El término formador se refiere a toda persona que de alguna forma o manera tiene relación con la formación desde la óptica de la responsabilidad, de la concepción o de la realización de la misma.
Aprendizaje y adaptación son competencias que le son exigidas, hoy día, a prácticamente cualquier persona, sin embargo, a los formadores esta demanda es aún mayor por ser, precisamente, los profesionales encargados de instruir y guiar a otras personas.
Especialización y versatilidad son dos competencias relativamente contradictorias y que, sin embargo, generalmente se espera que formen parte del perfil competencial de un buen formador. Actualmente, las tareas de formación no están circunscritas al periodo escolar o universitario sino que se alargan mucho más en el tiempo abarcando más ámbitos.
Se asiste a unos procesos cada día más complejos en la vida cotidiana de cualquier persona. En el caso concreto de la búsqueda de empleo, se requiere toda una serie de habilidades específicas que hacen que la persona recurra a los servicios de un profesional experto. Hoy día, la figura del formador ocupacional adquiere una especial relevancia, máxime cuando se trata de un tema de vital importancia como es el empleo.
Euroinnova, una empresa de consolidada trayectoria en el sector de la formación online, consciente de esta situación, cuenta entre su amplia gama de cursos homologados , un interesante curso de Formación Ocupacional; interesante por emplear un enfoque práctico orientado a adquirir las competencias pedagógicas y didácticas necesarias para el diseño, gestión e implementación de un plan de formación.
Como en cualquier otro ámbito, los avances tecnológicos han cambiado la realidad. En el caso de la docencia estas transformaciones son muy visibles pues afectan directamente a los métodos de enseñanza. El curso de Formación E-learning hace uso del amplio abanico de posibilidades que brindan las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) enseñando a otros formadores a emplearlas y sacar el máximo partido de las mismas.
Este tipo de formación comporta una serie de ventajas; el alumno puede acceder a la información independientemente de donde se encuentre y configurar sus horarios en función de sus propias necesidades.
Versatilidad, adaptabilidad y la capacidad de aprendizaje deben formar parte de las habilidades tanto de alumno como de formador, pero, en este contexto, los formadores deben asumir mayor iniciativa y autonomía en tanto que ejercen la función de ofrecer respuestas adaptadas a las exigencias que se plantean.
Noticia Las nuevas competencias necesarias para trabajar como formador publicada en comunicae.es
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