Dirigido a las empresas de pompas fúnebres, aseguradoras y particulares. El nuevo servicio también se destina a enfermos de Alzhéimer, enajenados mentales y viudos.
Eliminalia es la primera empresa española que acaba de lanzar al mercado su fórmula funeraria “Digital Bank” destinada a que los herederos de una persona fallecida puedan borrar de internet todo el pasado del difunto.
Por 300 euros, la compañía de referencia en España en el borrado de datos en internet ofrece crear las figuras de albacea yheredero digital con potestad para borrar el historial de los fallecidos tanto si el difunto lo ha dejado así estipulado por escrito como en el caso de que los herederos o albaceas decidan eliminar el histórico total o parcialmente.
En el últimoaño Eliminalia había tenido bastantes solicitudes de familiares de personas con enfermedades terminales, Alzhéimer y de fallecidos que mostraban interés en cómo cerrar sus cuentasy borrar sus datos e imágenes de las redes sociales. En algunos casos esta cuestión se vivía de forma aún más dramática al ver cómo el difunto seguía recibiendo mensajes automáticos de felicitación de cumpleaños, sugerencias de amistad, peticiones para actualizar su foto y continuaba etiquetado en múltiples blogs que evidentemente no se habían enterado de su fallecimiento.
Con este nuevo servicio, Eliminalia intenta evitar que la propia familia, albaceas o herederos tengan que pasar por el mal trago de asumir ellos mismos la revisión de la huella digital y todos los archivos públicos que pudieran estar referenciados en internet del finado y tramitar su desaparición digital.
Albacea y Heredero Digital
Eliminalia distingue elalbacea del heredero digital, toda vez que entiende que el albacea no es propietario del legado online del difunto sino mero gestor de su biografía terrenal en vida.
En ambos casos se establece un contacto de legado, que será la persona que el usuario ha elegido libremente y con plenas facultades mentales para ser su administrador onlineen vidao muertecon el fin de que vele por sus derechos digitales. Éste se encargará de gestionar su cuenta de usuario, modificarla o cerrarla, y de abrir una cuenta conmemorativa si fuera el caso. Será este albacea o heredero digital quien determine el destino final de los mensajes, fotos, artículos y comentarios publicados por y sobre el difunto en las redes sociales.
Se crea el Velatorio Digital Conmemorativo
Eliminalia también ofrece abrir una cuenta conmemorativa online con el nombre del difunto para rendirle homenaje, en donde amigos y conocidos podrán publicar palabras de recuerdo convirtiendo la red social en un velatorio digital. También se podrán enviar imágenes escaneadas, como flores, paisajes o algunas más personales de recuerdos vividos con el difunto.
Alzhéimer y otras demencias: preservar su dignidad en internet
Teniendo en cuenta que Google creó su motor de búsqueda en internet en 1998, LinkedIn se fundó en 2002, Facebook en 2004 y Twitter en 2006, los primeros internautas han ido también envejeciendo y algunos sufren hoy algunas patologías propias de una edad avanzada.
En este sentido, Eliminalia también ha detectado peticiones de gestión de cuentas online y de borrados de información en nombre de enfermos de Alzhéimer y otras enajenaciones mentales o debido al deterioro de determinadas facultades que se van agravando conforme pasa el tiempo.
En estos casos, los usuarios no se acuerdan exactamente de su perfil online y conforme avanza la enfermedad van cambiando su relación con el mundo. Las palabras empiezan a faltar, el lenguaje también es más fragmentario, y la facultad de concentración y atención disminuye. El resultado en las redes sociales suele dar una imagen al principio contradictoria del usuario y luego ridícula o insultante. Para los familiares y amigos de estas personas lo importante es preservar su dignidad, por lo que solicitan intervenir en internet en su nombre mientras dure su enfermedad y hasta el fallecimiento.
Viudos: volver a empezar también en internet
Otro colectivo que en los últimos tiempos ha mostrado interés en diluir su huella digital son las personas viudas que, en determinados casos, por propio interés o por presión de la nueva pareja, desean rehacer su vida y borrar todo o parte de su pasado anterior cuya visibilidad en internet puede ser motivo de fricción.
En algunos casos, si el usuario viudo además tenía en internet múltiples avatares y personalidades, la situación se complica más porque la nueva vida le conmina a no crear más incertidumbres sobre la verosimilitud de su identidad y, en consecuencia, abandonar gran parte de su biografía publicada en internet.
La complejidad de cancelar la cuenta de un difunto en Facebook, Google y Twitter
En la actualidad sigue siendo laborioso eliminar la huella digital en grandes plataformas como Facebook, Google y Twitter. Aunque los grandes operadores de servicios de internet ofrecen dentro de sus protocolos y normas de uso la posibilidad de cerrar la cuenta de un fallecido, el procedimiento suele alargarse meses.
Para ello es preciso aportar el certificado de defunción y el registro notarial de aceptación de herencia y ser considerado administrador de cuentas inactivas.
Estas gestiones y otras que algunos gobiernos autonómicos están pensando articular en España mediante futuros Registros de Voluntades Digitales serán también administradas por Eliminalia a través de su nuevo servicio Digital Bank.
Internet: un gran cementerio virtual
Eliminalia entiende que desaparecer de internet es un derecho y que, en consecuencia, empieza a ser urgente establecer canales para morir en internet y saber cómo poder hacerlo.
No cabe duda que internet muy pronto se convertirá en un cementerio virtual de millones de personas a tenor de que cada minuto se publican3 millones de comentarios en Facebook, 430.000 tuits y 50.000 fotos en Instagram. Por ello comienza a ser urgente dar respuesta a las preguntas ¿puedo morir en internet? y ¿cómo hacerlo?
Desaparecer de sí: debate intelectual en auge
El debate, por lo demás, es también intelectual y está removiendo el mundo de la cultura y del pensamiento. Por un lado, crece el número de personas que, de manera individual, desean aislarse del mundo conectado.Este fenómeno está siendo estudiado por ejemplo por el sociólogo de la Universidad de Estrasburgo David Le Breton, quien en su ensayo “Desaparecer de sí” (Ed.Siruela, 2016) habla precisamente de esta fenomenología de la desaparición del mundo actual.
En la misma línea cabría situar a los libaneses RabihMroué y Lina Saneh, que también este año han visto estrenada su obra de teatro 33rpm and a fewseconds (33 revoluciones por minuto y algunos segundos)” en el Pen WorldVoices Festival de Nueva York, evento literario creado por el escritor Salman Rushdie. La obra aborda una nueva narrativa sin actores en el escenario, donde sólo se ven objetos que se mueven y hablan,por ejemplo,conversaciones entre contestadores telefónicos. Para los autores, la única forma de morir en la era actual es estar fuera de los códigos del lenguaje social.
Para Dídac Sánchez, presidente de Eliminalia, “hemos querido dar un paso más porque cuando morimos, no lo hacemos digitalmente.Al ver a familiares y amigos en estas situaciones dramáticas lo importante es buscar soluciones rápidas y preservar la dignidad de estas personas que de una u otra forma ya no están en este mundo, también por tanto los enfermos de Alzhéimer y otras demencias”.
“A los que ya se han ido y a quienes han perdido su relación con el mundo les hemos de ayudar a preservar su dignidad”, afirma Dídac Sánchez.