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Renault ZOE 40, seria apuesta por la movilidad eléctrica

Renault ZOE 40, seria apuesta por la movilidad eléctrica
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Fácil de conducir, silencioso y realmente confortable

Por Mariano García Viana
domingo 23 de julio de 2017, 23:17h
Con la nueva batería Z.E.40, la autonomía del ZOE aumenta considerablemente con lo que rompe uno de los impedimentos para la difusión de este tipo de movilidad, completamente sostenible y que además se puede cargar en casa.
El ZOE inició su andadura en 2011 y desde entonces se han vendido ya más de 100.000 unidades en Europa, lo que le convierte en el modelo 100% eléctrico más vendido en el continente. Hace unos meses Renault llevó a cabo una remodelación del modelo que exteriormente le asemejó a los coches hasta ahora “normales”, pues no sé porqué pero cuando se trata de diseñar un coche eléctrico se aplican formar realmente raras. El ZOE, que emplea la plataforma del Clio y tiene un tamaño similar, pero sus formas son más redondeadas, sobre todo en su suave y a la vez macizo frontal, donde como “dos puñaladas” destacan los rasgados faros de xenón y tonos azulados. En el centro el gran rombo de la marca que oculta el enchufe de carga. La única entrada de aire se sitúa en la parte más baja, tras la antiestética matrícula y en la zona más maciza, pero de suaves curvas se sitúa la luz de día. Esas suaves curvas se encuentran también lateralmente. Una que se prolonga desde los faros a la puerta delantera, otra que incluye la puerta trasera y enlaza con los pilotos traseros y otra más pronunciada en la parte baja de las puertas, entre pasos de rueda. La trasera sigue luciendo las formas redondeadas y en ella destacan como rasgo más característico, los mencionados grupos ópticos en forma de rombo, en plástico blanco y con los mismos tonos azulados de los faros.

El interior es similar al de un coche de similar tamaño, quizás más ancho de lo que parece exteriormente. Cuatro personas pueden viajar cómodamente e incluso en el asiento trasero tres, siempre que no sean muy voluminosas. Todos los asientos están colocados más bien altos pues bajo ellos se sitúa la batería, con lo que la posición de conducción es parecida a la de un crossover urbano, destacando el diseño de los delanteros con el reposacabezas integrado. El volante tiene ajustes de profundidad y altura, lo que suple, en parte, la falta de regulación en altura del asiento y facilita el acomodo del conductor. La capacidad del maletero es de 338 litros, pero puede ampliarse hasta los 1.225 litros recogiendo el asiento trasero en una sola pieza. El salpicadero es bastante sencillo y muy parecido al del Clio, con la instrumentación que facilita la información a través de una pantalla digital a la que se puede cambiar el color del fondo o que cambia según la forma de conducir más o menos eficiente; así mismo se puede variar la propia disposición de la información que ofrece, que puede ser el ordenador de viaje, los periodos de mantenimiento o la situación y distribución de la energía o ya de forma permanente la carga de la batería, la autonomía, la velocidad y la posición del selector del cambio.

En el centro del salpicadero y formando parte de la consola central de forma prominente nos encontramos la pantalla táctil multimedia de 7 pulgadas, que ofrece, como en el caso de otros coches, navegador, conexión Bluetooth, radio, etc., pero sobre todo lo más interesante y exclusivo para este vehículo eléctrico es la función “Vehículo eléctrico” en cuya imagen se muestra el flujo de energía, se puede programar una recarga a una hora y a una hora determinada, programar el encendido del climatizador, etc. Para terminar con el interior del ZOE digamos que varios útiles huecos se reparten por el habitáculo además de la bastante amplia guantera.

Pero vayamos a la parte más exclusiva del ZOE, su movilidad eléctrica. El motor proporciona 92 CV y con la nueva batería de 41 KWh que se le ha instalado desde este año, su autonomía homologada es de 400 kms, aunque en honor a la verdad, en el uso más o menos habitual, con utilización del aire acondicionado (Bastante potente por cierto), luces y otros servicios, aquella se reduce hasta algo menos de 300 kms. Aún así, se puede decir que no hay otro coche eléctrico con tanta autonomía en el mercado, lo que hace al ZOE todavía más interesante. Para recargar la batería cuya boca está oculta bajo el logotipo delantero de la marca, se pueden emplear los puntos de recarga distribuidos por la ciudad, que realmente aún son pocos o utilizar el “enchufe de casa”, en ambos caso según el material facilitado por Renault. Naturalmente los tiempos de recarga varían según el tipo de “suministrador” de electricidad. Si es un punto de 43 KW el tiempo es de 2 horas y 40 minutos, si el poste es de 7,4 KW, el tiempo sube hasta las 7 horas y 25 minutos y si ya lo enchufamos en casa (10 amperios) la carga completa se elevaría hasta las 25 horas. Para reducir el tiempo de recarga sin necesidad de ir a hacerlo a un sitio público y utilizar un cargador “Camaleón” suministrado por Renault, se puede instalar en la vivienda o cerca de ella un dispositivo llamado “Wall-Box”, con un coste de unos 1.000€. La batería se puede comprar o alquilar. En el primer caso va incluida en el precio del coche y en el segundo, la batería es propiedad de Renault pero permite su uso a través de un contrato, hasta el término de la vida de la misma.

Conducir el ZOE es de lo más agradable, cómodo, dócil, ligero y sobre todo silencioso, aunque un cierto rumor exterior avisa a los peatones que se acerca sigilosamente. Es un coche ideal para el tráfico urbano, pues además no nos afectan las posibles restricciones al tráfico por supuestos episodios de contaminación que, dicho sea de paso, contaminan aún más en los alrededores de las grandes ciudades donde se prohíbe discriminadamente el tráfico. Dicho esto, el ZOE sorprende por la fuerza que tiene el motor eléctrico, como empuja sin brusquedad, pero sin interrupciones ya que la transmisión solo tiene un marcha hacia delante, la salida de los semáforos puede ser fulgurante y desde luego sorprende a los demás, ya que sin apenas ruido el coche sale como una centella y así sigue hasta casi los 100 km/h, aunque puede superar ya con más parsimonia los 140. Es realmente gratificante iniciar la marcha tan rápida como eficazmente, aunque nos encontremos cuesta arriba, ya que el ZOE dispone de un sistema que evita que se vaya hacia atrás durante unos segundos. Los frenos, con discos delante y tambores atrás, detienen el coche sin dificultad y además proporcionan energía a la batería con su rozamiento y lo mismo ocurre con las retenciones en cuesta en las que el motor eléctrico también envía su energía hacia la batería. Si se quiere prolongar el uso de la carga y disminuir el consumo de electricidad, existe una tecla con la denominación ECO que al pulsarla hace que la respuesta del motor sea más tranquila y la fuerza del sistema del aire acondicionado funcione con menos efectividad (Según la marca de esta forma se ahorra hasta un 10% de electricidad). Las suspensiones son más bien blandas, por lo que la carrocería balancea notablemente en las zonas viradas, pero por el contrario tienen una estupenda eficacia para absorber las irregularidades del asfalto.

En definitiva el ZOE 40 es un coche muy interesante para aquel que lo vaya a utilizar en ciudad en distancias relativamente cortas, pero su comprador tiene que tener en cuenta las operaciones de recarga, o bien tiene un cargador público cerca o en casa se instala uno, pues el enchufe habitual de 220 necesita mucho tiempo para cargar por completo la batería, ahora bien, si el consumo diario no es elevado, es una opción a tener en cuenta, pues en una noche se podría al menos reponer lo gastado.

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