar la eficiencia energética y limitar las emisiones de carbono.
En 2020, Volvo Cars estableció un marco de financiación verde, el Green Finance Framework, de acuerdo con los principios de los bonos verdes de la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA). Este marco le permite financiar sus ambiciosos planes climáticos y su estrategia de electrificación a través de la emisión de bonos verdes o la obtención de préstamos verdes, cuyos ingresos se destinarán a proyectos medioambientales y relacionados con el clima. Poco después de la creación de este marco, Volvo Cars colocó con éxito su primer bono verde y recaudó 500 millones de euros de un grupo diverso de inversores institucionales.
«Con los bonos verdes ofrecemos más oportunidades a los inversores», explica Björn Annwall. «Cualquiera puede respaldar nuestros objetivos climáticos y de electrificación convirtiéndose en accionista o haciendo una inversión relacionada con la sostenibilidad a través de los bonos verdes. La comunidad financiera va a desempeñar un papel fundamental para impulsar el desarrollo sostenible y tenemos previsto seguir ofreciendo financiación sostenible y oportunidades de inversión a medida que avancemos hacia la electrificación total».