Motor

Cupra Formentor VZ5 2,5 TSI DSG 7 4 Drive

Situado en lo más alto de la gama, el VZ5 es un auténtico deportivo con traje de “SemiSUV”

Mariano García Viana | Jueves 16 de marzo de 2023
El cinco cilindros de origen Audi, es capaz de desarrollar 390 CV, imprimiéndole al Formentor un carácter y un “sonido”, solo comparable con un típico V8 americano.

El Formentor fue en su día el primer modelo exclusivo de Cupra y desde entonces se ha convertido en el más representativo de la misma. Una marca que, desde su separación de SEAT como tal, ha querido que toda su gama tenga un carácter y una personalidad, eminentemente deportiva, que llega a su culmen en la versión que nos ocupa en esta ocasión.

Desde luego solamente con ver el diseño del VZ5, deja ya entrever de lo que puede ser capaz y las satisfacciones que puede proporcionar a su afortunado conductor que, seguro que la adrenalina de su corazón se parecerá a la que tiene el propio coche bajo el capó. Ya bajo él nos encontramos con un motor, todo de aluminio, de cinco cilindros capaz de proporcionar 390 CV a 5.700/7.000 r.p.m. y un par de 480 Nm entre las 2.250 y las 5.700 vueltas. Un motor con un dinamismo fuera de lo “común”. Aceleraciones fulminantes, reducciones precisas y sin tirones, recuperaciones que te pegan al respaldo del asiento.

Así es el motor del Formentor VZ5. Doble árbol de levas en culata, inyección mixta (Directa e indirecta), turbo, intercooler…..Todo un equipo tecnológico para proporcionar un placer de conducción deportiva. Como es fácil imaginar las prestaciones que se pueden conseguir con el VZ5, arrojan unas cifras difíciles de igualar por un deportivo coupé, con su traje de SemiSUV, y volvemos a calificarle así, pues su altura con respecto al suelo es apenas un poco más alta que la de un turismo convencional y su puesto de conducción tirando a bajo, más propio de un coupé deportivo que el de un SUV, con una velocidad máxima limitada a 250 km/h, una aceleración desde salida parada y hasta alcanzar los 100 km/h, de sólo 4,2 segundos y una recuperación de 80 a 120 km/h de nada menos que 2,7 segundos, y es que, no nos cansamos de repetirlo, el dinamismo de esta mecánica es sorprendente.

Para dar más emoción a la conducción el “piloto”, y llamamos al conductor así cuando quiere sacar el jugo al VZ5, puede cambiar, mediante un botón situado en el volante, el sonido del cuádruple escape, en función del modo elegido en los programas de conducción, como ahora veremos, siendo Sport y Cupra las de mayor nivel sonoro, que por cierto viene a través de los altavoces del equipo de sonido del coche. Un bramido al poner en marcha el motor y un gorgoteo al ralentí, hacen subir la adrenalina hasta la persona más fría. Cierto es que en viajes largos, es más recomendable la utilización del sonido que proporciona el modo Comfort, más discreto y mucho menos intensivo que las citadas opciones, más propias para lucir el coche por el bulevar o para reducir de forma notoria, en cuya circunstancia el propio sonido hace el similar al doble embrague. Independientemente del sonido elegido, mejor el alto que el bajo, el disfrute esta más que asegurado.

Las ya citadas opciones son: Comfort, Sport, Cupra, Individual, offroad y Drift (Esta última solo utilizable en circuitos). Cada modo de conducción tiene repercusión en distintos elementos del coche, como la dureza de la amortiguación, al funcionamiento de la tracción integral, la firmeza y rapidez de la dirección, por supuesto a la respuesta del motor, al sistema de control activo de crucero y hasta a la climatización.

El cambio automático DSG de 7 velocidades, se adapta perfectamente a las características de la extraordinaria motorización y así, siempre es igualmente rápido en ir subiendo de marchas y al reducirlas cuando se frena de forma notoria. Aunque al posible usuario del VZ5 le guste utilizar el cambio de forma manual, realmente no es necesario para disfrutar de dominio del coche, dada la buena relación de todas las marchas. No obstante, para aquel que sea más “friki”, siempre puede utilizar las levas situadas tras el volante para subir y reducir las velocidades, teniendo además esta caja de cambios la característica, para mayor disfrute del que le guste este tipo de conducción, que si se sube mucho de revoluciones no cambia a la velocidad superior, a no ser que el propio conductor actué sobre la leva, con lo cual se pueden aprovechar hasta el límite de vueltas en cada una de las velocidades que vaya engranando manualmente.

El comportamiento general de los Formentor es seguro y noble y como era de esperar en una versión con esta potencia, el del VZ5 es todavía mejor. Por muy deprisa que se circule, ya sea en carreteras despejadas, como en las de montaña con curvas sucesivas, el coche va, aunque ya se haya dicho miles de veces, sobre railes. Sin apenas esfuerzo del conductor lo introduce en las curvas con una facilidad pasmosa y con una sensación de seguridad altamente gratificante. El chasis ha sido reforzado, la suspensión, con McPherson delante y paralelogramo deformable atrás, con sus correspondientes barras estabilizadoras, más unos muelles más cortos, que bajan el coche 10 mm., hacen que el disfrute de la potencia de motor, se prolongue con un comportamiento ejemplar. Para aumentar aun más los índices de seguridad, el VZ5 monta en sus eficacísimos frenos, cuatro discos ventilados, los delanteros además con agujeros y fabricados por Akebono con pinzas fijas de seis pistones en ese eje anterior. Las pinzas están pintadas en color bronce como otros detalles del coche, que más adelante veremos.

Pero aquí no acaban las incorporaciones mecánicas de las que puede presumir el VZ5, porque, además de los descrito, también cuenta con tracción integral a las cuatro ruedas. Un sistema que, como es lógico distribuye el par del motor de manera automática entre los dos ejes, pero que además de ello, también lo puede hacer de forma independiente en cada una de las ruedas traseras, pues se han montado dos embragues multidisco, situados a cada salida del diferencial y que funcionan mediante un sistema electromecánico.

Como es fácil de apreciar a simple vista, el VZ5 incorpora personales detalles que hacen más deportivo el aspecto de un coche que de por sí con esas formas generales. Entre esos detalles se pueden destacar los “labios” de fibra de carbono que adornan, en la parte delantera, los laterales de la zona inferior del paragolpes en cuyo centro se despliega la entrada aire principal. Por su parte, en la trasera esos “labios” enmarca, en dos separadas zonas, los cuádruples escapes en color bronce y el igualmente dividido difusor de aire.

En líneas generales llama la atención sin lugar a dudas, la prominente y vertical parrilla de color negro, presidida por un generoso logo de la marca en color bronce, a base de rombos situados diagonalmente y lo mismo se puede decir de la mencionada gran entrada de aire inferior, de la misma composición que la parrilla y el que los faros antiniebla estén incrustados en en la parte alta de paragolpes, inmediatamente debajo de los angulosos faros principales que naturalmente son de tecnología full led. Dos entradas de aire verticales, para refrigerar los frenos, completan un frontal muy conseguido, en lo que a diseño se refiere y que continua en la visión lateral.

En esta se aprecia claramente la compacidad del modelo, que además sabe mezclar unas formas sinuosas y suaves, como la que recorre la parte media y baja de las puertas, con otras aristas angulosas y marcadas, como la que se inicia en los faros y recorre la carrocería hasta el final de las puertas delanteras o la que se inicia en la mitad de la puerta trasera y finaliza sobre el grupo óptico posterior. También hay que señalar los abultados pasos de rueda, protegidos por una banda de plástico, como una concesión al mundo de los SUV. Como ya hemos dicho, las llantas son de 20 pulgadas y lucen un sofisticado diseño con detalles de color cobre haciendo honor al logotipo de la marca que generalmente se muestra en ese color. Dos discretas barras en color aluminio y negro, recorren el lateral del techo.

Por su parte la trasera, que sigue mostrando ese aire de compacidad, gracias a que el techo baja hacia la luneta y al generoso alerón que la cubre, aunque no perjudica la visión trasera como hemos podido comprobar. Los pilotos son de tecnología led, contando con los intermitentes dinámicos y están unidos por una lumínica franja roja. Como en el lateral del coche, en esta zona también se unen las formas suaves, bajo esa citada línea roja, con la angulosa arista que recorre todo el panel posterior por encima de la matrícula. Un negro difusor de aire muestra a cada lado dobles salidas de escape en diagonal, que por cierto, emiten un embriagador sonido. El color gris mate colabora a ese aspecto deportivo que muestra el VZ5 de la prueba, que desde luego no pasaba desapercibido allá por donde fuera.

El interior del Formentor VZ5 es práctico, funcional y con un cierto toque deportivo, recordándonos a los de Volkswagen, sobrios, sin grandes detalles de diseño, pero con todos los elementos bien terminados y ajustados. El cuadro de instrumentos, el Digital Cockpit, es una pantalla de 10,25” que se puede configurar con varias opciones, todas ellas muy luminosas y fáciles de interpretar. En el centro del lineal salpicadero se sitúa de forma superpuesta la pantalla multifunción de 12 pulgadas, algunas de cuyas funciones se pueden activar y manejar con la voz, siendo además compatible con Apple CardPlay, con AndroidAudo y estar conectada a internet permanentemente gracias a la tarjeta eSIM que lleva dentro de ella. Debido a ello se puede acceder a servicios en línea, descargar aplicaciones, etc. Los ocupantes están “envueltos” por una agradable línea lumínica de led, que puede cambiar de color según varias opciones. Precisamente esa banda de color, independientemente del elegido, se torna roja en la esquina del salpicadero a modo de avisador del vehículo que circula en el ángulo muerto (BLIS), lo que resulta realmente útil pues no hay que girar la cabeza hacia el retrovisor y ver el avisador naranja habitual, para saber que no podemos cambiar de carril pues hay un vehículo próximo por el que quereos ocupar. También nos avisa de igual forma si al abrir la puerta viene un vehículo cerca o nos va a rebasar.

Resultan especialmente llamativos en esta versión VZ5 del Formentor, los asientos delanteros, tipo baquet, con el reposacabezas integrado en el respaldo y su configuración deportiva y algo dura, lo que no le exime de ser cómodos incluso en viajes largos y con virajes a derecha e izquierda, pues el cuerpo queda bien sujeto tanto en banqueta como en respaldo. Los reglajes son eléctricos por lo que es sumamente fácil acoplarse debidamente ante el volante. Un volante con una buena cantidad de teclas para activar o cambiar sistemas, pantallas, etc., incluidos dos botones a cada lado del radio central, uno de puesta en marcha y parada del motor, y el otro para elegir el modo de conducción. Además de las teclas del volante y de los pulsadores para luces tras la izquierda del mismo, el VZ5 no ofrece más mandos físicos, pues la mayoría de las funciones se activan a través de la pantalla multifunción, incluido por ejemplo el climatizador, lo que obliga de alguna manera a desviar la vista de la carretera para manejarlo. Aparte de las costuras del volante, puertas o salpicadero, existen otros detalles en color cobre, como son los marcos de las salidas de aire. El cambio automático DSG, se maneja desde una pestaña situada en la parte horizontal de la consola y su manejo es sencillo y exacto, mucho mejor que la rueda giratoria que suelen utilizar otros coches automáticos.

Si los ocupantes delanteros pueden viajar más que cómodamente, dos personas en el trasero casi los pueden igualar, pues disponen incluso de salidas regulables del climatizador, aunque no se puede decir lo mismo de una posible tercera en la parte central, que quedaría algo flotante por la propia configuración del asiento y por el bastante voluminoso túnel central: se puede decir que el Formentor VZ5 es un 2+2 con un generoso espacio para las piernas. Por su parte el maletero, en esta versión de tracción integral, tiene una capacidad de 410 litros que se pueden ampliar hasta los 1.475, abatiendo totalmente el asiento trasero. En él existen ganchos para fijar la carga, mientras que el portón para acceder a él se puede abrir eléctricamente desde el puesto de conducción o pasando el pie por debajo del paragolpes trasero.

En el Formentor VZ5 el equipamiento de serie es muy completo e incluye un programador de velocidad activo que funciona en combinación con el sistema de mantenimiento de carril, un sistema de cámaras que genera una vista cenital del vehículo, un climatizador de tres zonas, un sistema de iluminación ambiental y un largo etcétera, que hacen más seguro y confortable el viajar en él.


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