- 6 países tienen leyes nacionales sobre conducción bajo los efectos del alcohol con un límite máximo de concentración de alcohol en sangre de 0,05g/dl o menos, así como límites de 0,02 g/dl o más bajos para los conductores jóvenes o principiantes;
- 17 países y territorios tienen leyes nacionales que establecen una velocidad máxima de 50 km/h en zonas urbanas y 13 tienen leyes que confieren facultades a las autoridades locales para reducir más aún los límites de velocidad. Solo 5 países son ejemplo de las mejores prácticas, con leyes que cumplen con ambos criterios.
- 10 países y territorios disponen de leyes nacionales con obligatoriedad de uso de casco para conductores y pasajeros, en todo tipo de motocicleta y para todo tipos de potencia de motor; que exigen que el casco esté sujeto correctamente y que cumpla con normas internacionales de seguridad;
- 13 países y territorios tienen leyes nacionales vigentes sobre el uso de dispositivos de sujeción para niños en todo tipo de vehículos, en función de la edad, la altura o el peso, y aplican una restricción, según la edad o la altura, para el uso del asiento delantero por parte de niños.
Casi la mitad de todas las muertes causadas por el tránsito en las Américas se encuentran entre los usuarios que circulan con mínima protección: motociclistas (quienes representan el 20% de defunciones en el tránsito), peatones (22%) y ciclistas (3%).
Las muertes de usuarios de motocicletas fueron las que más crecieron entre los fallecidos por el tránsito. El informe arroja que estas defunciones pasaron del 15% al 20% entre 2010 y 2013 en la región. Sin embargo, si se las analiza por subregiones, casi la mitad (47%) de los fallecidos en el tránsito en los países del Caribe de habla hispana (Cuba y la República Dominicana) fueron motociclistas. El incremento estaría asociado al aumento de la flota de motocicletas en el hemisferio, que casi se duplicó entre 2007 y 2013, al pasar del 6% al 11% del parque automotor.
“La urbanización acelerada, la necesidad de movilizarse rápidamente, el crecimiento económico en algunos países han contribuido al hecho de que las personas que antes caminaban, ahora se trasladen en motocicleta”, describió Eugênia Rodrigues, asesora regional en Seguridad Vial de la OPS/OMS. “Una oferta de transporte público seguro, accesible y sostenible, y una buena infraestructura con aceras, semáforos, veredas y cruces, son clave para proteger la salud y también aumentar los niveles de actividad física de la población”, consideró.
El Decenio de Acción para la Seguridad Vial (2011–2020) insta a los países a ejecutar las medidas internacionalmente identificadas para hacer sus caminos más seguros. La OPS/OMS monitorea el progreso a través de su informe regional, mientras la OMS vigila la situación mundial mediante su serie del Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial.
En septiembre de 2015, los jefes de Estado que asistieron a la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que incluyen una meta (3,6) para reducir a la mitad el número mundial de defunciones y lesiones en el tránsito para 2020. "Si bien se ha avanzado en los últimos años, debe hacerse más para ejecutar medidas urgentes y salvar más vidas", indicó Etienne.
La OPS/OMS trabaja con los países de las Américas para avanzar hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados con la seguridad vial, así como en la aplicación de su Plan de acción de seguridad vial (2012-2017) y de los compromisos del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020.
En ese sentido, lleva adelante acciones para fortalecer el rol del sector de la salud en la seguridad vial y la prevención de lesiones causadas en el tránsito, brindar asesoramiento para la adopción y aplicación de buenas leyes de tránsito, y asesorar en la adopción de estrategias de seguridad vial que pueden salvar vidas.
Datos clave sobre la seguridad vial*
A medida que aumenta la velocidad media, también aumenta la probabilidad de accidente y la gravedad de sus consecuencias, en especial para los peatones, los ciclistas y los motociclistas. Un peatón tiene menos del 20% de probabilidades de morir si es atropellado por un automóvil que circula a menos de 50 kilómetros por hora, pero casi 60% de posibilidades si es atropellado a 80 kilómetros por hora.
Conducir bajo los efectos del alcohol aumenta la probabilidad de accidente y de que este termine en muerte o traumatismo grave. Los conductores jóvenes y nuevos corren un riesgo mucho mayor de sufrir un accidente de tránsito por conducir bajo los efectos del alcohol, que los conductores de mayor edad, con más experiencia.
Llevar casco puede reducir el riesgo de muerte en casi un 40% y el de sufrir traumatismos graves en aproximadamente un 70%.
Utilizar el cinturón de seguridad reduce el riesgo de muerte entre los conductores y los pasajeros de los asientos delanteros entre un 45% y 50%, y el riesgo de traumatismos leves y graves entre un 20% y un 45%, respectivamente. En lo que respecta a los pasajeros de los asientos traseros, el uso del cinturón de seguridad reduce el número de muertes y de traumatismos graves en un 25%, mientras que la reducción de los traumatismos leves puede llegar hasta un 75%.
El uso de sistemas de retención infantil reduce la probabilidad de accidente mortal en aproximadamente un 90% en los lactantes y entre un 54% y un 80% en niños de corta edad. Además, los niños viajan más seguros en la parte trasera de un vehículo que en la delantera.
* Fuente: Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial (OMS)
— Informe sobre la seguridad vial en la región de las Américas
— Seguridad vial (OPS)
— Infografía Seguridad Vial
— Plan de Acción Seguridad Vial OPS
— Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial (OMS)
— http://twitter.com/opsoms #seguridadvial