En procesos industriales de temperatura crítica, la radiometría térmica puede proporcionar una advertencia a tiempo para prevenir incidentes con efectos potencialmente catastróficos. Esto puede resultar crucial en la industria pesada y en los sectores mineros. También puede ser indispensable en la supervisión de máquinas en instalaciones industriales y centrales eléctricas, subestaciones y componentes de líneas eléctricas.
Utilizando ventanas de TR (radiometría térmica), o la imagen completa del sensor térmico de la cámara, es posible definir fácilmente hasta 20 activadores de temperatura para detectar posibles incendios o fuentes de calor peligrosos. También es posible calibrar los sensores térmicos a fin de evitar la interferencia de factores ambientales, como la reflexión o la temperatura del aire, lo que los hace más precisos que nunca.
El sensor térmico MOBOTIX mide rangos de temperatura de -40 °C a + 550 °C, con una resolución térmica de ±0,2 °C (50 mK). Si la temperatura es inferior o superior a los límites o rangos de temperatura predefinidos, se activa automáticamente una alarma.Entonces, se puede obtener una vista en vivo de la zona afectada. Las imágenes se pueden ver desde un centro de supervisión de alarmas, a través de un navegador web o mediante la aplicación de MOBOTIX, dependiendo de cómo se hayan instalado las cámaras. Esto facilita el inicio de una intervención y también permite una supervisión de las instalaciones remota y rentable.
Los sistemas de cámaras térmicas duales de MOBOTIX contienen un sensor térmico y un sensor de imagen estándar. Esta característica permite una superposición térmica sobre las imágenes regulares, lo que contribuye a localizar los puntos calientes en la imagen visual y prevenir daños mayores.
Las cámaras exteriores de MOBOTIX, como la M15 y la S15, también resultan ideales para ubicaciones exteriores. Con certificación IP66, se someten a una prueba de esfuerzo a temperaturas comprendidas entre -30 °C y +60 °C (-22 °F y +140 °F). Sin calefacción ni refrigeración, y sin piezas móviles (por ejemplo, autoiris), prácticamente no requieren mantenimiento alguno. Asimismo, su arquitectura descentralizada implica que las imágenes de alta calidad se procesan y comprimen en la propia cámara, de modo que no se requiere un ordenador central y la carga de la red es mínima.