Entrevista a Manuela Sánchez-Cañete y Juani Deltell, propietarias de Clínica SAN & DEL

Manuela Sánchez-Cañete: Terminé mis estudios de Medicina en el año 90. Durante los primeros años trabajé como médico en atención primaria y en residencias geriátricas, tiempo durante el cual no me planteéiniciar mi actividad laboral en la medicina estética; no conocía mucho de ella ni como podía acceder a esa formación. Unos años más tarde, de forma meramente casual, entré en Corporación Dermoestética y realicé toda mi formación ahí. Se estaban introduciendo equipos de depilación con luz pulsada y diferentes tipos de láser para facial y corporal y eso me gustaba. A partir de ese momento, comencé a completar mi formación realizando cursos sobre diferentes técnicas y tratamientos novedosos relacionados con la medicina estética, que me llevó a realizar un máster de especialización organizado y dirigido por una prestigiosa universidad española. Ese camino me ha conducido hasta donde estoy ahora, sigo aprendiendo y en continua formación ya que la tecnología avanza de manera muy rápida y necesitas estar actualizada con las últimas novedades, para poder ofrecer siempre lo mejor al paciente.

Puedo decir que esta profesión ha sido prácticamente toda mi vida ya que llevo casi dos décadas dedicándome a ella. Me ha permitido hacer algo que siempre me ha encantado: tener un trato muy cercano con el paciente, saber lo que necesitan para sentirse mejor y poder hacer, como dice nuestro lema, más amable el paso del tiempo.

Juani Deltell: Mi historia es muy parecida a la de Manuela. Yo comencé en el mundo de la Medicina Estética al terminar la carrera. Una amiga necesitaba un suplente para una consulta de nutrición en un centro en el que ella colaboraba, era solo una tarde de consulta, pero fue el inicio, poco a poco me fueron ofreciendo colaborar en diferentes clínicas y cada vez fuia prendiendo y realizando técnicas más novedosas y seguras, consiguiendo que me enamorase de esta profesión. Por aquel entonces realicé mi primer máster en Medicina Estética, desde ese hasta día de hoy se sucedieron algún máster más y muchos otros cursos de especialización, ya que el sector está en constante investigación tecnológica y mejora de la calidad de los productos que usamos, permitiéndonos ofrecer respuestas a prácticamente todas las necesidades de nuestros pacientes.

En 2000 pasé a formar parte de la plantilla de Corporación Dermoestética, fue donde Manuela y yo nos conocimos. Estuvimos muchos años en la compañía lo que nos permitió seguir formándonos en Medicina Estética de alto nivel y acumular una grandísima experiencia. En2015 decidimos crear San & Del Medicina Estética, una clínica dedicada a la Medicina Estética desde el lado más amable, realizando tratamientos que, con una seguridad máxima, aportanfrescura y naturalidad a la piel de nuestros pacientes.

¿Ha sido una vocación que se ha ido creciendo con el tiempo?

Sí, nos hemos ido enamorando de este trabajo día a día. En esta especialidad, lo cierto es que nuestros pacientes no están enfermos pero sítienen unas necesidades que demandantratamientosseguros y correctamente aplicados, que les aporten bienestar físico y, también, psicológico. Por ello siempre debemos asegurarnos que los productos y equiposque utilicemos tengan aprobación de organismos pertinentes para su uso y unos estudios y ensayos clínicos detrás que demuestren un carácter científico, consiguiendo, de esta manera, que el tratamiento alcance los resultados esperados, algo que nos resulta muy gratificante. Debemos transmitir seriedad, profesionalidad y garantía en todo lo que hacemos y solo con una formación correcta y adecuada nos aseguraremos que los efectos adversos que puedan surgir sean mínimos.

Antiguamente la medicina estética no era esto, había muy poca investigación y era considerada como el ala frívola de la medicina.Somos nosotros, los médicos estéticos, los que a lo largo de los años hemos peleado por el reconocimiento de la medicina estética para que sea considerada como otra especialidad más sólida y seria a través de sociedades científicas, universidades, colegios de médicos y estudios clínicos. El profesional médico tiene que estar capacitado y formado para hacer estos tratamientos.

¿Cuántos cursos o máster pueden hacer a lo largo del año?

Muchos. Ahora mismo estamos haciendo un curso a través del Colegio de Médicos de Madrid, al tiempo que asistimos a talleres de formación y congresos nacionales e internacionales de forma periódica, para actualización detratamientos y nuevas técnicas. Hemos comenzado también un máster sobre Calidad devida y cuidados medico estéticos en el paciente oncológico. Ahora mismo hay muchísimos pacientes supervivientes del cáncer que, tras la experiencia de haber superado un cáncer y el tratamiento oncológico durísimo que conlleva, desean tener una vida normal y volver a verse como eran antes.

Es necesario saber tratar a estos pacientes en todas y cada una de las etapas de su proceso oncológico y hay muchas cosas que se pueden y se deben hacer para ayudarlos. El beneficio psicológico que les reporta es muy importante incluso para la evolución de su enfermedad y respuesta a su tratamiento. Cuando se miran en el espejo después de haber pasado un sufrimiento grande, como es el cáncer, aunque esté curado, su imagen les recuerda todos los días lo mal que lo ha pasado, ya sea porque le falta un pecho o simplemente porque ha perdidoel pelo o las cejas, porque su piel ha perdido el brillo y la luminosidad que tenía o porque ha cogido más peso... Cuando empiezas a ayudarlos y consigues ese cambio de imagen, haces que recuperen la normalidad de sus vidas y que vuelvan a sonreír.

En fin, nuestro reto es no parar de aprender para actualizar conocimientos y acumular experiencia y para ello necesitamos rentabilizar bien el tiempo compaginando trabajo y formación sin olvidar vida social y familiar.

¿La medicina estética es también fundamental para la salud, aunque sea la psicológica?

Realmente creemos que sí. Nosotras aunque no somos psicólogas actuamos muchas veces como si lo fuésemos ya que pasamos mucho tiempo con los pacientes. Esto genera confianza y cierto confort, los pacientes se sienten cómodos y termina siendo una relación mucho más estrecha en la que, al final, se termina hablando de temas más personales.

La medicina estética ayuda muchísimo a aquellos pacientes que no están a gusto consigo mismos, refuerza su autoestima y permite que toda la vida del paciente vaya en una dirección más positiva. Al igual que la cirugía, si se hace con buen criterio y sin estridencias ni exageraciones, es muy satisfactoria para cualquiera que tenga alguna imperfección o que, simplemente, quiera corregir o minimizar el paso del tiempo en su cuerpo.

Muchas veces somos nosotras las que tenemos que decir "no" a los pacientes ya que, a veces, vienen con unas expectativas que no se ajustan a la realidad o no son adecuadas o no les hace falta o presentan alguna contraindicación médica que nos obliga a descartar ciertos tratamientos. Creemos que es muy importante ser sensato y honesto y saber decir "no" informando al paciente de posibles alternativas que al final acaba agradeciendo.

La imagen que tiene el paciente de sí mismo nos marca la pauta de tratamiento a seguir. Hay defectos mínimos que nosotras no vemos pero el paciente sí y sufre. Y decimos “sufrimiento”, porque pueden llegar a ser unos verdaderos complejos psicológicos que afectan a la vida de esos pacientes. Tratamos de hablar mucho con ellos para comprender que es lo que realmente les preocupa y orientarles de forma correcta sobre cuales son los tratamientos que necesitan para cubrir sus necesidades, como siempre, desde el buen hacer. Queremos conseguir que el resultado estético del paciente sea siempre satisfactorio y que realmente mejore su calidad de vida.

La tecnología en la medicina estética sigue avanzando a una velocidad de vértigo

MS-C: Los avances de la tecnología van en consonancia con lo que demandan los pacientes.Se ha ido progresando en la incorporación de nuevas técnicas y materiales más seguros y eficaces y, al mismo, tiempo han mejorado los que ya existían: cánulas para implantes de relleno, hilos reabsorbibles, tratamientos para celulitis y grasa localizada no quirúrgicos, nuevos peelings, etc. Se han reducido muchísimo los post-operatorios de muchos tratamientos permitiendo que los pacientes se incorporen a su actividad diaria en periodos de tiempo más cortos, lo que les permite realizar dichos tratamientos. También los laboratorios han mejorado los resultados de sus productos para satisfacer estas necesidades.

¿Qué demandan más los pacientes ahora?

En medicina estética se sigue pidiendo mucho relleno de labios, pero no tan voluminosos como antes, toxina botulínica, ácido hialurónico, tratamientos para la flacidez cutánea y las manchas en la cara, tratamientos para celulitis. Incluso a veces no son tan específicos y solo piden que quieren verse mejor, quitar ese aspecto de cara de cansada o darle más luminosidad a la piel. En general, los pacientes de medicina estética demandan tratamientos que sean mínimamente invasivos, de rápida recuperación y con un resultado excelente.

A nivel de cirugía estética, según nos comentan los cirujanos plásticos con los que colaboramos, lo que más demandan es liposucción para grasa localizada, prótesis mamarias para aumento de pecho, remodelación de nariz y liftings. Las liposucciones, por ejemplo, con la incorporación del láserlipólisis, permiten una recuperación más rápida y en el aumento de mama, con las prótesis anatómicas de gel cohesivo, reproducen un aspecto más natural.

En general, se observa más sutileza en las técnicas lo que nos lleva a la búsqueda de naturalidad y a retrasar el envejecimiento, parando un poco más nuestro reloj biológico.En esta líneaes en la que debemos seguir trabajando.

¿Ha subido el porcentaje de pacientes masculinos?

Sí. Ahora mismo un 30 o 40% de nuestros pacientes son hombres de todas las edades. Casi todos demandan depilación, técnica que se ha ido normalizando muchísimo en ellos porque también lo consideran un canon de belleza. A ellos también les gusta verse bien.

El varón que entra en el mundo de la estética lo hace con un nivel de exigencia muy superior al de las mujeres. Desde la propia cosmética hasta cualquier tratamiento facial que mejore su imagen, buscan ante todo discreción y efectividad. Suelen ser muy fieles a productos y a los tratamientos y no les preocupa, en general, el tema económico.

¿Ha habido algún caso que os haya proporcionado una felicidad inmensa?

Siempre que hacemos tratamientos de rejuvenecimiento facial es espectacular observar la reacción del paciente cuando se mira al espejo. Vienen a la primera consulta muy tristes o preocupados con su aspecto que ha visto como, poco a poco, el tiempo y la edad han ido pasando factura. Les proponemos, por ejemplo, un tratamiento con ácido hialurónico que es de efecto inmediato y cuando se miran en el espejo se les ilumina la cara. Se quedan sorprendidos de la rapidez con la que han conseguido esa mejoría y asombrados con el efecto obtenido. Lo único que saben decir es “gracias”, simplemente porque consigues darles lo que están buscando pero siendo ellos mismos. Ahí te das cuenta lo importante que es tu trabajo para esa persona, y la enorme satisfacción que eso nos genera.

Si el paciente viene con una idea y realmente os dais cuenta que no se puede hacer lo que pide, ¿cuál es vuestra reacción?

A veces nos quedamos con la sensación de que tenemos que aprender más. A lo mejor ahora la tecnología no nos da las herramientas suficientes para poder hacerlo ono hay evidencia o experiencia suficiente para poder realizarlo de forma segura. Por eso, pero si nos esforzamos, aprendemos y estudiamos más, quizás lo podremos conseguir.

Por ejemplo, hace veinte años no se podía hacer un laser de fotodepilación a un paciente negro. La tecnología estaba diseñada de una forma muy concreta y a un paciente con alta tasa de melanina en la superficie cutánea no se le podía hacer el tratamiento. Hoy día, gracias a los avances tecnológicos, podemos tratar cualquier color de piel. Por eso tenemos que investigar más porque seguro que hay muchas más cosas que se puedan conseguir.

¿Hay algún boom en investigación estética que esté a punto de salir al mercado?

Ahora mismo en láseres y fuentes de luz hay muchísimas novedades. En tratamientos de alopecia están al llegar cosas muy importantes, en tratamientos para las estrías también. Se ha avanzado mucho y se sigue investigando.

¿Cómo compaginan su trabajo y estudios con la familia?

Lo hacemos con mucho esfuerzo y también sacrificio. Tratamos de aprovechar al máximo las horas y los minutos de los que disponemos para estar con ellos. Estamos muy orgullosas de tener unos maridos y una familia estupenda que nos apoyan y nos ayudan en todo.

¿Algún sueño por cumplir?

JD: Sí, fundamentalmente, poder seguir creciendo como profesional, dedicándome a aquello que, como ya he comentado, me enamora, con la ilusión de aprender cada día más para ofrecer anuestros pacientes ese trato de excelencia que siempre nos ha caracterizado, el que hace que sigan con nosotras durante años y poco a poco seamos parte de sus vidas, siempre aportándoles uno de los lados más amable de la medicina.

MS-C: Pues coincido con Juani, espero poder seguir realizando este trabajo con la misma fuerza y destreza que hasta ahora. Me gusta muchísimo el contacto con la gente, me gusta ese tú a tú con el paciente, dedicarle mi tiempo, hacerles sentir bien y que sean pacientes fieles lo que indicará que hago bien mi trabajo y que confían en mí. Quiero poder seguir aprendiendo para, de esta forma, poder ayudar todavía un poquito más.