En lo que va del año, en el país se ha registrado una tasa de inflación del 3%. La Comisión Europea y el Banco de España estiman que continuará en ascenso y superará el 3.2% anual.
En este contexto, las familias españolas han recortado sus gastos para combatir el aumento generalizado de precios. Como el valor de los combustibles ha aumentado considerablemente, mantener el automóvil se ha vuelto más costoso.
Por ese motivo, muchos propietarios de vehículos están buscando seguros de coche baratos. Al momento de contratar un nuevo seguro, deben tener en cuenta qué variables son consideradas para establecer el precio de las pólizas y qué deben hacer para que esa suma sea lo más baja posible.
El principal factor que se tiene en cuenta al momento de determinar el precio de la póliza es el modelo del automóvil. Se considera su valor de mercado, sus características de seguridad y los índices de distintos tipos de siniestros asociados a ese modelo.
Por ejemplo, la tasa de robos. Según un estudio realizado por la Unión Española de Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras, los coches más robados en el país son el Seat Ibiza, el Volkswagen Golf, el Seat León y el Ford Focus. Por el contrario, los automóviles menos robados en España son el Fiat Panda y el Peugeot 2008.
Si quieres pagar menos por tu seguro, al comprar un coche considera la marca y el modelo. Busca un modelo con cuyo valor de mercado no sea muy elevado, que cuente con mejores características de seguridad y que posea un índice de siniestralidad más bajo.
La diferencia de precio entre el seguro contra terceros obligatorio y un seguro contra todo riesgo es abismal. En la página de https://www.arpem.com/seguros-coche/ se pueden encontrar coberturas básicas a partir de 122 euros anuales, mientras que las coberturas contra todo riesgo pueden llagar a superar los 1.000 euros para algunos perfiles.
Contrata un seguro que tenga la cobertura que tú necesitas. Evita pagar de más por riesgos a los que tu coche no está expuesto y servicios adicionales que no vas a utilizar. Lee la póliza detalladamente y solicita un descuento si decides eliminar algunas cláusulas.
El grado de exposición del vehículo a ciertos riesgos altera el precio de la prima. Instala una alarma en el coche, colócale un sistema de rastreo satelital y guárdalo en un garaje.
Las aseguradoras consideran que estos tres factores reducen las probabilidades de experimentar choques y sufrir robos. Debido a eso, asignan primas más bajas a los vehículos que los respetan.
Las aseguradoras toman en cuenta el tipo de uso que se le da al vehículo, el kilometraje recorrido y la zona de circulación para establecer el coste de la prima. Notifica a la compañía de seguros los cambios de uso que puedan derivar en bonificaciones y descuentos.
Por ejemplo, si has dejado de usar tu vehículo con fines laborales y a partir de ahora lo utilizarás exclusivamente para uso personal; si comenzarás a usar el transporte público los días hábiles y conducirás el coche solo los fines de semana; o si dejarás de concurrir a municipios con altos índices de robos como Sevilla. Todos estos cambios reducen la probabilidad de siniestros y, en consecuencia, la prima a pagar.
A nivel estadístico, aspectos como el género, el estado civil, la edad y la experiencia al volante de las personas deriva en una mayor o menor probabilidad de siniestro. Debido a eso, al momento de fijar la prima, las aseguradoras tienen en cuenta las características personales del conductor del vehículo.
Consideran que los hombres son más imprudentes que las mujeres, que las personas solteras se arriesgan más al conducir, y que los jóvenes tienen más probabilidades de chocar debido a su inmadurez e inexperiencia. Por lo tanto, una mujer casada de 40 años pagará menos prima que un hombre soltero de 25.
Cabe aclarar que todas las personas que van a conducir el vehículo deben figurar en la póliza. Sin embargo, siempre que puedas designa como conductor principal a la persona que tenga un perfil de riesgo bajo e incluye a las personas con perfiles de riesgo más altos como conductores adicionales.
Tú como asegurado te comprometes al pago de una prima. Por su parte, la compañía, en su carácter de aseguradora, se obliga a indemnizarte si sucede un siniestro contemplado en la póliza.
En las pólizas a todo riesgo puedes contratar una franquicia de modo que, en caso de accidente, tendrás que asumir parte del siniestro hasta el importe de dicha franquicia. De este modo, la franquicia ayuda a reducir el coste de la prima que abones. Cuando menor sea la franquicia, mayor será el coste de la prima.
Para pagar una prima reducida debes hacer lo contrario. Asume parcialmente el coste de los daños en caso de siniestro mediante la contratación de un seguro con franquicia.
Además de todo esto, recuerda que debes evitar el fraccionamiento del pago. Abona la prima anual de forma íntegra siempre que cuentes con el dinero suficiente para hacerlo.