El Dr. Julián Álvarez imparte mañana, 15 de octubre, una conferencia en Barcelona sobre cómo mejorar la nutrición y la salud en el siglo XXI. Esta ponencia forma parte de la gira anual de Herbalife por distintas ciudades españolas.
Nuestro cuerpo está en continua renovación.Tanto es así, que se estima que al menos el 98% de nuestro cuerpo se restaura completamente cada dos años. Para dichas reconstrucciones necesitamos materia prima y ésta proviene sobre todode los alimentos que ingerimos. Pero, ¿somos realmente conscientes de lo que comemos? El Dr. Julián Álvarez, especialista en Medicina Deportiva, nutricionista y miembro del Consejo Asesor de
Herbalife, imparte mañana una conferencia dirigida a mejorar la información que manejamos sobre la conexión entre salud y nutrición y los cambios que se están produciendo al respecto en el siglo XXI. Esta conferencia está englobada dentro del contexto de la gira anual realizada por Herbalife en distintas ciudades.
Es de sobra conocido que una nutrición deficitaria y unos hábitos alimenticios poco saludables tienen consecuencias en el estado físico y mental de las personas. Sin embargo, a menudo nos confiamos en que los problemas derivados de la malnutrición son cosa del pasado y olvidamos que el objetivo primordial de la comida sigue siendo aportar a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios para que esa reconstrucción del organismo se lleve a cabo de la manera adecuada y así gozar de una buena salud y vivir a pleno rendimiento en nuestro día a día.
Muchas veces buscamos más un aporte calórico rápido y a bajo costeo un sabor atractivo, y no nos preocupamos por la materia prima que realmente le estamos proporcionando a nuestro cuerpo. Por ese motivo, el Dr.Julián Álvarez, proporcionará algunas unas pautas para cuidar la nutrición en la conferencia organizada por Herbalife mañana en Barcelona.
“Asistimos a un fenómeno que se ha denominado ‘transición nutricional global’, reflejado en modelos alimentarios como el ‘fastfood’ en los cuales olvidamos el valor nutricional de la comida en aras de la economía y/o el placer,” explica el Dr. Álvarez.
“Prevalece la caloría barata como respuesta a ese mercado alimentario poco concienciado y esto, además, conlleva una pérdida de la cultura gastronómica. Para revertir esta situación, deberíamos aprovechar los avances de la ciencia de la nutrición para desarrollar modelos de alimentación saludables dentro de un sistema de producción sostenible, rescatando los valores de la gastronomía –temporalidad, carácter y proximidad- y utilizando suplementos que complementen a esos modelos cuando fuera necesario.”
¿Somos lo que comemos? Unos consejos básicos sobre cómo alimentar de manera consciente a nuestro cuerpo
Pensar en lo que comemos. Tomar conciencia de la situación es siempre el primer paso para solucionar un problema. En una sociedad en la que los alimentos ya no escasean y en la que el ritmo ajetreado y el estrés nos muestran la comida muchas veces como un premio, es fácil priorizar un determinado ’capricho’ o un plato rápido. Si hiciéramos un registro, si apuntásemos, durante una semana todo lo que ingerimos cada día, veríamos que a menudo ingerimos alimentos de manera inconsciente, emocional. No debemos olvidar que nuestros desayunos, almuerzos, meriendas y cenas han de aportarnos los nutrientes necesarios para nuestro cuerpo y mente y, por tanto, han de ser equilibrados y saludables.
Marcarnos nuestras propias metas. No todos los seres humanos somos iguales e igualmente tenemos necesidades nutricionales diferentes. Una alimentación saludable pasa por tener en cuenta estas singularidades, así como posibles carencias o excesos, e intentar comer en consecuencia. Una persona con sobrepeso, un diabético, o una persona con anemia han de plantearse su alimentación de manera diferente, siempre buscando ayudar a su organismo proporcionándole los nutrientes necesarios en la cantidad apropiada para mantener un buen estado de salud.
Ser responsables. Comer de manera responsable no significa dejar de disfrutar de los placeres de la gastronomía, simplemente tenemos que añadir cabeza a lo que ponemos en nuestro plato. Gracias al desarrollo de la sociedad de la información podemos tener a nuestro alcance los conocimientos necesarios para saber qué alimentos debemos ingerir y en qué proporciones, pero muchas veces hacemos la vista gorda. La dieta mediterránea es un ejemplo de dieta saludable y apetitosa.
Tener paciencia. La clave para las personas que tengan que mejorar su dieta está en la constancia. Empezar una dieta no es tan difícil, sin embargo, es vital que mantengamos un nuevo modelo de alimentación basado en los buenos hábitos. Nuestro cuerpo no es un proyecto temporal, es nuestro vehículo para toda la vida y aportarle los nutrientes necesarios ha de convertirse en uno de los hábitos más importantes de nuestra día a día.
Como todo en la vida, mejor acompañado. Una meta complicada es más difícil de alcanzar de manera individual que con el apoyo de un equipo. Esto sucede también con la alimentación, por lo que es importante promover una alimentación saludable y rica en nutrientes desde la familia y la comunidad.
“Casi resulta más fácil enseñar a comer a todo un equipo de baloncesto que a una sola persona, porque el apoyo del grupo añade un extra de voluntad y responsabilidad. La sociedad muchas veces nos dirige a hábitos y prácticas incluso contrarios a una buena nutrición, por eso es vital salvaguardar estos principios porque, en el fondo, somos una consecuencia de lo que comemos”, indica el Dr.Julián Álvarez.