Una de las principales cuestiones que se plantean los emprendedores cuando llevan a cabo una ronda de inversión a través de una plataforma de equity crowdfunding (o crowdfunding de inversión) es el número de socios que tendrá su empresa una vez finalice la ronda.
Pero, tener muchos inversores ¿es realmente un problema?.
El funcionamiento de las sociedades de capital no depende del número de socios, sino de las normas que se acuerden para su gestión y organización en sus estatutos sociales y/o pacto de socios. Es decir, en ningún caso las decisiones empresariales se toman dependiendo del número de inversores que pasan a ser socios, sino de las cláusulas que los inversores exijan a cambio de su aportación.
Por lo tanto, puede ocurrir que un emprendedor dé entrada a un único socio y este bloquee la gestión de la empresa mediante la imposición de sus condiciones, y, en cambio, tenga 500 nuevos socios (o más) y siga siendo él el que mantenga todo el poder, sin tener que ceder el control de su empresa a un tercero.
Además, en una ampliación de capital a través de una plataforma de crowdfunding de inversión, no sólo es el equipo fundador quien establece las normas del juego, sino que la plataforma también ofrece a los emprendedores las herramientas y los mecanismos legales para que la relación con todos los socios sea ágil y sencilla, por ejemplo, con la utilización de medios telemáticos para la celebración de juntas de socios.
Así pues, ¿es el número de inversores una fuente de potenciales problemas? La respuesta es, obviamente, no. Las empresas que obtienen financiación a través de una plataforma de equity crowdfunding consiguen 500 inversores que son, además, 500 potenciales inversores en rondas sucesivas.
En España ya existen algunas start-ups que han sabido ver las ventajas de este modelo. En 2015, la app de entrenamiento y nutrición personal Mammoth Hunters consiguió 189.400 euros de 166 inversores y, en 2016, muchos de esos primeros inversores -ahora socios- confiaron de nuevo en el proyecto y participaron en una nueva ampliación de capital de la compañía, que cerró una ronda de 333.490 euros de 243 inversores. Otro ejemplo de éxito es la plataforma de crowdlending (préstamos) Zank, que, en 2015, consiguió 235.000 euros de 69 inversores y, dos años más tarde, 490.450 euros de 183 inversores.
El éxito del equity crowdfunding responde, precisamente, no sólo a la posibilidad de atraer capital de inversores que, además de socios, son embajadores y seguidores de la marca, sino también por la facilidad y agilidad que ofrecen los mecanismos telemáticos, tanto para la realización de las ampliaciones de capital, como para la gestión y administración de la sociedad.
La búsqueda de financiación no es tarea fácil para los emprendedores: múltiples reuniones, elevados gastos de abogados, cláusulas ilegibles en los pactos de socios... De hecho, en muchos casos, se llega a poner en jaque el funcionamiento de la compañía. Por todo lo anterior, cada vez son más los emprendedores que, mediante el equity crowdfunding, deciden ofrecer tanto a inversores profesionales como a sus clientes más valiosos la posibilidad de convertirse en socios, manteniendo en todo momento el control de la empresa.