Motor

Volkswagen ID.5 GTX

El atractivo coupé de los SUV eléctricos de la marca

Mariano García Viana | Jueves 13 de abril de 2023
Esta versión GTX es la más deportiva y con sus 299 CV, a buen seguro que hace las delicias de los conductores más dinámicos y amantes de las aceleraciones rápidas y contundentes.

Derivado del más conocido ID.4, el ID.5 es en realidad la versión coupé del SUV eléctrico compacto de Volkswagen, pero su filosofía más deportiva, reflejada sobre todo en su parte trasera, le hace tener una personalidad propia, acrecentada por esta versión GTX y sus casi 300 CV de potencia.

El esquema motriz del ID.5 GTX esta compuesto por dos motores eléctricos, situados uno en el eje delantero y otro en el trasero, contando los dos con un posicionamiento transversal. Esta duplicidad motora hace que el coche tenga en realidad una tracción integral. El más potente de los motores es el trasero, cuyo rendimiento se cifra en los 204 CV y su par en 310 Nm, mientras que el delantero, dispone de una potencia de 109 CV y un par de 162 Nm. Con ambos se dispone de un rendimiento total, como ya hemos comentado, de 299 CV y un par de nada menos que 460 Nm. Con esas cifras es fácil comprender que la marca lo compare con las versiones más deportivas de los clásicos motores de combustión, alguno de los cuales se han hecho ya míticos como es el caso de los que montaban y montan los Gof GTI, aunque verdaderamente es un concepto y una filosofía distinta la de ambos modelos.

Ineludiblemente tenemos que hacer referencia al ID.4 GTX, cuando queremos describir el aspecto exterior del ID.5 GTX. Ello es debido a que, desde prácticamente la mitad de la puerta trasera, los dos modelos son iguales y sólo a partir de ahí vienen las diferencias. El techo comienza a bajar y muestra una luneta más inclinada que en el ID.4, pues como ya hemos dicho estamos hablando de la versión coupé de un SUV y un alerón se sobrepone a la luneta en su parte inferior. A partir de ahí, volvemos a encontrar las similitudes entre los dos modelos. Panel trasero muy vertical, pero con las formas suaves y redondeadas, grupos ópticos con tecnología led, que se prolongan por los laterales de la carrocería y unidos por una franja lumínica roja, paragolpes con mezcla del color del coche y el negro, con personales formas creativas y un difusor de aire en color gris claro.

En el frontal, destacan los tres llamativos leds situados en los extremos del redondeado paragolpes, todo pintado en el color de la carrocería, a excepción de la negra boca de entrada de aire situada en el punto más bajo del mencionado paragolpes y del cubículo de los igualmente citados leds. Los estrechos faros full led están rodados por la luz de día y unidos al logo central de la marca por una igualmente estrecha banda negra con otra cromada que puede ser lumínica. Las llantas de 20 pulgadas tienen un diseño exclusivo para este modelo y son realmente atractivas y modernas. Si bien a partir de la cintura del coche todo es negro, solamente un estrecho protector de ese color, en los pasos de rueda, rompe el uniforme color de la carrocería en la visión lateral. Por último, la pieza cromada decorativa, situada en la aleta delantera con la inscripción GTX se prolonga por la puerta delantera.

En general el interior del coche, es idéntico al ID. 4. Un habitáculo que esta francamente logrado a pesar de su estilo minimalista, que hace que, al carecer de aditamentos superfluos, mandos a la vista y las propias líneas rectilíneas de salpicadero y guarnecidos, influyen en que sea muy luminoso, pues para más inri se cuenta con techo panorámico y una buena superficie acristalada. La instrumentación se ve en una pantalla de 5,3 pulgadas que se mueve solidaria con la dirección. Aunque no ofrece muchas posibilidades de configuración, la información que facilita es siempre clara y precisa, estando dividida en tres zonas, una para reproducir los datos del navegador, otra para la velocidad y otra para el programador de velocidad. La información se complementa con la que ofrece el head-up display que se refleja en el parabrisas.

La pantalla multifunción es más generosa, pues tiene 12 pulgadas, ofreciendo una información correcta y compatible con Android Auto y Apple CarPlay, estrenando además un hardware y un software de nueva generación. También interpreta órdenes por reconocimiento de voz. En la propia pantalla se activan bastantes funciones que de otro modo serían manejables desde teclas o interruptores, siempre más cómodos y fáciles de accionar. Debajo de ella se sitúan cinco pulsadores, prácticamente los únicos, para conectar o desconectar algunas funciones y más abajo y en la parte horizontal, libre de palanca de cambios, huecos, portabotes, bandeja para carga inalámbrica del móvil, reposabrazos, etc.

Es de destacar en sentido que pudiéramos llamar negativo, como ya apreciamos en los ID.4, el que si bien los cuatro elevalunas se pueden manejar desde la puerta del conductor, solo existen dos teclas, con lo que para activar los traseros hay que reconvertirlos pulsando otra tecla adicional y viceversa, desde luego, mucho más útiles los cuatro pulsadores habituales. Como elemento original, destaquemos que en la parte baja del parabrisas hay una línea luminosa, que puede pasar desapercibida, llamada ID. Light, que cambia de color, las zonas que se iluminan y la frecuencia con que lo hacen, para, además de servir como decoración, proporcionar al conductor información para indicar direcciones de navegación, señalar el estado de la carga de la batería o advertir ante situaciones de peligro de colisión con el coche precedente. Por todo el habitáculo encontramos huecos para dejar cosas, por cierto, todos ellos muy bien dispuestos y útiles.

Los asientos delanteros resultan realmente cómodos y sujetan correctamente el cuerpo, aún en zonas viradas. Tienen regulación eléctrica, además de calefacción y desde ellos se domina perfectamente todo lo que ocurre alrededor. En la zona trasera reside uno de los puntos fuertes del diseño, el espacio disponible para las piernas de los ocupantes de este asiento posterior, es realmente grande y aprovechable, más propio de modelos con unas mayores dimensiones exteriores. La anchura disponible no es tan brillante, aunque tres ocupantes podrían viajar con suficiente comodidad, pues además el piso es completamente liso y el techo no agobia para nada a pesar de ser un coupé.

El maletero es generoso, con una capacidad de 549 litros, que se pueden ampliar hasta los 1.561 litros, al abatir el asiento trasero. El suelo del maletero se puede configurar en dos alturas y además contiene un hueco para dejar los cables de carga.

Volviendo a las características dinámicas y mecánicas del ID.5 GTX, digamos que nos ha parecido un coche suave y contundente a la hora de acelerar con decisión, es capaz de proporcionar su potencia máxima más de 30 segundos, con lo cual las arrancadas o los adelantamientos, pueden ser realmente fulgurantes, gracias a la intervención de los dos motores, mientras que, en una conducción más relajada, incluso con bastante decisión, es el motor trasero el que normalmente moverá el coche, pero en una cuestión de milisegundos el motor delantero se pondrá en marcha si así lo requieren las exigencias del conductor. Los motores entre sí no tienen ninguna interconexión física, sus funcionamientos o no están regidos por la electrónica.

Las prestaciones del ID.5 GTX son más que brillantes en lo que se refiere a la aceleración, gracias al gran par de que disponen los motores eléctricos en general y en este caso en particular. Así, si bien la velocidad máxima, esta limitada a 180 km/h, la aceleración de 0 a 60 km/h, es de 3,5 segundos, la de 0 a 100 km/h de 6,3 segundos y la recuperación desde a 80 a 120 km/h de 4,5 segundos. La autonomía anunciada y homologada por el fabricante, es de 512 kilómetros, pero en la práctica, con una conducción mixta autovía y algo de ciudad y a velocidades contenidas y alguna aceleración contundente, se quedaba en unos 375 kilómetros. La batería de iones de litio, situada en posición central, tiene una capacidad de 82 kWh y admite recargas con una potencia de 135 kW. En un cargador precisamente con esa potencia de 135 kW, de 0 al 80% se tarda unos 36 minutos, en otro, más habitual, de 11 kW es tiempo sería de 7 horas y media y lo más normal (En un uso cotidiano del coche), cargarlo en casa con un enchufe doméstico a 3,2 kW, partiendo de un 60% al 100%, que supone que aún se disponen de 285 km de autonomía, pasar a 355 km, se ha tardado unas 10 horas.

El conductor, mediante la selección del modo de conducción, puede configurar según sus preferencias el funcionamiento de los motores eléctricos, la suspensión y la dirección, en los perfiles Eco, Comfort, Sport, Individual y Traction. También cuenta con tres ajustes para el frenado regenerativo, uno desconectado, en el que el coche avanza por inercia sin que los motores opongan resistencia, dos activado y tres, automático. Estos últimos, mediante la información proporcionada por el navegador y el radar delantero, ajusta la deceleración en función del escenario, siendo siempre el motor trasero el encargado principal de transformar la energía cinética en eléctrica; el delantero también lo hace, pero de manera ocasional.

El ID.5 GTX es el segundo modelo eléctrico con tracción total de la marca en emplear la plataforma MEB. Su estructura de suspensión esta basada en un sistema McPherson delante y en paralelogramo deformables detrás, dotados ambos con sus correspondientes barras estabilizadoras. El resultado es un comportamiento muy sano, aunque se quiera “disfrutar” de la elevada potencia de la que se dispone por zonas de curvas entrelazada, en las cuales el coche, muestra su poder de recuperación y su contención en inclinar la carrocería por muy bruscas que sean las maniobras. Su elevado peso, de más de dos toneladas (2.243 kg) y su envergadura, como ya hemos dicho, le impide ser eminentemente ágil, pero se defiende a pesar de ello con un elevado nivel de dinamismo, tanto es así que parece que conducimos un coche más ligero. En carreteras despejadas y a velocidades elevadas, sólo el ruido aerodinámico nos acompaña y su excelente asentamiento sobre la carretera, su rápida dirección y un buen equipo de frenos, a pesar de que atrás se cuenta “sólo” con tambores, proporcionan un viaje de lo más agradable y reconfortante, tanto para el conductor como para los pasajeros.

Lógicamente el ID.5 GTX carece de palanca de cambio de marchas, pero en un mando que es como si fuera un apéndice del sencillo cuadro de instrumentos, sobresale una “pastilla” oscilante, que según se gire inserta la marcha adelante (D), hacia abajo insertándose la marcha atrás (R) o si se deja en el centro (N) o punto muerto. Situada muy cerca de la mano, se puede activar fácilmente y además, si cuando vamos circulando en directa, oscilamos la palanca hacia delante, se activará la reducción regenerativa (B) y con una nueva oscilación se vuelve a insertar la directa o D. Si una vez parados apretamos el botón situado en el lateral de la pastilla oscilante, se activará la P de parking y el coche quedará clavado. Todo realmente muy sencillo y fácil de utilizar, sin apenas desviar la mano derecha del volante.