Aparte de las principales monedas, las variaciones más pronunciadas se dejaron ver en el peso mexicano, que repuntó como consecuencia del desplome de Trump en las encuestas; y en la corno sueca, que sufrió una profunda venta masiva, erosionada por unos datos de inflación sorprendentemente débiles.
Después de un par de semanas marcadas por la escasez de información, se espera que en los próximos días el escenario actual se vea impactado por nuevas noticias, ya que los medios publicarán diversos datos de gran relevancia y comunicaciones sobre las próximas medidas en materia de política monetaria.
¿QUÉ ESPERAMOS ESTA SEMANA?
La noticia principal será la reunión que celebrará el BCE el jueves, donde esperamos que el presidente Draghi rechace cualquier postulado para reducir las políticas de estímulo aplicadas por el organismo que dirige, bajo el argumento de que es demasiado prematuro para el euro. Los datos sobre la inflación del Reino Unido, que se publicarán el martes, brindarán los primeros indicios sobre el efecto que tiene en los precios la devaluación sufrida por la libra después del Brexit. Otros acontecimientos de los que estar pendientes serán la reunión política del Banco de Canadá, los datos de empleo de Australia y la actualización de la calificación soberana de Portugal.
PRINCIPALES MONEDAS EN DETALLE:
EUR
Pocos datos vieron la luz la semana pasada aparte de un nivel de inflación débil, que se situó alrededor del escaso 2% al que nos tiene acostumbrada la Eurozona. Sin embargo, la reunión que celebrará el BCE esta semana, reviste mayor importancia. Esperamos que Mario Draghi rechace de forma tajante cualquier iniciativa para reducir la compra de activos, lo que podría afectar negativamente al euro. Además, cabe destacar que los países periféricos de la Eurozona vuelven a estar en el centro de atención. La agencia de calificación publicará la nota actualizada de la deuda soberana de Portugal y existe la posibilidad de que la rebaje a bono basura. Ello, a su vez, provocaría que el país pierda el acceso a varios programas del BCE. Al mismo tiempo, las miradas también apuntarán a otros dos escenarios, esto es, el referéndum italiano de diciembre sobre la reforma de la constitución y el intento final para la formación de gobierno en España después de todo un año en el limbo. En términos generales, creemos que esta combinación de factores dibuja un futuro poco alentador para la moneda común.
GBP
A pesar de la volatilidad actual, existen ciertos datos alentadores que dejan entrever que, durante los próximos siete días, la libra esterlina se estabilizará frente a las divisas europeas: aunque siguió los pasos de estas en su venta masiva generalizada frente al dólar estadounidense. Tenemos ante nosotros una semana cargada de información. El martes, obtendremos el dato de la inflación del Reino Unido correspondiente al mes de septiembre, y esperamos que este se sitúe por encima de las expectativas, lo que forzará que los mercados comiencen a calcular de forma exhaustiva los costes que traería consigo cualquier nuevo recorte que pudiera aplicar el Banco de Inglaterra. En nuestra opinión, este panorama, junto a una libra marcada en la actualidad por un valor extraordinariamente reducido y a los niveles históricos en posiciones cortas frente a la divisa que se registran en los mercados, hace complicado que la moneda pueda depreciarse mucho más.
USD
Las cifras relativas a la inflación que se publicarán el martes y el tercer y último debate para las elecciones presidenciales del miércoles podrían suponer un nuevo impulso para la tendencia alcista que viene registrando el dólar. Es muy posible que la inflación nos sorprenda al alza, ya que sostenemos que las expectativas de los economistas no reflejan totalmente el reciente incremento de los precios de la energía. Por su parte, el debate podría dar fin a la candidatura de Trump que, llegados a este punto, parece haberse rezagado demasiado como para que pueda recuperar la distancia perdida. En conjunto, estos acontecimientos deberían teóricamente allanar el terreno para que la Reserva Federal aplique una subida de los tipos en noviembre o diciembre de este año y, a partir de entonces, en dos o tres ocasiones anuales, lo que aún se sitúa muy por encima de lo que reflejan los mercados.