Economía

Funcas revisa las previsiones para 2016-2017

Miércoles 21 de septiembre de 2016
Mejora la estimación de crecimiento del PIB para este año hasta el 3,1% y mantiene sin cambios la del próximo en el 2,3%. El déficit en 2017, si se prorrogan los Presupuestos, sería del 3,6%, medio punto por encima de los nuevos objetivos fijados por Bruselas. Los expertos ven insuficiente el crecimiento por sí solo para afrontar los dos grandes retos de España: desempleo y deuda pública.

La prórroga de los actuales Presupuestos Generales del Estado y la ausencia de nuevas medidas pueden complicar la evolución de la economía española en los próximos meses, en la medida en que se prevé una nueva desviación del déficit y se van confirmando los síntomas de desaceleración. En este contexto, Funcas ha revisado sus previsiones económicas, que han presentado hoy el director general, Carlos Ocaña, y el director de Coyuntura y Estadística, Raymond Torres.

Para este año Funcas ha mejorado una décima su estimación de crecimiento del PIB, hasta el 3,1%, prácticamente el doble del conjunto de la zona euro, que crecerá el 1,6%. No obstante, la confirmación de las señales de debilitamiento registradas en los últimos meses llevará a una desaceleración en 2017, con un crecimiento estimado del 2,3%, sin cambios respecto a la anterior previsión y medio punto más que en la zona euro. La ralentización procederá de la demanda nacional, sobre todo, del consumo de los hogares y de las administraciones públicas.

El crecimiento del consumo privado perderá fuerza por la desaceleración que ya ha comenzado a notarse en la creación de empleo, por el estancamiento de los salarios y por el agotamiento del impacto de los recortes en materia de IRPF. Además, la renta disponible de los hogares podría verse afectada en caso de un repunte del precio del petróleo.

El consumo público tendrá una evolución moderada debido al fin del ciclo electoral y la necesidad de reducir el déficit. La posible prórroga de los Presupuestos, como consecuencia de la falta de acuerdo entre las fuerzas políticas para formar un gobierno, provocaría la congelación de algunas partidas de gasto. En un entorno internacional con nuevas turbulencias, la desaceleración responde también a factores externos.

El crecimiento de las exportaciones, motor esencial de la recuperación económica, podría acusar el debilitamiento de las economías emergentes así como los efectos directos e indirectos del Brexit. La pauta prevista para el crecimiento económico se reflejará en el mercado laboral. Funcas estima que en 2016 el empleo crecerá en torno al 2,6%. Para 2017 lo hará a un ritmo menor, del 2%.

La tasa de paro, aunque en disminución, seguirá en un nivel elevado, casi el doble que en la zona euro. La parálisis en materia de política económica conduce a prever un déficit del 3,6% del PIB en 2017, es decir, una desviación de medio punto respecto a los nuevos objetivos, que son el 4,6% en 2016, el 3,1% en 2017 y el 2,2% en 2018, según el acuerdo con la Comisión Europea.

La previsión ya incluye las medidas anunciadas sobre el calendario de los pagos del Impuesto de Sociedades. Para este año, Funcas también ha revisado sustancialmente al alza las previsiones de déficit de las administraciones públicas. Ahora estima que alcance el 4,6% del PIB, es decir, 0,8 puntos por encima de lo esperado inicialmente. Estas previsiones se han realizado bajo dos supuestos de política macroeconómica: unas condiciones monetarias sin cambios y un esfuerzo en materia presupuestaria para mejorar el cumplimiento de los objetivos de déficit público pese a la compleja situación política y la falta de Gobierno.

Desafíos a medio plazo

Funcas ha presentado por primera vez previsiones a medio plazo, que arrojan que el paro seguirá en el 14% en 2020 y la deuda pública en el entorno del 100% del PIB. Para Funcas el crecimiento de la economía por sí solo será insuficiente para que España haga frente a dos de sus principales retos: la creación de empleo de calidad y la reducción de la deuda pública. En opinión de los expertos, "se requiere una estrategia con medidas específicas y sostenidas en el tiempo".

En cuanto al desempleo, Funcas constata que el déficit de empleos es patente. Sólo el 65% de la población de 16 a 64 años -el núcleo central del mercado laboral- tiene una ocupación.

La tasa de ocupación se sitúa 10 puntos por debajo de los países más exitosos y aunque la proyección para 2020, bajo el supuesto de políticas sin cambio, es de un aumento de esta tasa, no alcanzará los estándares europeos. "El 14,3% de la población activa seguiría en el paro en 2020, mientras que una de cada cuatro personas en edad de trabajar permanecería en la inactividad", señalan las previsiones. Para Funcas algunas de las soluciones al déficit de empleos de calidad pasan por facilitar la participación en el mercado laboral de jóvenes, mujeres y mayores de 55 años.

En cuanto a la deuda pública, en porcentaje del PIB rompería su tendencia al alza y en 2020 se situaría en un nivel próximo al de 2016. La disminución del gasto en prestaciones por desempleo -en línea con la bajada del paro- se vería compensada por un aumento del gasto en pensiones y sanidad, en consonancia con el envejecimiento de la población. Por otro lado, si se produce una subida gradual de los tipos de interés por parte del BCE las cargas financieras apenas aumentarían.

La recaudación, por su parte, aumentaría ligeramente por encima del crecimiento del PIB para reflejar la normalización anticipada de los ingresos en concepto de impuesto de sociedades. El escenario contemplado en estas previsiones no contemplan modificaciones sustanciales de impuestos. Una normalización más rápida de la política monetaria repercutiría sobre el pago de intereses y provocaría un nuevo aumento de la deuda pública.