Motor

Toyota Yaris Cross Hybrid 120H

El SUV compacto de la marca que puede presumir de un equilibrio envidiable

Mariano García Viana | Martes 16 de mayo de 2023

Derivado del turismo Yaris, la versión Cross se perfila como un crossover con un tamaño algo mayor (24 cm.), que le permite un habitáculo más espacioso y práctico.



En el subtítulo insinuamos que el Yaris Cross es un coche de lo más equilibrado y desde luego, después de la prueba podemos insistir en ese término, pues objetivamente y analizando cada característica del coche lo podemos confirmar. No es grande, pero tampoco pequeño, no es muy potente, pero lo suficiente para dar alegría a una conducción decidida, no tiene un diseño muy llamativo, pero si armonioso y distinto a la mayoría de sus competidores, no es especialmente parco en el consumo, pero tampoco lo tiene elevado…Y así podríamos decir de una larga lista de adjetivos que se podrían resumir en que el Yaris Cross no destaca en demasía en nada, pero tampoco resulta negativo en nada. Es decir un equilibrio muy logrado.

Veamos cómo es la parte mecánica de este compacto SUV del segmento B. La tecnología híbrida que emplea el Yaris Cross es la cuarta que desarrolla Toyota en sus modelos híbridos que son la mayoría. El motor de combustión es un gasolina de tres cilindros de 1.490 c.c., ciclo Atkinson, especialmente diseñado para reducir la fricción y las pérdidas mecánicas y así optimizar la combustión, teniendo como resultado, una gran eficiencia que le sitúa en el 40% superior al de motores diésel comparables, pero con niveles reducidos de consumo y emisiones de CO2. El rendimiento es de 92 CV a 5.500 r.p.m. y el par en 120 Nm entre 3.600 y 4.800 r.p.m. Por su parte, el motor eléctrico, situado junto al de combustión, también transversalmente en la parte delantera, ofrece una potencia de 80 CV y un par de 141 Nm, con lo que la potencia de la que disponemos es de 116 CV. La batería, situada en la parte trasera bajo el asiento, es de iones de litio y es realmente ligera.

Todo el conjunto motriz funciona de forma sincronizada y no plantea ningún problema a la hora de conducir. Bien es cierto que el Yaris Cross Hybrid, parece más indicado para circular por ciudad, prevaleciendo sobre la utilización por carretera, aunque después de la prueba el comportamiento en autovías despejadas han sido más que digno, pero con el inconveniente de que debido a la concepción de dicho conjunto de motorización, con un motor de combustión que estará en funcionamiento prácticamente de forma constante y un cambio automático de múltiples velocidades con transmisión de engranaje planetario, dan como resultado que cuando se exige potencia para, por ejemplo, adelantar o coger velocidad de forma rápida, el nivel sonoro es bastante elevado, pero curiosamente menor al de otros modelos de Toyota con similar disposición.

Ahora bien, siempre que circulemos en modo ECO, es decir a bajas revoluciones y con carga suficiente, se puede conseguir una suavidad y un silencio de lo más agradable. Otra cosa es, como ya hemos dicho, es que queramos dar cierta alegría a la conducción, pues en ese caso, subiremos de vueltas el motor de combustión y debido al sistema de la mencionada transmisión, el ruido se hace bastante notable en el habitáculo, pues el motor se mantiene en lo alto de las revoluciones mientras se esté pisando el acelerador a fondo, hecho este que es necesario si no tenemos ya reserva de energía eléctrica en la batería, con lo que solo dispondremos de los 92 CV de potencia del motor de combustión. La entrada en funcionamiento del motor de gasolina, cuando se esta circulando silenciosamente en modo eléctrico, no produce ningún tirón y se realiza con suavidad, aunque el rumor mecánico lo delata.

Por su parte, la conducción en ciudad es suave y silenciosa, pues como es normal, se circula a baja velocidad, con lo cual, si hay batería suficiente, lo hará en modo eléctrico o bien se circula con el motor de combustión a baja velocidad, sin apenas rumorosidad. El resultado es de lo más agradable, ya que además el Yaris Cross Hybrid se muestra muy dócil, tanto en las maniobras lentas como en las rápidas en el entresijo de la circulación de una ciudad. Con las frecuentes frenadas y lo poco que se exige al motor en estas circunstancias, unido a la posibilidad de utilizar en el cambio el citado modo B, de retención y recarga, casi siempre se dispone de batería suficiente para aprovechar su energía y ahorrar combustible.

Las prestaciones se pueden calificar de correctas, siendo la velocidad máxima de 170 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en 11,2 segundos, cifrando la recuperación de 80 a 120 km/h en 9,9 segundos. No son desde luego, unas prestaciones brillantes, pero si las suficientes como para mover con soltura el Yaris Cross, pues éste es un coche más bien ligero, apenas 1.170 kg. Un apartado más de ese equilibrio que mencionamos al principio del artículo. Las suspensiones, con McPherson delante y barra estabilizadora y atrás con rueda tirada y elemento de torsión, se encargan de sujetar muy bien el coche en las zonas más viradas y de absorber las irregularidades del firme, con lo que los ocupantes, ni son zarandeados, ni apenas sienten esos pequeños baches. Aunque esta versión solo es tracción delantera, su altura con respecto al suelo de 170 mm., le permiten circular sin problemas por pistas de tierra con suaves desniveles.

La carrocería esta francamente bien lograda y “equilibrada”, sobre todo transmite la sensación de tener delante un coche muy compacto y parece desde luego más corto de lo que es en realidad (4.180 mm), debido sobre todo a la verticalidad del morro, del panel trasero, a excepción de la inclinada luneta y a que el capó motor también es muy horizontal. El frontal esta dominado en su parte alta por el logo de la marca y por los faros con tecnología led, mientras que la parrilla es más bien estrecha, en favor de una negra entrada de aire inferior de grandes dimensiones y que incorpora los faros antiniebla.

Lateralmente se aprecia de forma clara la compacidad del modelo y lo sobresaliente de los pasos de rueda. Estos, aparte de estar muy marcados en el propio diseño del modelo, sobresalen aún más pues están enmarcados por una ancha franja negra protectora de plástico. Las puertas en su parte inferior se “hunden” suavemente y la trasera en esa parte inferior insertan un embellecedor color aluminio con el nombre de la versión “Yaris Cross”. Las llantas tienen un diseño realmente original y moderno, mientras que la superficie acristalada es lo suficientemente amplia como para ofrecer una buena visibilidad en todas direcciones, incluida la trasera, pues como ahora veremos, la luneta es también es generosa, a pesar de estar muy protegida por un, no menos generoso alerón superior, que se prolonga por los laterales de la misma. Justo en la parte inferior de la luneta, a todo lo ancho de la carrocería, se extiende una “cornisa” que en sus extremos sitúa los amplios grupos ópticos, de tecnología led e incandescente y que en una línea luminosa se expanden hacia el centro, pero sin llegar al logotipo que preside esta parte del portón. A partir de ahí el panel posterior es vertical, como ya insinuábamos al principio de la descripción del Yaris Cross, destacando sobre él, el amplio espacio reservado para la matrícula. La parte inferior del paragolpes cambia el color de la carrocería por el negro de los bajos de las puertas y marcos de los pasos de rueda, conteniendo también una zona color aluminio en su parte central, a modo de difusor. En definitiva, un coche atractivo, de aspecto muy compacto y …... equilibrado.

En el interior podemos observar que sin llegar a ser tan original como el exterior, también ofrece rasgos atractivos y sobre todo prácticos y bien terminados, adoleciendo quizás de mostrar demasiado los plásticos empleados más bien duros, aunque en honor a la verdad, todos tienen un tacto agradable. El salpicadero muestra dos tonalidades una gris medio dominante, en la parte superior e inferior y en la central un color marrón igualmente de intensidad media. En dicho salpicadero sobresalen lógicamente el cuadro de instrumentos y la pantalla multifunción superpuesta sobre él. La instrumentación, toda ella digital, esta compuesta por indicadores por medio de aguja, para cuentavueltas, nivel de combustibles y temperatura del líquido refrigerante. En el centro del cuadro aparece una pantalla de 7” que muestra diversas informaciones a las que puede optar el conductor, como son la ayudas a la conducción, datos del ordenador, el funcionamiento del sistema híbrido, situación de la energía, etc. Toda la información ofrecida es clara y fácil de interpretar.

Por su parte la pantalla de infoentretenimiento, de 9”, además de ofrecer el equipo de sonido, también exhibe las imágenes del navegador, de igualmente fácil manejo, es compatible con Android Auto y con CarPlay de forma inalámbrica, estando conectado siempre a internet. Debajo de la pantalla las correspondientes salidas del climatizador, anteceden a sus propios mandos cuya utilización se refleja en una pantalla. Más debajo de ellos dos interruptores activan la calefacción de los asientos y también se ofrece un enchufe USB. En la parte horizontal de la consola, un hueco proporciona la carga inalámbrica de los móviles y más cerca del conductor, la palanca del cambio automático y más cerca aún las teclas del Drive Mode, EV Mode, freno de mano y anulación del control de tracción. Ya casi entre los asientos existen dos espacios para botes de bebidas y el apoyabrazos. Ya que hemos mencionado varios huecos, digamos que por el habitáculo existen los suficientes para dejar objetos de distintos tamaños.

Los asientos delanteros resultan realmente cómodos y sujetan muy bien el cuerpo, su regulación es manual excepto la de la zona lumbar que es eléctrica. El trasero también es confortable incluso para tres personas, pues sus formas no marcan descaradamente, como en la mayoría de los modelos, la posición de dos, dejando el central prácticamente inutilizable por su incomodidad, que no es el caso. En contra de estas plazas traseras es que no disponen de salida de aire del climatizador y el espacio que tienen para las piernas no es muy brillante. Por su parte, el maletero tiene una capacidad de 397 litros, que se pueden ampliar abatiendo el asiento trasero, cuyos respaldos también se pueden recoger en una proporción de 40:20:40, según las necesidades. El piso del maletero se puede utilizar en dos niveles diferentes.

En cuanto al equipamiento de esta versión es bastante completo, aunque se echan de menos algunos elementos como el avisador de vehículos en el ángulo muerto. Pero se cuenta de serie con el control de velocidad de crucero adaptativo, detector de fatiga, cámara trasera, reconocimiento de señales de tráfico, cambio de luces automático, centrado en el carril y un largo etcétera.


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