Tercera semana consecutiva con anuncio de una nueva vacuna contra la Covid 19. Esta semana ha sido la de Oxford y Astrazeneca con un 70% de efectiva. La semana pasada fue la empresa estadounidense Moderna quien anunció que su vacuna experimental contra la covid tiene una eficacia preliminar del 94,5%. id:65409
Se continúa realizando un ensayo con 30.000 personas en EE UU. La mitad de los participantes ha recibido la vacuna y la otra mitad una inyección de agua con sales como placebo. El primer análisis se ha realizado tras detectar 95 infecciones sintomáticas, 90 de ellas en el grupo que no recibió el medicamento. El estudio preliminar ha concluido que no hubo problemas de seguridad significativos.
Las autoridades europeas ya han llegado a acuerdos preliminares para comprar más de 1.200 millones de dosis de diferentes vacunas experimentales, además de la de Moderna, también con la desarrollada por la Universidad de Oxford y la farmacéutica británica AstraZeneca, la del tándem BioNTech-Pfizer, la de la biotecnológica alemana Curevac, la de la estadounidense Johnson & Johnson y la creada por la multinacional francesa Sanofi y la británica GSK. Hay más de 200 vacunas experimentales diferentes contra la covid, según las cifras de la Organización Mundial de la Salud, y medio centenar de ellas ya se están probando en humanos.
Once candidatas están en la recta final, con ensayos en decenas de miles de voluntarios. Aún existen muchas dudas, como cuánto tiempo durará la inmunidad de las vacunas, pero de momento parece que vamos por buen camino. Hasta ahora la comunidad científica no se había atrevido a ponerle fecha al fin de la pandemia. Pero desde la semana pasada algunas opiniones afirman que la normalidad podría llegar a occidente en el verano de 2021. No obstante, una cosa es clara: Hasta entonces queda un largo camino por recorrer.
Y como vivimos en una sociedad de contradicciones y polémicas, en los últimos días asistimos a un creciente debate sobre quién debe vacunarse y la posible obligatoriedad de la vacunación para la población. En este sentido, si bien la vacunación en España es voluntaria, la mayor parte de los expertos opinan que, llegado el momento, se podría obligar a vacunar sin necesidad de cambiar la legislación, aunque también se advierte de que la obligatoriedad podría tener un efecto más perjudicial que beneficioso en un país con una de las tasas más altas de vacunación del mundo y de que el problema, al menos en un primer momento, no será que haya personas que no se quieran vacunar, sino que no habrá vacunas para todos los que quieran o necesiten hacerlo.