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El Ibex se queda a las puertas de los 9.500 puntos tras subir un 1,13%

Por Felipe López-Gálvez, analista Self Bank
lunes 13 de febrero de 2017, 19:39h
La primera sesión de la semana ha traído consigo subidas generalizadas en las bolsas.
En una jornada que ha ido de menos a más, la recuperación del sector bancario y la caída del euro han provocado un rebote del 1% en los principales índices de la zona euro.

El mayor apetito por el riesgo ha provocado ventas en activos refugio como el oro y la deuda alemana. Todo lo contrario le ha sucedido a la deuda periférica, donde la rentabilidad de la deuda española ha descendido hasta el 1,66% y la prima de riesgo hasta los 132 puntos básicos.

Gracias al buen comportamiento del sector minero, Arcelormittal se coloca un año más como el valor más alcista del Ibex tras subir hoy un 5,20% y acumular un +22% en lo que llevamos de 2017. Le han seguido la aerolínea IAG (+2,19%), Repsol (+1,97%) y los dos grandes bancos: Santander (+1,79%) y BBVA (+1,46%). Ha sorprendido que Grifols (-0,10%), que suele salir favorecida de las subidas del dólar, haya sido el único valor en rojo dentro del Ibex.

El precio del petróleo ha sido unos de los grandes protagonistas del día al perder cerca de un 2%. La OPEP ha publicado un informe sobre su actividad en enero, el primero de los meses en que entraba en vigor el acuerdo de control de la producción. El cártel ha rebajado en 890.000 barriles diarios su producción, un esfuerzo que está siendo contrarrestado por la mayor extracción en EE.UU.

Wall Street sigue con su racha alcista y prolonga una vez más sus máximos históricos a pesar del repunte del dólar. Además de los principales índices, hoy se ha dado la circunstancia de que también ha alcanzado máximos la mayor compañía del mundo por capitalización bursátil: Apple. La tecnológica supera por primera vez los 700.000 millones de dólares de valor en Bolsa.

Todo esto se produce en la antesala de la comparecencia de la presidenta de la Reserva Federal Janet Yellen ante el Congreso. Se trata de su habitual comparecencia semestral pero en esta ocasión tendrá el aliciente de ser la primera desde que Donald Trump está en la Casa Blanca. Aunque la hoja de ruta del banco central parece clara, estaremos atentos a los efectos que sus declaraciones puedan tener especialmente en los mercados de divisas y de bonos.

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