Sector que aglutina a las empresas fabricantes de material utilizado en la producción, transformación, transporte, distribución, automatización y control de la energía eléctrica. Algunos de los productos fabricados son: transformadores, generadores, cables, conductores eléctricos, cuadros eléctricos, iluminación, pequeño material eléctrico para instalaciones domésticas (clavijas, interruptores, domótica), equipos de ventilación y climatización. id:84406
- En España este sector supone un porcentaje muy bajo del tejido empresarial. Incluye alrededor de unas 2.000 empresas, solo un 0,1% del total de empresas nacionales. Se encuentra entre los tres sectores con menor número de empresas.
- Los productos fabricados se dirigen principalmente a los sectores de construcción y automoción. Sus clientes son, en su mayoría, empresas instaladoras en industrias, infraestructuras y edificación, distribuidores de material eléctrico, fabricantes de maquinaria y proveedores de automoción.
- Alta dependencia del precio de las materias primas, principalmente cobre, plásticos y aluminio.
- Baja flexibilidad en los precios de venta.
CIFRAS CLAVE DEL SECTOR
- Pre-COVID: Sector con tendencia muy positiva a nivel de ventas en los últimos años antes de la pandemia, lo que le ha ayudado a afrontar la crisis del COVID-19 desde una buena posición. Según AFME (Asociación de Fabricantes de Material Eléctrico), en 2019 el sector creció un +5,47% frente al +8,1% en 2018. En 2017, el crecimiento fue del 9,8% (mayor porcentaje de crecimiento de la última década).
- Recuperación de las ventas en 2021: las ventas en 2020 cayeron un -12,44%, volviendo a niveles de 2017. En 2021, las ventas del sector aumentaron un +13,47%, recuperando volúmenes muy parecidos a 2019. La evolución se mantiene al alza en los primeros meses de 2022, con un crecimiento del 11,86% de enero a abril.
- Evolución positiva de las exportaciones, con un aumento del 15,9% en 2021 y un crecimiento esperado del +9.5% en 2022.
- Márgenes fuertemente presionados por la escasez mundial de las materias primas que, además de subir su precio, obliga a tener stocks de seguridad, lo que conlleva costes adicionales. Esto, junto con la dificultad para repercutir la subida del precio de las materias primas y energía en los precios de venta, supone un impacto negativo en rentabilidad.
- Aumento de las necesidades de circulante por el mayor precio de las materias primas y de la energía, y por la necesidad de mantener stocks de seguridad.
- El volumen de insolvencias en el sector ha sido históricamente bajo desde la crisis de la construcción, pero se observa un aumento de la frecuencia concursal en 2021 respecto a 2020, la cual aumenta de 2,3 casos por cada 1.000 empresas, a 5,1. Se encuentra entre los sectores con mayor frecuencia en 2021, detrás de Textil (8,1) y Proveedores de Automoción (6,6), y por encima de la media nacional (2,9).
CONTEXTO
- Rentabilidad muy dependiente del precio del cobre, con una alta volatilidad y fuerte dependencia de la economía china. Fuerte aumento del precio entre abril de 2020 (4.867$/Ton) y diciembre de 2021 (9.970$/Ton), con niveles históricos durante 2021, que llegaron a superar los 10.000$/Ton. El precio más alto desde 2017 había sido de 7.000$/Ton y, durante 2019, se mantuvo entre 5.000$/Ton y 6.000$/Ton. El precio se disparó de nuevo durante el primer trimestre de 2022 por el impacto del conflicto Ucrania-Rusia, llegando a superar de nuevo los 10.000$/Ton. A pesar del ligero descenso desde mediados de abril hasta los actuales 9.400$/Ton, se espera que el precio se mantenga en niveles altos durante todo 2022.
- Rentabilidad también muy impactada por la escasez mundial del resto de materias primas (aluminio y materiales plásticos principalmente) que, además de subir el precio, obliga a tener stocks de seguridad, incrementando también el gasto financiero que representan las compras anticipadas.
- Fuerte impacto del coste de la energía en la fabricación de alambrón de cobre y aluminio.
- Fondo de Recuperación de la UE (Next Generation EU): un fuerte porcentaje de las ayudas recibidas de la UE dentro de este plan de recuperación se destina a actividades muy vinculadas al sector eléctrico, como son todas aquellas relacionadas con la Transformación Digital y la Energía Eficiente y Sostenible.
Se prevé que España reciba de NextGenerationEU 150.000 millones de euros. De estos, más de 82.700 millones de euros serán a fondo perdido y 67.300 millones de euros mediante préstamos. Los primeros 72.000 millones de euros se esperan entre los años 2021-2023. España recibió en 2021 dos fondos por importe total de 19.000 millones de euros y está planeado solicitar fondos por importe de 18.000 millones para 2022 y 17.000 millones para 2023, los cuales tendrán que ser aprobados por la Unión Europea tras confirmar el cumplimiento de los hitos requeridos. Un nuevo fondo de 12.000 millones de euros ha sido solicitado a principios del mes de mayo, estando actualmente pendiente de aprobación por la EU.
El Gobierno de España implementa estas ayudas a través de los PERTEs (Proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica), 9 hasta ahora por importe total de 19.125 millones de euros. Todos ellos impactan en mayor o menor medida al sector de material eléctrico, pero los que tienen un impacto directo más fuerte son: (I) PERTE para el Vehículo Eléctrico y Conectado (4.300 millones de euros), (II) PERTE en Energías Renovables (6.920 millones), (III) PERTE en Digitalización de los usos del agua (1.940 millones) y PERTE Aeroespacial (2.193 millones). Se ha anunciado un nuevo PERTE por valor de 11.000 millones de euros para la Industria de Microchips. Las empresas acceden a estos fondos a través de concursos públicos, subvenciones y ayudas convocadas por las administraciones. No existen datos públicos precisos sobre el importe que ha llegado ya a las empresas a través de estas convocatorias, pero el tejido empresarial transmite retrasos y lentitud en su adjudicación y recepción.
PERSPECTIVAS A CORTO PLAZO
• Oportunidades: para 2022, se espera una evolución positiva de las ventas en el sector, gracias a las oportunidades de crecimiento que ofrece el Fondo de Recuperación de la EU (Next Generation EU), sobre todo en las áreas de eficiencia energética, rehabilitación, energías renovables y vehículo eléctrico.
• Amenazas: (I) la presión en los márgenes continuará, ya que no se espera una bajada del precio de las materias primas (sobre todo del cobre). Las empresas tendrán dificultades para repercutir en los precios de venta. (II) Los problemas de abastecimiento de semiconductores u otros componentes es otra variable a tener en cuenta en la evolución del sector, la escasez continuará en los próximos meses y puede llegar a provocar caídas en los pedidos provenientes de sectores como el de la automoción.
• Previsión: AFME espera que 2022 sea un buen año para el sector, con un crecimiento esperado de las ventas de entre 5% y 10%, pero muy dependiente de cómo evolucione el contexto respecto a las siguientes dimensiones: el ritmo de implementación de los planes estratégicos de ayudas del Next Generation EU, la disponibilidad y evolución del precio de las materias primas, la evolución de la pandemia y las consecuencias del conflicto Ucrania-Rusia.