Motor

Citroën CX 5 Hybrid ë-225 Shine

La marca del chevron vuelve a tener una berlina media alta con el confort como principal premisa

Mariano García Viana | Jueves 20 de octubre de 2022

Desde la desaparición del C5, Citroën no había vuelto a comercializar un modelo que realmente le sustituyera en el segmento D, pues sus nuevos lanzamientos se han centrado sobre todo en los SUV, como es el caso del C5 Aircross.



Ahora con el C5 X, la marca vuelve a la carga con un modelo que, como ahora veremos, presenta, además de una línea de las más conseguidas de la actualidad en su segmento, una serie de modernas tecnologías, como es el caso de la híbrido enchufable en lo que a materia motriz se refiere o en el tema del confort, en el que Citroën siempre ha sido líder y una vez más introduce unas suspensiones verdaderamente innovadoras.

Pero antes veamos como es la silueta y el interior de este conseguido nuevo modelo de Citroën. Las formas son las de una berlina de cinco puertas, pero algo más elevada del suelo de lo que pudiéramos llamar “normal”, debido sobre todo al buen tamaño de sus ruedas con llantas de 19”. El largo capó, por cierto con unas sinuosas formas a cada lado de su zona centa, esta rematado por un frontal que, a pesar de mostrar una innegable personalidad, no deja de recordar a los modelos más recientes de la marca. El chevron se prolonga desde el centro, en dos líneas cromadas. La superior hasta la luz de día horizontal y la inferior, se quiebra por el lateral de los faros y “protege” a la parte de la luz de día oblicua. Esta firma luminosa es muy similar a la del ya popular C4. Por debajo de esas dos líneas que prolongan el logo de Citroën se abre una pequeña abertura, como si fuera realmente la calandra, pero formando parte del elaborado paragolpes delantero. Más abajo, la entrada de aire principal muestra en su centro el radar de aproximación, sobre el que convergen como si fueran ondas en un estanque, lamas en forma de ángulo abierto. Por su parte los faros, con tecnología full matrix led por supuesto, se componen de tres puntos lumínicos alojados en una especia de cubículo por debajo de la luz de día horizontal.

Lateralmente se aprecia claramente la estilizada línea del C5 X, a pesar de esa mayor altura con respecto a las berlinas actuales. El mencionado largo morro, la inclinada luneta y sobre todo la trasera, realmente conseguida, con la luneta muy tumbada, como un coupé, hacen del coche, como decíamos al principio, uno de los más atractivos del mercado. Destaca también en esta vista lateral, los señalados pasos de rueda, que incluso están enmarcados por una línea plástica protectora, el bonito diseño de las llantas y su buen tamaño y la camuflada tercera ventanilla que apenas se ve desde el exterior por las líneas grabadas en toda esa zona acristalada que llega hasta la luneta. Ésta, como decimos muy inclinada, esta rematada por arriba por una generosa visera y por abajo por un alerón que contiene la tercera luz del freno. Los grandes grupos ópticos, en forma de V tumbada, se prolongan decididamente por los laterales de la carrocería y son de tecnología led. El portón, que proporciona una apertura amplia y funcional y un umbral de carga bajo para facilitar las operaciones de carga y descarga, a la altura de dichos pilotos se abulta, mientras que más abajo deja un profundo hueco para la matrícula. Por su parte, el paragolpes en su zona más baja, es de plástico gris, haciendo juego con los pasos de rueda y la parte baja de las puertas.

El habitáculo del C5 X es amplio y acoge a 5 personas (Mejor cuatro por la configuración del asiento trasera), sin problemas de espacio independientemente de la fisiología del ocupante. Nada más abrir las puertas la sensación de buena terminación, de agradable calidez y comodidad, nos invade rápidamente. Ante el conductor se despliega un salpicadero moderno, con personalidad y bien rematado. El cuadro de instrumentos es en realidad una pantalla de 7 pulgadas, no es muy grande, pero al estar empotrada totalmente en el propio salpicadero, pues no hay ninguna visera que interrumpa la parte superior de este, la visibilidad incluso de día es buena y por lo tanto no plantea problema al interpretar la información que nos facilita, que, por cierto se puede variar en varias opciones, que se manejan desde el volante, según los gustos o las necesidades del conductor, manteniéndose siempre el nivel de combustible y el de la carga de la batería. Parte de los datos, como la velocidad, las señales de tráfico o la distancia con el coche que nos precede, se reflejan también en el parabrisas, mediante el extended Head Up Display, incluso si nos acercamos rápidamente a un obstáculo una alarma roja nos avisa gráficamente.

La pantalla central es de 12 pulgadas y de tipo panorámico, se sitúa no superpuesta en la parte superior del salpicadero, sino en la parte media formando como una consola, junto con las salidas de aire centrales y los mandos circulares del climatizador. El manejo de las distintas funciones de la pantalla requiere un cierto periodo de aprendizaje, pues incluso un hecho tan sencillo como el de cambiar o memorizar una emisora, resulta en principio un tanto lioso y difícil de encontrar y lo mismo podemos decir de los ajustes de las distintas funciones que se activan o regulan a través de la pantalla. Menos mal que, como hemos dicho, el climatizador tiene sus propios mandos y teclas táctiles. Bajo ellos y ya en la parte horizontal de la consola propiamente dicha, encontramos un cierre de persiana que oculta la bandeja de la carga inalámbrica del móvil. A continuación, la palanca de pestaña deslizante del cambio de velocidad, así como las teclas de aparcamiento P y de retención B. Siguiendo la misma línea se sitúa el mando del cambio de la forma de conducción y más atrás el freno de mano electrónico. A la derecha de todos ellos, dos huecos porta bebidas, completan la consola propiamente dicha, pues más atrás ya tenemos el apoyabrazos central, con apertura de libro, para su correspondiente cofre. Las plazas traseras disponen de su correspondiente salida del aire del climatizador y un par de enchufes auxiliares USB.

Si ya hemos dicho que el habitáculo transmite confortabilidad nada más acceder a él, los asientos, que Citroën denomina Advenced Comfort, desde luego son pieza fundamental en esa indudable sensación. Los delanteros disponen de regulación eléctrica y calefacción y sujetan convenientemente el cuerpo, aunque el coche circule por zonas viradas, mientras que el trasero permite incluso a un tercer ocupante viajar con cierta comodidad. Como dato curioso digamos que el ocupante trasero situado tras el acompañante, puede manejar eléctricamente el respaldo de ese asiento para disponen de más espacio, aunque en honor a la verdad, que si no esta muy echado hacia atrás, hay más que suficiente para las piernas y viajar estupendamente, pues además, el mullido de los asientos es blando, aunque no te hundas en ellos. No en vano el coche dispone de una distancia entre ejes de casi tres metros (2.785 mm.). El respaldo de este asiento trasero se puede abatir en la proporción de 60:40 para aumentar la capacidad del maletero que, en esta versión híbrido enchufable, es de 485 litros, pero que pueden llegar hasta los 1.580. La apertura y cierre del portón es de accionamiento eléctrico.

El C5 X híbrido enchufable, cuenta con un motor de gasolina de 1.6 litros, que proporciona una potencia de 179 CV a 6,000 vueltas y un par de 250 Nm a 1.750 revoluciones. Por la parte eléctrica el motor, situado junto al de combustión, es decir transversalmente en la parte delantera, dispone de una potencia de 110 CV y un par de 320 Nm. La potencia máxima que se obtiene con ambos motores es de 225 CV y un par de 360 Nm, lo que permite al coche obtener unas aceleraciones muy brillantes, como ahora veremos en el “capitulo “ de prestaciones. Por su parte, la batería de iones de litio, situada en la parte central trasera, ofrece una capacidad de 12,4 kWh., que permite una autonomía en modo eléctrico 100%, de 55 km, en teoría, pues en la práctica no hemos pasado de los 42 km en una conducción que se puede calificar de normal por ciudad, con paradas y aceleraciones al arrancar en los semáforos o reanudar la marcha tras una parada obligada por el tráfico. En este caso de “todo eléctrico”, la velocidad máxima que se puede alcanzar es de 135 km/h. En cuanto a la carga, en un enchufe de 3,7 kW, desde 0 al 100%, se tarda en conseguir unas 3 horas y cuarto, mientras que, si es de 7,4 kW, es tiempo se quedaría en algo más de una hora y media.

Las prestaciones se pueden resumir en una velocidad máxima de 233 km/h y una aceleración de 0 a 100 km/h de 7,9 segundos, datos que se combinan perfectamente con ese aspecto, por fuera y por dentro, tan brillante que hemos descrito. Por defecto, el coche, mientras haya batería claro, arranca en modo eléctrico y así continúa hasta que aceleremos algo más, caso en el que entra en funcionamiento el motor de combustión. En este caso y acelerado con decisión, momento en el que los dos motores entran en funcionamiento, el coche proporciona una conducción cercana a la deportiva y digo cercana pues un coche que esta orientado hacia el confort y las velocidades altas en carreteras despejadas, no es el más apropiado para un manejo brusco y enérgico. Cuando la batería está agotada y solo se circula en el motor de gasolina, éste no se deja oir en demasía en el habitáculo aunque las revoluciones sean altas, pues la insonorización esta bien conseguida y muy de acuerdo con el concepto del coche.

El C5 X Plug-in, cuenta con tres formas de conducción, Comfort, Normal y Sport, que coinciden con la dureza de los amortiguadores, siendo la primera, Comfort y más dura la última Sport, en la que las prestaciones son más radicales por el funcionamiento de ambos motores. El modo Normal, que posiblemente es el más utilizado, el funcionamiento motriz es hibrido y la dureza de los amortiguadores intermedia. Ahora bien, comentemos en ese sentido que C5 X dispone de la suspensión activa Citroën Advanced Comfort, con Amortiguadores Progresivos Hidráulicos ofreciendo una suspensión todavía más suave en las fases de rodaje, ofreciendo una eficacia multiplicada, sobre todo en curva, de cualquier modo, en cualquiera de los modos elegidos el coche resulta más que confortable, pues esa es una de las cualidades del C5 X y en la que la marca insiste con su lema “alfombra voladora”, que ha recuperado de la publicidad del mítico DS de 1955/1975 que, en comparación con el confort de suspensión que ofrecían los coches de la época, si se merecía sin duda ese citado slogan.

El C5 X Plug-in, es un coche fácil de conducir, además de resultar muy cómodo para los ocupantes, incluido el conductor, éste disfruta de un puesto de conducción desde el que tiene una excelente visibilidad en todas direcciones, desde el que llega a todos los mandos con facilidad y son sencillos de utilizar, a excepción como hemos dicho de los que se tienen que “buscar” en la pantalla y obtiene en cualquier circunstancia una reconfortante sensación de seguridad. El coche se sujeta muy bien y los frenos actúan con potencia sin apenas esfuerzo sobre el pedal. Y ya que hablamos de frenos o mejor de retención, como también mencionamos más arriba, al contar con la tecla B el coche retiene, quizás no con mucha contundencia, pero con la suficiente potencia para que resulte cómodo en tráfico muy cargado, al usar solo el pedal del acelerador para modular la velocidad o para no tocar el freno en descensos, aunque no llega a parar el coche del todo, es decir no es función “único pedal”.

El equipamiento es realmente completo y describirlo necesitaría un espacio del que no disponemos, pero si se pueden comentar algunos de los elementos con los que se cuentan. Así podemos encontrar el vanguardismo más tecnológico en el ámbito de las ayudas a la conducción, que se basan en diferentes elementos implantados en el vehículo: radares, cámaras y sensores, llegando incluso al ámbito de la conducción semiautónoma de nivel 2 en el marco de la legislación en vigor: el Highway Driver Assist que combina el regulador de velocidad adaptativo con función Stop & Go y la ayuda del mantenimiento de carril: la persona que conduce no necesita gestionar la velocidad o la trayectoria puesto que el vehículo se ocupa del conjunto de funciones.

Otros numerosos dispositivos añadidos facilitan, asimismo, la conducción cotidiana como, por ejemplo, el control del ángulo muerto de larga distancia, el Rear Cross Traffic Alert, que detecta los vehículos u otros peligros que se acercan al insertar la macha atrás, el Top 360 Vision que facilita las maniobras mostrando en la pantalla táctil el entorno exterior del coche o el acceso y puesta en marcha manos libres Proximity que abre y cierra automáticamente las puertas cuando el conductor se acerca al vehículo o se aleja de él. Los topes hidráulicos en los extremos del recorrido de los amortiguadores que frenan el movimiento de manera progresiva (Progressive Hydraulic Cushions), además del cambio en la dureza en los amortiguadores. El aviso por cambio involuntario de carril, el sistema de lectura der señales de tráfico, el programador de velocidad, etc., etc.


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