Gestha respalda el plan del Gobierno de vigilar más la tributación de las grandes empresas y fortunas

Ante el nuevo Plan de Control Tributario para 2017 presentado este jueves por la AEAT, Gestha respalda el cambio de planteamiento del director general de la Agencia Tributaria (AEAT), Santiago Menéndez, quien aseguró a los pocos meses de su nombramiento que "es un error" centrarse sólo en los grandes contribuyentes, porque "son los más controlados e incluso existe una delegación central que se encarga exclusivamente de ellos”.

No obstante, lamenta que no incluya medidas para reorganizar la estructura y las actuales funciones y competencias de la plantilla, lo que dificultará el objetivo de desplazar la investigación hacia los grandes evasores. También echa en falta que no se haya avanzado alguna de las medidas que deberán incluirse en el anunciado Proyecto de Ley de medidas en materia tributaria y de lucha contra el fraude fiscal.

Y es que, como Gestha viene recordando en todo este tiempo, España tiene un déficit de plantilla para luchar contra la economía sumergida respecto al resto de Europa de 26.718 efectivos, cifra que permitiría combatir el fraude con garantías. En concreto, España solo tiene un empleado por cada 1.928 contribuyentes, frente a países como Francia, donde hay uno para menos de la mitad de contribuyentes (860) o los 729 de Alemania.

Además, otro de los principales problemas para perseguir el fraude es que actualmente el 80% de los efectivos actuales de la AEAT se dedica a investigar a autónomos, pymes y trabajadores, lo que deja muy poco margen de actuación para luchar contra el gran fraude y controlar en mayor medida el gasto público y las subvenciones. De ahí que Gestha exija al Gobierno una reestructuración de la AEAT, de modo que sea un organismo más horizontal, con un mayor reparto de responsabilidades y una mayor independencia.

Las grandes empresas provocan una pérdida recaudatoria de 9.600 millones al año

En este sentido, los Técnicos resaltan que las palabras del Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ayer en el Congreso, donde aseguró que las grandes empresas “deben pagar más para mantener la cohesión social”, fueron un brindis al sol, ya que el plan para este año no incluye un aumento sustancial de plantilla ni ninguna medida que cambie la decisión de investigar principalmente “las discrepancias” entre las declaraciones y las bases de datos tributarias, en las que habitualmente incurren los contribuyentes poco asesorados y con bajos ingresos.

Si bien el colectivo espera que las declaraciones de Montoro sirvan para que comience a reducirse la elevada brecha entre la tributación de las corporaciones empresariales y las pymes, que a día de hoy tributan a una media de menos del 7% de su resultado contable, mientras que el resto de empresas soportan una carga fiscal media del 13,9% sobre los beneficios que contabilizan, ya que estas no pueden acceder a los servicios de asesoría especializada de los que gozan las grandes corporaciones para aprovechar al máximo todas las posibilidades para reducir su factura fiscal, en ocasiones incluso bordeando o sobrepasando la legalidad.

En este sentido, los Técnicos de Hacienda recuerdan las palabras del Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, en el pasado mes de octubre, cuando señaló que las estimaciones más prudentes de la elusión de las multinacionales indican unas pérdidas globales de recaudación del impuesto sobre sociedades entre 100.000 y 240.000 millones de dólares estadounidenses al año. En España, Gestha estima que al menos se han perdido unos 77.000 millones de euros en los últimos ocho años, lo que arroja una pérdida recaudatoria media de 9.600 millones al año.

Cuadro 1. Carga real del impuesto sobre sociedades