Suministrar y promover el uso de preservativos y lubricantes, ofrecer la prueba de VIH en los espacios que frecuentan las poblaciones clave, así como ampliar el acceso a las profilaxis pre-exposición (PrEP) y post-exposición (PEP) son algunas de las principales medidas que conforman la estrategia de prevención combinada y que, de reforzarse, podrían terminar con el sida como problema de salud pública en 15 años.
Las otras medidas incluyen testear y tratar a todas las embarazadas positivas y sus recién nacidos para eliminar la transmisión del virus de madre a hijo, brindar tratamiento para todos los que lo necesitan, poner fin al estigma y la discriminación, ofrecer las pruebas y tratamiento para otras infecciones de transmisión sexual e incrementar el financiamiento.
“El VIH sigue siendo una amenaza para la salud mundial y requiere una respuesta regional y global estratégica”, afirmó Carissa F. Etienne, Directora de la OPS. “Debemos intensificar los esfuerzos en prevención combinada, detección temprana y acceso a tratamiento, ejes fundamentales para detener la transmisión del virus en los próximos años”, señaló.
Dos millones de personas viven con VIH en América Latina y el Caribe. Cada año, 100.000 personas adquieren el virus y 50.000 pierden la vida por causas relacionadas con el sida. Entre 2000 y 2015, las nuevas infecciones se redujeron un 25% y las muertes un 23%. Sin embargo, en los últimos cinco años, se registró un leve incremento de casos (0,7%), en particular, entre los hombres.
Acelerar la respuesta al VIH/sida en las Américas tiene la meta ambiciosa de reducir en un 74% los casos nuevos de VIH para 2020 y disminuir en un 62% las muertes relacionadas con sida en la región, lo que allanaría el camino para el fin de la epidemia en 2030. La OPS y sus países miembros acordaron este año un nuevo plan para avanzar en ese camino.
“Hoy, contamos con más herramientas para prevenir las nuevas infecciones, diagnosticar a todos los que viven con el virus y no lo saben, y tratar a todos lo más pronto posible para preservar su salud”, sostuvo Marcos Espinal, director del Departamento de Enfermedades Transmisibles y Análisis de la Salud de la OPS. “La acción acelerada de estas y otras medidas puede llevar a la epidemia al nivel más bajo que se pueda alcanzar”.
La campaña de la OPS está en línea con la Estrategia Mundial del Sector de la Salud contra el VIH de la OMS, la declaración de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas para poner fin al sida, así como con los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la campaña del Día Mundial 2016 de ONUSIDA, que pone el acento en la prevención, una de las medidas para terminar con el sida en 2030.