Las insolvencias empresariales bajarán de nuevo en 2017 en España (-5%), aunque a un ritmo más moderado que en 2016 (-15%). A pesar de ello, el número de empresas que desaparecen al año en España es 3,5 veces más alto que en el periodo previo a la crisis.
Las insolvencias empresariales en España continuarán disminuyendo en 2017, aunque a un ritmo más lento que el año anterior (-5% en 2017 frente a -15% en 2016), según el análisis realizado por
SOLUNION a partir del último informe de su accionista Euler Hermes. Sin embargo, el número de empresas que han desaparecido en el último año en España sigue siendo 3,5 veces más alto que antes de la crisis.
El crecimiento del PIB se situará en el 2,3% en 2017 en España, después del 3,3% registrado en 2016. El consumo privado se reducirá ligeramente (2,4% en 2017 frente a 3,1% en 2016). El país necesitará realizar ajustes fiscales para hacer frente al déficit de la Seguridad Social, estimado en más de 2.000 millones de euros, lo que podría derivar en un aumento de los impuestos sobre sociedades.
En Europa Occidental aún queda camino por recorrer para la recuperación
La zona euro crecerá un 1,6%, debido a la combinación de tres factores clave: en primer lugar, la demanda interna: el consumo de los hogares seguirá creciendo, gracias a la recuperación del empleo y la disminución de los precios, lo que contribuirá a la reducción de las insolvencias en sectores como el comercio minorista, que ya registró una caída media de 8% en toda Europa en 2016. Esto además ayudará a la recuperación del sector de la construcción, que supone un 20% del total de insolvencias en la zona. En segundo lugar, un euro más débil (en torno a 1,05 dólares en 2017), que debería favorecer a los exportadores europeos. Por último, la combinación de políticas de apoyo, la continuación del QE por parte del BCE y una política fiscal más relajada, que favorecerá el crecimiento de las pymes.
Se prevé que el índice de insolvencia en Europa Occidental descienda a un 4% en 2017, después de haberse situado en un 5% durante 2016. Esta cifra supone una destacable desaceleración de la disminución de insolvencias, si la comparamos además con la de 2015, situada en el 13%.
La tendencia decreciente de las insolvencias a nivel global está llegando a su fin
Durante 2016 la deflación y la reducción de la demanda mundial pusieron en dificultades a las empresas. Sin embargo, se espera que 2017 sea un año marcado por el retorno moderado de la inflación a nivel global, lo que debería proporcionar un alivio, aunque limitado, para los volúmenes de negocio de las empresas. Por otro lado, las empresas se enfrentarán a un aumento de los costes de producción, a presiones para aumentar salarios y a condiciones financieras más rígidas. Las empresas absorbieron el shock de 2008 y 2009, aunque siguen siendo vulnerables a un entorno macroeconómico y financiero inestable. En 2016, se enfrentaron a grandes obstáculos:
- Una economía global deprimida (crecimiento real del PIB de +2,5% en 2016 frente al +2,7% en 2015).
- Una aguda desaceleración del comercio mundial (+1,9%).
- Una competencia feroz por los precios.
- Volatilidad en los tipos de cambio y en los flujos financieros internacionales.
“La tendencia decreciente de las insolvencias a nivel global está llegando a su fin”, indica Ludovic Subran, economista jefe en Euler Hermes. “Esto sucede porque el crecimiento mundial no está acelerando y se mantendrá por debajo del 3% en los próximos años. Por lo tanto, las empresas son más vulnerables a los impactos externos.”
Por su parte, Latinoamérica registra su quinto año consecutivo de aumento (18%) en las insolvencias a causa de la recesión en Argentina, Brasil y Venezuela, los bajos precios de las materias primas y la devaluación monetaria. En Asia Pacífico, la desaceleración china, el repunte de las insolvencias y el proteccionismo, afectarán más a las empresas durante 2017. En Norteamérica, se acerca el fin de la tendencia estable de caída de las insolvencias.
“Las insolvencias empresariales aumentan en la región de Asia Pacífico y en América, mientras que la mejora de Europa se desinfla. Esperamos que las insolvencias aumenten un 1% en 2017”, señala Subran.
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