La dirección general ha incrementado su influencia en la definición de la política de riesgos comerciales durante la pandemia. De acuerdo con el Estudio de la Gestión del Riesgo de Crédito en España, que impulsan Crédito y Caución e Iberinform, el primer ejecutivo del 64% de las empresas está directamente involucrado en la gestión del riesgo de crédito, uno de los porcentajes más elevados de la serie histórica.
Frente a este crecimiento del papel del primer ejecutivo como último decisor, la existencia de unidades de riesgos sigue registrando valores mínimos: solo el 20% de las empresas cuenta con áreas especializadas en la gestión del riesgo de crédito comercial. A diferencia de la crisis económica de hace una década, no se está registrando un incremento en la creación de estos departamentos específicos para gestionar la morosidad de la cartera de clientes. El peso de la gestión técnica de la política de riesgos comerciales sigue recayendo, como una tarea más, en los departamentos financieros (64% de las empresas) en ocasiones en coordinación con las direcciones comerciales (38% de las empresas), que gestionan directamente la cartera de clientes y la búsqueda de ventas en el mercado potencial.