¿La sucursal bancaria a la que lleva acudiendo toda la vida continúa abierta? Pues, cuidado, podría tener los días contados.
Solo durante el pasado año, las entidades de depósito españolas cerraron más de 2.000 oficinas en todo el país. Según los datos publicados por el Banco de España, al cierre de 2015 había 30.921 sucursales abiertas. Un año después, el número se había reducido hasta las 28.643.
En total, una reducción del 7%.
La reestructuración que ha vivido la banca durante los últimos años no ha sido piadosa con las sucursales. Desde el inicio de la crisis, cuando el número de oficinas abiertas superaba las 45.700, el número más alto desde diciembre de 1974, se han cerrado más de 17 mil espacios, señalan desde el comparador de bancos HelpMyCash.com.
¿Qué comunidades autónomas han sufrido los mayores recortes?
Si comparamos el número de sucursales que había abiertas en septiembre de 2008, cuando se registró el pico más alto de las últimas décadas, con las que había en diciembre del pasado año, Catalunya es el territorio que más ha perdido,y con mucha diferencia. En total, el número de oficinas disponibles para la población catalana ha caído en aproximadamente 4.000 desde 2008, una reducción de casi el 50%.
Madrileños y andaluces han perdido alrededor de 2.500 oficinas cada uno y la Comunidad Valenciana, algo menos de 2.100. Por orden decreciente, encontramos a Castilla y León que ha perdido 1.071 sucursales, Galicia (948), Aragón (709), País Vasco (571), Canarias (547), Murcia (511), Castilla-La Mancha (427), Baleares (411), Asturias (274), Extremadura (240), Navarra (187), La Rioja (169), Cantabria (146) y Ceuta y Melilla (8).
Por tanto por ciento, los catalanes, valencianos, madrileños, aragoneses y murcianos son los quemás han visto reducirse su parque de oficinas en comparación con el número que tenían en 2008. Por ejemplo, en Murcia se han cerrado solo 511 oficinas, un número muy inferior al de otras comunidades, pero esa cantidad supone casi un 40% sobre el total que tenían.
Habrá más cierres en 2017
La entidad presidida por Francisco González acaba de anunciar que cerrará a lo largo del año 130 oficinas, aunque ha garantizado que no supondrá un ajuste de personal. La entidad ya comunicó el pasado año que clausuraría otras 130 antes del pasado mes de febrero. En total, 260 oficinas menos en cuestión de meses.
Ibercaja, por su parte, acaba de plantear a los sindicatos un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que supondría echar el cerrojo a 160 oficina entre este año y el que viene, amén de prescindir de 686 trabajadores.
Los clientes del resto de los grandes bancos del país tampoco se han librado. Caixabank anunció que en 2016 prescindiría de 310 oficinas, lo que disminuiría la red de sucursales más extensa del país en alrededor de un 5 o un 6%. Banco Sabadell anunció el cerrojazo de 250 espacios para 2017. Por su parte, el Santander selló durante los tres primeros trimestres del pasado año más de 200 sucursales.