Cuando hablamos de productividad laboral lo hacemos del rendimiento o lo eficientes que son los procesos por los que los trabajadores, personas o máquinas producen bienes o completan algunas tareas por un determinado periodo temporal y usando unos recursos.
Por todo ello, para que se pueda determinar la productividad, deben ser conocidos los recursos con los que cuentan los trabajadores, departamentos o máquinas, se comercialicen unos servicios o produzcan una serie de bienes, así como el periodo de tiempo que necesiten para que esto ocurra.
Se hace preciso subrayar que la productividad en el trabajo no solo la determina la forma en la que los trabajadores hacen sus tareas, pues también existen otros factores como la manera en la que se hace la gestión de los departamentos, la comunicación y los recursos con los que los empleados cuentan o los métodos de trabajo de la empresa.
Si la empresa quiere crecer, está claro que la productividad de los trabajadores debe ser la mejor posible. Una de las mejores formas de conocer la marcha de la compañía es la medición de esta productividad y de qué forma se puede incrementar. Un gestor de tareas puede ser de gran ayuda.
La medición se hace vital porque va a permitir que conozcas a la empresa y trabajadores de forma detallada, además de saber qué aspectos de la empresa son los que mejor van a funcionar y los que se pueden mejorar para que aumente la productividad.
Se puede comprobar de la misma forma la eficacia de las distintas estrategias y métodos de trabajo para saber si se deben realizar cambios.
Por otra parte, la medición de la productividad empresarial de forma óptima será de ayuda para planificar los procesos, que se establezcan objetivos y anticiparse a algunos problemas o situaciones que puedan darse.
Todo esto permite que se pueda tener el mejor conocimiento de lo que es la productividad laboral de forma más exacta y que mejore la economía de la empresa.
Bastantes personas que buscan que su empresa crezca, saben que el crecimiento de la empresa depende de ello, pero la productividad no solo es la forma en que se trabaja, también influyen algunos factores:
No solo hay una sola forma o estrategia para el cálculo de la productividad empresarial, vamos con algunos de los elementos que hay que valorar:
Es necesario que se establezcan un objetivo para las distintas labores. Con ello es posible saber el rendimiento que la empresa espera que se obtengan.
De igual forma, hay que decidir los indicadores que se usan para medir la productividad y usar dichas unidades con la debida consistencia.
Aunque es fundamental que se usen datos cuantitativos para ver la cantidad de trabajo que se hace en un determinado tiempo y usando unos recursos, es fundamental no olvidarse de la medición de la productividad desde la calidad.
Una de las fórmulas que pueden usarse para el cálculo de la productividad laboral es la siguiente: la productividad laboral es igual al número de bienes o servicios que se produzcan dividendo entre los recursos que se utilicen.
Adquiere gran importancia valorar algunos aspectos. A veces los bienes producidos puede que no cumplan los estándares de calidad que se establezcan, por lo que no hay que tenerse esto en cuenta en el cálculo de la productividad con la formula anteriormente mencionada.
Por otra parte, si se calculan los recursos que se usen, hay que pensar en el costo de los recursos que se empleen para la producción de los bienes y servicios, además de otra serie de costes en relación con la maquinaria o el alquiler, así como el número de empleados que trabajen en la producción.
Estamos ante una fórmula que es útil para muchas empresas, pero donde cada compañía es distinta. Fundamental, conocer lo importante que es el contexto en el que se trabaja.