Tal y como apuntaban las encuestas y el consenso general del mercado, Macron ha ganado ante la ultraderechista Le Pen en la segunda ronda de las elecciones presidenciales francesas.
Ya la semana pasada el euro era la moneda que presentaba mejor rendimiento, de entre las divisas del G10, ya que los mercados restaban importancia a una posible victoria de Le Pen.
El dólar terminó la semana sin cambios en términos ponderados, apoyado por la subida que experimentó después de conocer el fuerte informe de nóminas no agrícolas en Estados Unidos y la inmediata reacción al alza de los rendimientos del Tesoro. La moneda más perjudicada la semana pasada fue el dólar australiano, castigado por la caída del precio del hierro.
¿De qué estar atentos esta semana?
Esta semana estaremos pendientes de dos acontecimientos críticos para los mercados de divisas:
En Estados Unidos, los datos de inflación de abril nos dirán si la inesperada caída del nivel de precios en marzo se debió a factores temporales. Si es así, podríamos ver un fuerte rebote del dólar, ya que el mercado reaccionaría para ajustar al alza sus expectativas de tipos de interés en EE.UU.
La reunión del Banco de Inglaterra de este jueves podría suponer un gran apoyo para la evolución de la libra si algún otro miembro del Comité de Política Monetaria (MPC) se une al voto de Kristin Forbes por aumentar los tipos.
Principales monedas en detalle:
EUR
Sin acontecimientos económicos o monetarios de gran relevancia en la Eurozona la semana pasada, y con los mercados bastante seguros de una victoria de Macron en las elecciones presidenciales francesas, la moneda común se apreció con respecto al resto de monedas importantes.
Esperamos que esta semana sea bastante tranquila en la Eurozona. El dato de inflación de Estados Unidos, que será publicado esta semana, tendrá una importancia añadida. Hay que tener en cuenta que el euro está cotizando en rangos considerablemente por encima de lo que justifica el diferencial de tipos de cambios entre EE.UU. y la Eurozona, por lo que es vulnerable a cualquier sorpresa al alza en EE.UU.
GBP
Los fuertes datos de actividad empresarial PMI apoyaron el rendimiento de la libra la semana pasada, contrarrestando en parte los débiles datos de crecimiento del primer trimestre. Sin embargo, esta noticia no fue suficiente para despejar el pesimismo en torno a las conversaciones iniciales sobre el Brexit con la Unión Europea. Al final, la libra terminó la semana casi sin cambios, cerca de los niveles superiores de su rango post-Brexit.
Esta semana, la atención de los mercados se centra en la reunión del Banco de Inglaterra de mayo, que será celebrada este jueves. Esperamos que las proyecciones de crecimiento futuro bajen ligeramente, mientras que las de la inflación suben. Al final, el efecto neto sobre la libra esterlina debería ser mínimo y esperamos que ésta cotice en respuesta a acontecimiento de otras zonas económicas, especialmente influenciada por los importantes datos de inflación de Estados Unidos.
USD
La semana pasada, marcada por distintas publicaciones y anuncios en Estados Unidos, se validó nuestra opinión de que la desaceleración económica observada en el primer trimestre de 2017 es temporal. El miércoles, la Reserva Federal dejó clara su postura respecto a este tema, culpando a factores transitorios. Además, hizo mención a la inflación estadounidense y su cercanía al objetivo.
Creemos que la Reserva Federal se siente en una posición cómoda para subir de nuevo los tipos de interés en la reunión de junio, lo cual debería ser favorable para el dólar.
El último informe de nóminas no agrícolas de abril reflejó sólidos datos del mercado laboral. El desempleo cayó un 0,2% y el subempleo un fuerte 0,3%, lo que indica que la economía estadounidense ha alcanzado algo muy cercano al pleno empleo. Si bien los datos salariales fueron un poco más débiles, seguimos convencidos de que las recientes caídas en el desempleo darán lugar a una presión salarial al alza más temprano que tarde. Ante esta situación y sin sorpresas a la vista creemos que la Reserva Federal está en el camino correcto para una subida de tipos en junio y al menos una subida adicional, posiblemente dos, antes del final de 2017.