La financiación para empresas es un recurso económico fundamental para la puesta en marcha o para el asentamiento de numerosos negocios.
Son muchas las organizaciones que en un momento determinado necesitan conseguir capital para llevar a cabo reformas en sus proyectos o para invertir en recursos necesarios que podrían dar un empujón a la empresa. Según señala un informe elaborado por CESGAR,
alrededor de un 20 % de las pymes han necesitado algún tipo de financiación en los últimos seis meses.
Tradicionalmente, cuando una empresa quiere conseguir recursos económicos, su primera opción son las entidades bancarias. El problema que muestran los últimos datos es que la demanda de los créditos ha aumentado durante el primer trimestre de este año, pero las condiciones para acceder a estos préstamos se han endurecido, según recoge la Encuesta sobre Préstamos Bancarios (EPB).
Sin embargo, como afirma el comparador de préstamos HelpMyCash.com, en la actualidad es posible encontrar otras vías de financiación alternativas a la banca que operan directamente online y que se presentan como una buena opción si necesitamos darle una inyección económica a nuestro negocio.
No todos los caminos llevan al banco
En el panorama crediticio para empresas, cabe destacar que en los últimos años han surgido nuevos métodos para obtener financiación que pueden sernos de gran utilidad. El caso más reciente es el de Trust·U, una start up que pertenece al grupo BBVA y que concede créditos para pequeñas y medianas empresas que llevan en marcha menos de 30 meses.
El rasgo diferencial de estos préstamos es que proponen un sistema de análisis de riesgo distinto, el cual incluye al entorno más cercano de la empresa. Esto significa que primero se analiza la cuantía que necesita el negocio y que puede financiar el círculo de confianza de la pyme. A partir de ahí, el restante que se requiere puede ser concedido por Trust·U a un coste que ronda el 7,85 % TAE.
Otra compañía online que también se dedica a los préstamos para empresas es Spotcap, que ofrece líneas de crédito de hasta 100.000 euros y que podemos conseguir en minutos. El plazo de devolución de esta financiación es de unos 12 meses máximo y se puede reembolsar el importe adeudado en el momento que deseemos sin costes por cancelación anticipada. Una de las peculiaridades de estos préstamos es que las comisiones se abonan solo durante los dos primeros meses.
Otra alternativa a los préstamos bancarios son los llamados businessangels que, según muestra el último informe realizado por la Asociación de Redes de Business Angels de España (AEBAN), el 8 % se han iniciado en este campo en el 2016. Por tanto, podemos decir que este último año esta tendencia ha ido en crecimiento. Este sistema consiste en personas que deciden invertir capital en negocios que están arrancando, especialmente en el sector de las tecnologías y el financiero, según refleja dicho estudio. Estos ángeles de la inversión pueden convertirse en un importante apoyo para empresas que están empezando y que difícilmente tienen acceso a la financiación ofrecida por las entidades financieras.
¿Están infravaloradas las alternativas no bancarias?
Como ya hemos comentado, la primera vía de financiación en la que piensan las empresas es la de recurrir al banco. Es posible que esto se deba a que durante años esta opción era prácticamente la única a nuestra disposición. Sin embargo, desde que los bancos redujeran el flujo crediticio, el panorama es ahora más amplio y diverso gracias a la aparición de estas nuevas alternativas que acabamos de ver y algunas otras como el crowdfunding.
No obstante, a pesar de la expansión de estos recientes métodos de financiación, los bancos siguen siendo la primera fuente para obtener liquidez para las empresas en nuestro país. De hecho, esto puede deberse a la inercia de la tradición, pero también a otros factores que benefician a la banca respecto a las otras alternativas competidoras. Por ejemplo, las entidades financieras suelen dar un trato más personal al cliente, lo que abre el camino a una mayor posibilidad de negociación.
Como consecuencia, si llegamos a un acuerdo con nuestro banco, es posible que podamos acordar un coste más económico por nuestro préstamo. Esto supone una ventaja diferencial muy valorada por los empresarios que buscan dar un empujón económico a su negocio al menor precio.
De cualquier modo, aunque el 73,8 % de las pymes con necesidades de financiación ha recurrido a los bancos, la cifra ha disminuido durante el último año alrededor de 10 puntos, según muestra el informe de CESGAR. Dado que las alternativas no bancarias son cada vez más conocidas en el país, puede que en unos años veamos un decrecimiento de la demanda de préstamos para empresas ofrecidos por las entidades financieras en favor de otros caminos financieros todavía por explotar.