Los hábitos se adquieren durante la niñez y por eso los padres se preocupan por enseñar a sus hijos a recoger, ayudar en casa, hacer deporte o a leer… ¿Y a gestionar sus finanzas?.
A todos los padres y madres les gustaría lograr que sus retoños fueren ahorradores, pero no todos saben cómo lograrlo
Aprender a ahorrar ayuda a asegurar el futuro financiero de los niños, evitando que incurran en parte de los errores que motivaron la crisis financiera. Además, tiene otros dos beneficios adicionales: enseña a establecer objetivos y cumplirlos y a posponer la gratificación de las acciones y esfuerzos que se llevan a cabo.
La página especializada en ahorro y formación gratuita en libertad financiera Preahorro.com ha elaborado una fórmula con tres herramientas para que los padres enseñen a sus hijos a ahorrar y a relacionarse con el dinero.
La primera herramienta es su paga o la forma que los padres establezcan para que los niños se ganen su dinero. Haya o no asignación, lo importante es que los pequeños entren en contacto con el dinero y que lo hagan físicamente. En caso de optar por la paga, siempre es mejor semanal que mensual.
La segunda herramienta es un bote de plástico. La mayoría de padres opta por huchas opacas (el típico cerdito o la hucha de ojalata). La mejor alternativa es un bote de plástico o de cristal transparente. Así los niños pueden ver cómo evolucionan sus ahorros, igual que el marcador de un videojuego, algo a lo que ya están acostumbrados.
Puede haber uno o más botes de plástico, dependiendo de los objetivos que tenga el niño. Si quiere una nave de Star Wars, tendrá un bote donde él mismo escriba el objetivo. Los padres deben ayudarle a marcar estos objetivos y además tendrán que darle un valor numérico, que puede ser el precio del juguete o una cantidad menor. Lo ideal para quienes están empezando a ahorrar es no fijarse demasiados objetivos (con uno será suficiente) y que no sean muy a largo plazo (un máximo de entre tres y cuatro semanas). Con el tiempo se pueden añadiendo metas y ampliando marcos temporales.
La tercera herramienta es la propia familia y los padres, más concretamente. Hay cinco acciones concretas que, según la plataforma, los padres pueden para que este método sea más eficaz, son las siguientes:
- Servir de ejemplo. En otras palabras, ahorrar y demostrarle a los pequeños que ellos también ahorran para comprar las cosas que quieren.
- Incentivar el ahorro. Ahorrar puede hacerse duro para los pequeños y pueden necesitar un empujón. Para ayudarles se pueden establecer incentivos como poner una parte de lo que cuesta lo que quieren conseguir o, todavía mejor, ayudarles a pensar fórmulas para ganar más dinero. De esta manera se fomenta también su mentalidad emprendedora.
- Tener objetivos de ahorro en familia. En línea con el primer punto, un objetivo común servirá para cohesionar a la familia y hacer ver a los niños que forman parte de la toma de decisiones en algo tan importante como el dinero. El mejor objetivo para empezar, las vacaciones en familia.
- Enseñarles a aprovechar las oportunidades. Los cumpleaños y la Navidad son e momento idóneo para trabajar el pensamiento estratégico a largo plazo. En lugar de acumular regalos se les puede hacer ver que existe la posibilidad de que pidan dinero o junten regalos para conseguir una meta más alta.
- Ahorrar en casa. El ahorro no sólo pueden enseñarse a través del dinero. No malgastar recursos en casa es otra forma de conseguir inculcar hábitos saludables para las finanzas personales de los pequeños.
Esta fórmula conseguirá que los pequeños se familiaricen con la gestión del dinero y vayan construyendo con él una relación positiva que les durará toda su vida.
Nota de prensa El método para inculcar en los niños hábitos de ahorro publicada en comunicae.es