El año de Balenciaga

Este año 2017 se celebra el centenario de la apertura del primer atelier de Cristóbal Balenciaga en San Sebastián, y 80 de la apertura de su famosa casa parisina en el número 10 del Boulevard George V. El Museo Cristóbal Balenciaga, ha presentado, en este contexto, la exposición “Rachel L. Mellon Collection” que se podrá visitar hasta el 25 de enero del próximo año, y que rinde homenaje a una de las mejores clientas internacionales de la maison Balenciaga: Rachel L. Mellon.

La muestra, bajo la dirección de M. Hubert de Givenchy, presidente fundador del museo, se centra en la colección textil y documental formada a partir de las obras que de Mrs. Mellon ha ido recibiendo el museo de Getaria.

Rachel Lowe Lambert Mellon (1910-2014), conocida como Bunny, fue una de las grandes damas de la burguesía norteamericana del siglo XX. Filántropa, coleccionista de arte, diseñadora de jardines (incluyendo los de la Casa Blanca), amiga personal de la familia Kennedy, y esposa del gran mecenas Paul Mellon, constituye el arquetipo de la adinerada, sensible y exclusiva clienta del modisto.

La colección procedente de su guardarropa, compuesta por más de 600 referencias textiles y documentales, se concentra cronológicamente en algo más de 10 años que corresponden a la madurez creativa de Cristóbal Balenciaga, desde 1956 hasta 1968, fecha en la que éste cierra sus talleres.

“Rachel L. Mellon Collection” muestra 150 piezas de indumentaria y documentación original. En concreto, 97 piezas de indumentaria junto a documentación original y objetos personales: bocetos, correspondencia, facturas, fotografías, etc.

La exposición nos permite aproximarnos a Balenciaga a través del filtro fascinante que ofrece Bunny Mellon como clienta, amiga y coleccionista experta y como exponente de un modo de vida al que muy pocos tenían acceso. Esta lectura es un reto complejo que se emprende bajo la dirección de Hubert de Givenchy, presidente fundador del museo, figura clave de la génesis de la colección y amigo personal de ambos.

Producida por el museo, la exposición cuenta con el comisariado asociado de Eloy Martínez de la Pera, patrono de la Fundación Cristóbal Balenciaga, e Igor Uria, director de Colecciones del museo.

Acto inaugural con presencia de Monsieur Hubert de Givenchy

En el acto de inauguración estuvo presente Hubert de Givenchy, junto a los comisarios asociados de la muestra y los representantes institucionales: Denis Itxaso, presidente de la Fundación Cristóbal Balenciaga y diputado de Cultura, Turismo, Juventud y Deportes de la Diputación Foral de Gipuzkoa ; quien ha destacado “la visión, el espíritu emprendedor e innovador, la fidelidad a sí mismo y el afán de superación de Balenciaga así como sus cualidades como creador atemporal”; BingenZupiria, consejero de Cultura y Política Lingüística del Gobierno Vasco, que ha aludido a “la importancia de los donantes del museo para crear una colección, y del apoyo de la comunidad en la que se circunscribe”.

Markel Olano, diputado general de Gipuzkoa, también presente en el acto, ha señalado “la creatividad y el emprendimiento como claves del éxito de Balenciaga”; el subdelegado del Gobierno en Gipuzkoa, y Nikanor Lertxundi, alcalde de Getaria, también han estado en el acto entre otros representantes institucionales.
Hubert de Givenchy, emocionado, ha dicho: “conocer a Mrs. Mellon y hacer de ella una de mis mejores amigas es uno de los regalos más bellas que me hizo Cristóbal Balenciaga, además de su amistad”.

Un grupo de cantoras del Orfeón Donostiarra ha cerrado el acto luciendo la nueva túnica de la coral, creada por el propio Hubert de Givenchy, que coexistirá con el equipamiento actual, firmado por Cristóbal Balenciaga en 1945.

El Museo Cristóbal Balenciaga

El museo Cristóbal Balenciaga, inaugurado el 7 de junio de 2011, está situado en la villa natal del modisto, en conmemoración de estos primeros años de formación y maduración profesional de Cristóbal Balenciaga para entender sus aportaciones al mundo de la moda.

Con el fin de dar a conocer la vida y obra de Balenciaga, su relevancia en la historia de la moda y el diseño, y la contemporaneidad de su legado, el museo atesora una colección única. Su amplitud – casi 3.000 piezas que sigue en aumento gracias a depósitos y donaciones- y su extensión formal y cronológica – incluye, por ejemplo, los modelos más tempranos que se conservan del modisto- la convierten en una de las más completas, coherentes e interesantes de cuanto se conservan.

Otro valor excepcional de la colección reside en la procedencia de las piezas. No en vano las grandes clientas internacionales de Balenciaga era promientes figuras sociales en las décadas centrales del siglo XX como Mona Von Bismarck, Bunny Mellon, Patricia López Wilshaw, Barbara Hutton, la Princesa Rethy, Grace Kelly o Madame Bricard vistieron algunos de los modelos que se custodian en los Archivos.