Los niveles de infidelidad han aumentado considerablemente en los últimos años, a pesar de que un alto porcentaje de las personas censuran dicho comportamiento.
España es uno de los países con mayor tasa de divorcios, siendo la infidelidad una de las principales causas que suele ser provocada por la insatisfacción de una de las partes con respecto al tipo de relación que mantienen.
La fidelidad de la pareja tiene un valor importante dentro del matrimonio, pues se entiende como lealtad y confianza, marcos para crecer en pareja.
Un estudio de la Facultad de Psicología y el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), sostiene que los problemas de comunicación son una de las primeras causas de infidelidad entre las personas.
La base de la infidelidad reside normalmente en una carencia. Algunos concuerdan que es debido a la falta de afecto, de cariño e importancia hacia la otra persona y generalmente falta de diálogo, aunque por otro lado se busca algo nuevo.
La falta de comunicación no sólo atañe al ámbito de la pareja sino que abarca otros aspectos de la vida: la amistad, la familia, el trabajo. En cualquiera de ellas puede traicionarse el eje central de la relación: la confianza.
Ante el aumento de infidelidades, ¿cómo prevenirlas?
- Cuidando las relaciones y aprendiendo a cultivar el amor
- Construyendo y alimentando cada día la relación
- Fomentando el compromiso por ambas partes
- Reflejando honestidad en un diálogo fluido y sincero
- Compartiendo una afición saludable
¿Es posible perdonar una infidelidad emocional?
Para poder sanar la infidelidad se tiene que pasar por un proceso de pedir perdón, perdonar y reformarse. Un estudio realizado en la Universidad de Missouri-Kansas analizó a 587 personas que habían sido engañadas por sus parejas y, después de un seguimiento durante el período de los seis meses siguientes, halló que cuando se logra olvidar lo sucedido y comenzar nuevamente, las probabilidades de que la relación se fortalezca aumentan.
El perdón tiene efectos saludables en la persona que perdona, promoviendo su salud mental y venciendo alteraciones en el sueño, en el apetito y la baja autoestima que, en ocasiones, suelen aparecer ante este tipo de engaño. El perdón no es una muestra de debilidad sino una demostración de amor.
Así lo demostró mi compañera de trabajo,
Carmen, quien perdonó a su esposo a pesar del dolor que le generó su infidelidad, comprendiendo que todos somos el reflejo del Amor, que perdona y ama incondicionalmente. Después de un período de crecimiento espiritual, pudo sanar el resentimiento, transformar su pensamiento y colaborar para la reforma en ella misma y en su esposo. Gracias a esa experiencia empezó a ver el mundo y a sus semejantes con amor, lo que fue sanador para ella, para su familia y los demás.
Este ejemplo ilustra cómo el empezar cada día amando al prójimo y sintonizando con el Principio divino hace que se propague la idea de la armonía universal. Esta apertura promueve la curación. Además, nos capacita a cerrar la entrada a los pensamientos de venganza, rabia e inseguridad y a dejar de alimentar el desorden mental.
Alinearse con una forma de vida espiritual permite empezar de adentro hacia afuera, caminar de la mano de la lealtad, del agradecimiento y de la entrega sin límites a los demás.
Siempre es un buen momento para perdonar y recomenzar, aunque para ello se necesite empeño, determinación y decisión.