Actualmente, el mercado asegurador en España ofrece grandes oportunidades, aunque con grandes exigencias, como son: la amplia regulación existente, una feroz competencia y, sobre todo, la inmediatez y rapidez que exige la transformación digital que están acometiendo las compañías.
Asimismo, el sector sigue mostrando un desarrollo inferior al de la media europea. De hecho, el último informe emitido por la fundación Mapfre arroja una distancia de más de un 50% el nivel de aseguramiento real, respecto del necesario y beneficioso para la sociedad.
Este alto potencial de desarrollo se concentra sobre todo en el mercado de seguros de vida, debido a que la profunda crisis de los últimos años no ha ayudado a mejorar este ramo en particular, muy deteriorado por los bajos tipos de interés y la caída en la renta disponible de las familias. Esta situación viene exigiendo un nivel de innovación en los productos, que no parece haberse dado todavía.
Según Ana Pérez Ayuso, Principal de Applied Viability: “Este latente crecimiento del mercado es muy apetecible, pero es a la vez una ardua tarea. Hacen falta enormes esfuerzos para responder a la actual regulación, aprovechando su cumplimiento en beneficio de la esencia del negocio, los clientes”. Y añade, “hay que acometer una revolución tecnológica, absolutamente necesaria para conocer cuanto antes lo que pasa y ser capaz de responder en tiempo y calidad a las demandas del negocio. Además, se deben satisfacer las necesidades actuales innovando en productos, respondiendo a nuevos riesgos..”.
La competencia por el capital también pone presión sobre las entidades. los altos niveles de cobertura de capital que se ven en el mercado después de la entrada de Solvencia II, no parecen sostenibles en el tiempo. Es importante profesionalizar al máximo la gestión del negocio manteniendo niveles de capital suficientemente prudentes, pero buscando también rendimientos adecuados.
“Todos los actores involucrados son conscientes de la tremenda importancia del sector en la economía, por lo que cada uno tiene su nivel de responsabilidad desde el lugar que le corresponde, los reguladores, ejerciendo su función sin que un exceso injustificado de regulación perjudique la oferta del sector, pasando por las aseguradoras, creciendo en agilidad, cualificación y profesionalidad, hasta llegar a los clientes creciendo también en conocimiento y conciencia de sus necesidades. Todos tendrán que poner de su parte para aprovechar la oportunidad que está brindando el mercado asegurador en España”, concluye Ana Pérez Ayuso.
Si (
No(
