El agua es, curiosamente, gran protagonista en la Ruta del vino Cigales
lunes 14 de noviembre de 2016, 07:00h
El Canal de Castilla es uno de los atractivos turísticos y deportivos del recorrido.
La Ruta del Vino Cigales vincula el vino de la DO Cigales con su cultura, historia, patrimonio, tradición, gastronomía y paisaje en todos los municipios que recorre. En cada rincón de la Ruta hay experiencias que enamoran y es posible vivir unas sensaciones irrepetibles. Aquí hay lugares atractivos para visitar disfrutando la tranquilidad y familiaridad de sus rincones. La Ruta del Vino Cigales también dispone de alojamientos con encanto, aportando calidad y profesionalidad. Todo ello rodeado de unos bellos parajes y una rica gastronomía.
Hay que descubrir un paisaje de campos y viñedos que permiten disfrutar del momento. Este paisaje cambia constantemente, tanto en color como en sensaciones. El turista dispone de una oferta muy variada de actividades, ideales para toda la familia, que complementa su estancia en la Ruta. Pasear por los viñedos, los cortados de Cabezón, las riberas del Pisuerga o las sirgas del Canal de Castilla constituyen una experiencia inolvidable.
Precisamente el Canal de Castilla da a la Ruta del Vino Cigales un carácter único ya que aunque el Canal tiene 207 kilómetros de recorrido y atraviesa las provincias de Valladolid, Palencia y Burgos en sus tres ramales, solo discurre por 28 kilómetros dentro de la Ruta del Vino Cigales (Dueñas, Cubillas de Santa Marta, Trigueros del Valle, Corcos, Cabezón de Pisuerga, Cigales y Fuensaldaña). La única denominación de origen de vino por la que transcurre el Canal de Castilla es la D.O. Cigales, ofreciendo conjuntamente un magnífico y diverso complemento del Canal vinculado con el enoturismo.
Mitad patrimonio, mitad paisaje, el Canal de Castilla constituye una auténtica sorpresa en el interior de Castilla y León. Es una ambiciosa obra de ingeniería, iniciada a mediados del siglo XVIII y concluida un siglo después, fruto de la imaginación y el empeño de un puñado de ilustrados que pretendían dar salida al mar a los cereales de los campos de Castilla. Hoy en día, su uso para el regadío se complementa con el interés de visitantes y excursionistas por su oferta cultural y de naturaleza.
Una ruta de creciente interés
La ruta que recorre el Canal de Castilla es uno de los destinos turísticos de naturaleza que mayor auge está adquiriendo en los últimos tiempos. Es una ruta con trayectos prácticamente llanos, muy indicada para disfrutarla en familia. Para recorrerlo se utilizan los antiguos caminos de sirga del Canal, que servían para que los animales de carga pudieran tirar con sogas de las barcazas que recorrían el canal. Hoy en día, puede realizarse el trayecto o distintas etapas a pie (unos 8 días, si se marcha a una media de 25-30 km por día), en bicicleta (unos 4 días, doblando el kilometraje), e incluso en piragua, para lo que hay que pedir permiso.
Dos son los principales atractivos turísticos que se encuentran en esta ruta. En primer lugar, la fauna y la flora. Junto al Canal aparecen a menudo bosques de ribera, que refrescan en verano, al igual que las charcas y humedales que conforman un ecosistema de gran valor ecológico. Su fauna es, así mismo, muy variada: aves como la garza imperial y el aguilucho lagunero, mamíferos acuáticos como la nutria y la rata de agua, reptiles y peces de todo tipo. En segundo lugar, las construcciones, edificios y obras de ingeniería propias del Canal, que constituyen un conjunto etnográfico de notable interés y muy variado. Un ejemplo inacabable de dársenas, acueductos, esclusas, arcas y arquetas de riego, postes leguarios, viviendas de obreros, molinos y fábricas de harina, presas, puentes y almacenes. En la actualidad, diversas localidades canaliegas como Alar del Rey, Herrera de Pisuerga, Melgar de Fernamental, Frómista, Abarca de Campos, Palencia o Medina de Rioseco disponen de centros o enclaves turísticos aprovechando las instalaciones del Canal de Castilla.
La Ruta del Vino Cigales en colaboración con la Oficina de Turismo de Cigales y los clubes de piragüismo Club Canoe de Valladolid, Club Racing de Valladolid, Club Cisne de Piragüismo de Valladolid, Club Piraguismo Tudela de Duero, Club Palentino de Piragüismo organizó recientemente una interesante actividad vinculando el piragüismo en el Canal de Castilla con la posterior visita a la Bodega Hiriart donde se ofreció un pequeño almuerzo a los piragüistas. Acompañó la actividad el medallista olímpico Narciso Suárez, Vicepresidente de la Federación española de Piragüismo.
Los piragüistas disfrutaron del paseo junto a pescadores y ciclistas que contemplaban el bonito espectáculo desde las sirgas. El Canal de Castilla es un perfecto complemento enoturístico en la zona, para realizar cicloturismo, senderismo, a caballo o actividades de ocio. En la Ruta del Vino Cigales se puede disfrutar de rincones magníficos como las esclusas 37 a la 40 (de Dueñas, Cubillas y Corcos); los acueductos de Culdeque, Valdesanjuan, Mucientes y Sopeña; los leguarios de Dueñas, Corcos o Cabezón de Pisuerga; los puentes de Palazuelos y Cigales; el mirador sobre el río Pisuerga o el magnífico Monasterio de Santa María de Palazuelos, que se encuentra a 300 metros del Canal.
Una mayor promoción
Esta actividad está incluida en el trabajo de promoción “Enoturismo del Canal de Castilla” que se está realizando desde la Ruta del Vino Cigales para dinamizar el ramal sur desde el punto de vista del enoturismo. En verano se celebró una cata de vinos DO Cigales (el vino del Canal), en la esclusa 40. Asimismo en INTUR, a finales de noviembre, se presentará el vino promocional y el folleto divulgativo, todo ello complementado con la señalización en el propio Canal que refleje la vinculación de los territorios al vino. Por otro lado, este recorrido se incluye dentro de la red europea Eurovelo1 que recorre el Canal desde Frómista hasta Valladolid y que se señalizará el año que viene.
El vino es un elemento que ha estado vinculado al Canal desde sus orígenes en este territorio. En 1786, el viajero inglés Joseph Towndsend ya escribió sobre la importancia del Canal para aumentar los beneficios en los vinos de la zona. En el siglo XIX trabajadores del Canal recibían cántaros de vino en señal de agradecimiento por el duro trabajo realizado. También en las localidades aledañas se realizaban ventas de vino a los trabajadores como ocurrió en la cuesta de Revenga en Mucientes a los obreros que sacaban piedra para el Real Canal de Castilla.
Las barcazas servían de transporte para las vigas que se usaban en las prensas de las bodegas subterráneas siendo de haya, olmo o roble y que se encontraban en el norte de Palencia al carecer de madera en las zonas más cercanas. También el Canal servía para transportar barriles, excedentes de vino, bien de primera clase (embotellado) o bien de tercera clase (a granel) para suministrar a los diversos consumidores existentes, especialmente a los puertos de Santander y Bilbao. En la actualidad, existen viñedos de diversas bodegas que son regados por el agua del Canal de Castilla.