La Fundación para la Economía Circular convocó este Certamen de Relatos con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre la importancia de transitar hacia la economía circular y abandonar el insostenible modelo lineal de extraer-fabricar-desechar, que ha venido funcionando hasta ahora.
“Siempre no has preocupado cómo hacer entender a la sociedad la economía circular”, comentó la directora ejecutiva de la Fundación Anabel Rodríguez en el acto de entrega de premios. Lo que al principio se veía como una incógnita, “saber cómo iban a ser capaces los escritores, a través de la prosa, de trasladar lo que es la economía circular”, dijo Anabel Rodríguez, “nos ha servido para comprobar que los participantes en el certamen tienen un increíble talento para ligar a la perfección, a través de este canal, la economía circular con la prosa”.
Al concurso se han presentado casi un centenar de relatos originales de España y Latinoamérica. Las narraciones debían promover la economía circular y uno, o más de uno, de los principios en los que esta se sustenta: el uso eficiente de los recursos, el ecodiseño, la funcionalidad de los productos (es decir, privilegiar el uso de estos frente a su posesión; la venta de un servicio frente a un bien), la reparación de los productos, el segundo uso, la reutilización, el reciclado y la valorización energética.
El jurado ha estado constituido por Clara Navío, presidenta de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA); Rafa Ruiz, “El Asombrario & Co.”; Lourdes Picó, presidenta del patronato de la Fundación para la Economía Circular; María Pérez Fernández, profesora titular de Ecología de la Universidad Pablo Olavide y Luis Guijarro, periodista Ambiental.
Con la lectura del acta por parte de la secretaria del jurado, Lourdes Picó, se pudo conocer el reparto de los premios que queda así: El primer premio, dotado con una cuantía económica de 3.000€ recayó en Carlos Gómez Díez por su relato “Ciudad de vacaciones”, publicado bajo el seudónimo de “Señor Esteban”; segundo premio, dotado con una cuantía económica de 1.000€, lo recibió Eliana Bouzas Collazo por su relato “De como Clavillo acabó siendo Clavillo”, bajo el nombre de Navia Gaifeiros y el tercer premio, dotado con una Tablet, para Isabel Núñez Márquez por su relato “La bolsa o la vida” con el seudónimo de Isola Bella.
Los autores
Carlos Gómez Díez, de Elorrio, Vizcaya, profesor e investigador en el Departamento de Electrónica e Informática de la Escuela Politécnica Superior de la Universidad de Mondragón y ganador del primer premio, ha declarado que “Con 20 años visité por primera vez un pueblo abandonado, un pueblo sin nombre porque hasta el cartel de la carretera con su nombre había sido retirado, y fue tanta la impresión que me causó ver las calles vacías y polvorientas, las casas caídas y saqueadas, el pueblo sin vida, que quise imaginarme cómo habría sido la gente que allí había vivido, saber por qué un día lo abandonaron. Aquella experiencia me hizo escribir mi primer relato: ‘La leyenda del pueblo fantasma’. Desde entonces, me fascina la naturaleza y nuestra convivencia con ella, y no abandono la esperanza de que algún día sea una simbiosis sostenible.
Eliana Bouzas Collazo, de Valga Pontevedra, y ganadora del segundo premio manifestó qué “el placer por la lectura ha desembocado en mí el gusto por la escritura. Junto a mi afición por la palabra, está la necesidad de buscar respuestas a los acontecimientos, a las circunstancias con las que me tropiezo; así el no aceptar la cultura ‘del usar y tirar’, el asumir un compromiso con el entorno, el investigar nuevas formas de vivir, más respetuosas con nosotros/as mismas, el territorio, las personas, el medio ambiente, me ha conducido a cursar estudios de Responsabilidad Social Corporativa y a seguir indagando en experiencias relacionadas con la innovación y la economía social, el consumo responsable, la economía circular… Así fue como conocí la Fundación para la Economía Circular y este certamen. Me gustó mucho la idea y estuve barajando varias opciones para escribir mi historia. En eso conocí a Emilio y su afición (que quería convertir en profesión). El inspiró ‘Mi Clavillo’; el saber aprovechar/dar segundas oportunidades, el ver belleza y utilidad donde la mayoría sólo ven deshechos. El mirar de forma diferente es lo que conduce a un mundo diferente y eso es parte de la filosofía de la Economía Circular”.
Isabel Núñez Márquez, Sevillana pero afincada en Madrid y ganadora del tercer premio, ha comentado “que se encontró con una gran dificultad porque ella siempre escribe sobre ficción y no sobre la más rabiosa actualidad, como en este caso sucede con la economía circular, además así lo recogían las bases”. Se ha sorprendido por la capacidad de respuesta que ha tenido su relato en las redes sociales y dedicó el premio a su familia y sus pequeños hijos, presentes en el acto, diciendo que “al cabo y al fin los niños son la representación del futro”.
Tanto los relatos de los ganadores como el resto de narraciones se pueden encontrar en la Web de la Fundación y en el siguiente enlace.