La explosión de la ‘burbuja del ladrillo ‘a partir de 2008, los cambios demográficos y la mayor movilidad laboral explican que cada vez más ciudadanos opten por la vivienda en alquiler. Al comienzo de la crisis, tan sólo el 7,7% del parque residencial nacional era en régimen de alquiler. Hoy el porcentaje ha subido a cerca del 23% y la progresión no se detiene.
La combinación de datos del Banco de España, del Instituto Nacional de Estadística, de la UE, así como de las principales tasadoras de pisos lo confirman: la vivienda en alquiler ha dejado de ser una opción residual, a ser vista como una clara alternativa, tanto en su vertiente residencial, como desde el punto de vista de inversión financiera para el arrendatario.
Los datos nacionales de vivienda en alquiler se aproximan cada vez más a la media europea y asciende ya al 30% del parque residencial
Un estudio de la consultora bilbaína Kategora, especializada en la gestión de activos inmobiliarios tanto en el mercado nacional, como en ciudades del centro de Europa, pone de manifiesto el progresivo incremento de las viviendas en alquiler como opción residencial. Y prevén que estas tendencia se mantenga durante 2017, después de crecer un 10% en el año que acaba de finalizar.
Los autores del estudio recuerdan que hace ahora diez años, justo antes de estallar la burbuja inmobiliaria, las viviendas en régimen de alquiler apenas suponían el 7% del total de viviendas residenciales (cuando la media europea superaba ampliamente el 20%), con una demanda que apenas crecía de año en año.
En la actualidad, el mercado de alquiler se ha dado la vuelta con una muy alta demanda (sólo en Bilbao, la demanda de alquileres se ha incrementado en un 30% en los últimos tres años) y una creciente disponibilidad de pisos bajo este modelo de propiedad. La vivienda en alquiler alcanza ya 22,7% del parque residencial, porcentaje que se acerca a la media europea situada el 30% del total.
Las razones que explican esta progresión tienen su origen en la explosión de la burbuja inmobiliaria hace 10 años. “Entonces -explica Nacho Espejo, responsable de producto de Kategora, el precio de la vivienda en propiedad alcanzó niveles estratosféricos- de más de 3.000€/m2 de media, frente a los poco más de 1.500€/m2 actuales; Aunque existen notables diferencias en los precios de alquileres entre la periferia y las grandes áreas metropolitanas como Madrid, Barcelona o Bilbao”.
A su juicio, la crisis económica, los altos niveles de paro y los cambios demográficos, con miles de parejas jóvenes que no pueden acceder a una vivienda en propiedad justifican también el cambio del modelo. “La gente -prosigue Espejo- no podía pagar esos precios, de ahí que la vivienda en alquiler comenzase a ser una alternativa viable”.
Los bajos tipos también influyen
Otras razones apuntadas que han propiciado que las viviendas en alquiler tengan cada vez más demanda son la creciente movilidad laboral por toda la geografía nacional, el estable marco jurídico del sector, el apoyo de las administraciones públicas a este modelo, el auge del alquiler turístico en grandes ciudades y, por supuesto, la caída de los tipos de interés hasta niveles mínimos.
Precisamente, los bajos tipos de interés (en la actualidad, el interés del Euribor a un año es del -0,08% mientras que la rentabilidad de Obligaciones a 10 años no llega al 1,4%) han permitido que muchos propietarios saquen masivamente pisos al mercado del alquiler a fin de superar este rendimiento como forma de inversión.
Kategora recuerda que los datos del Banco de España muestran que el alquiler de la vivienda residencial en España ha rentado en el último año un 4,4%, al que hay que sumar una revalorización media de los activos de casi otro 4%.
A juicio de este experto, hay productos de inversión como la venta con alquiler garantizado (pisos de gente mayor, con pocos ingresos y que vive en el centro de las ciudades que venden su vivienda a un inversor a precios de mercado y que siguen como inquilinos en su casa de toda la vida) con los que, con la ayuda de profesionales del sector y sumando los datos citados en el párrafo anterior, “se pueden llegar a obtener rentabilidades muy por encima de los niveles de inflación previstos, lo cual hace muy atractiva esta inversión”, destaca Nacho Espejo.
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