El mercado inmobiliario español se enfrenta a un momento turbulento, no solo por la aprobación de la polémica Ley de Vivienda, que según distintas fuentes ya estaría generando cambios importantes en cómo las personas y empresas manejan sus inversiones en el sector, sino también por el incesante aumento en los precios.
Esto último no sería solo un dato atado al incremento en los tipos de interés tanto nacionales como internacionales, o a la compleja situación inflacionaria que experimenta la población como consecuencia de la guerra en el este del continente, sino también a la caída cada vez más pronunciada en la compraventa de viviendas.
Así lo afirma el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su más reciente boletín de Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad (ETDP), donde revela que la compraventa de viviendas sufrió una caída del 5,7% en comparación con el mismo mes (marzo) del año pasado. Sería el segundo mes consecutivo en declive, con febrero registrando un 6,6%.
Este fenómeno se presenta prácticamente en todas las áreas del sector, experimentando una caída en la compraventa de viviendas libres, nuevas, usadas e incluso fincas. Las cifras van desde el 5,3%, hasta un 7,5%, mostrando una clara tendencia a la baja que directamente contrasta con los datos de crecimiento económico que se han publicado en las últimas semanas.
Las más afectadas sin duda serían las viviendas nuevas, cuyo incremento en el precio las haría demasiado costosas para la mayoría de los compradores. Este sería de 1.713 euros en promedio, haciendo que incluso los pisos de menor tamaño superen con creces los 70.000 euros.
Según reportajes de prensa, este sería uno de los motivos por los que estaríamos viendo un crecimiento en el mercado de las reformas del hogar, con muchas personas optando por remodelar sus espacios para apaciguar la necesidad de comprar una vivienda, y con otras haciéndolo para brindar una oferta mucho más atractiva para los posibles compradores.
El dinero proviene tanto de ahorros como de financiamiento bancario redirigido a tareas como la remodelación. Así lo afirman especialistas en finanzas, explicando que muchas personas utilizan préstamos personales o para el consumo con la finalidad de renovar sus espacios.
También revelan que es posible solicitar una ampliación de la hipoteca para llevar a cabo el proceso de renovación de espacios. Si bien es menos frecuente, también es posible encontrar financiamiento bancario diseñado específicamente para este objetivo.
Aunque el futuro económico de la región se mantenga imprevisible, distintas entidades financieras afirman que se espera una eventual caída en los precios de las viviendas debido a la insostenibilidad de la situación actual.
Bankinter es una de las empresas en augurar este panorama, previendo una caída del 3% para este año, y de al menos 2% en los precios para el 2024.
Ajustando los precios por la inflación, se podría estar hablando de una caída de más del 10% en los precios de las viviendas.
Ya a finales del año pasado, la entidad neerlandesa ING auguraba una caída del 3,4% para el 2023, con previsiones de una caída aún mayor para el año siguiente. Sin embargo, los ajustes parecerían estar tomando más tiempo de lo previsto, por lo que no existe seguridad de que la caída sea tal.