La cuenta atrás para que se lleve a cabo el referéndum de Cataluña de 2017 ya ha empezado.
El desafío independentista lleva meses ocupando las portadas de los principales medios del país. Un ir y venir de noticias que se ha intensificado durante las últimas semanas tras el anuncio de la consulta y de las que se ha hecho eco incluso la prensa internacional.
Aunque el alcance de las consecuencias de una futura independencia de Cataluña es difícil de predecir, desde el comparador de bancos HelpMyCash hemos querido dar respuesta o, al menos, intentarlo a algunas de las cuestiones más habituales que durante estos días rondan por la cabeza de los ahorradores, independientemente de su ideología, como, por ejemplo, qué pasaría con sus ahorros o con sus pensiones. Para ello, hemos planteado a siete expertos, entre los que se encuentran periodistas de algunas de las principales cabeceras del país y economistas, cuatro cuestiones relativas al ahorro de los catalanes. Retomamos, así, la ronda de preguntas que ya iniciamos en septiembre de 2015 de cara a las elecciones catalanas en la que preguntamos a varios expertos sobre qué pasaría con nuestro dinero si Cataluña se independizara. En esta ocasión hemos querido contar con caras nuevas y, por supuesto, con nuevas preguntas.
Esto es lo que les hemos preguntado a los expertos sobre la independencia de Cataluña...
- Se ha especulado sobre un posible corralito si Cataluña se independiza para evitar una huida de capitales, ¿crees que debemos contemplar este escenario?
- ¿Qué garantías crees que tendrían los ahorros de los catalanes en una Cataluña independiente? ¿El Estado saliente debería crear su propio fondo de garantía de depósitos (FGD) o los ahorros seguirían cubiertos por el FGD español?
- ¿Qué crees que ocurriría con las pensiones de los catalanes que llevan años cotizando en España?
- En definitiva, según tu opinión, ¿qué consecuencias, positivas o negativas, tendría la independencia para los catalanes y los españoles a corto o medio plazo en cuanto a sus ahorros?
...Y estas han sido sus respuestas.
Germà Bel: "Las consecuencias de la independencia para los catalanes serían positivas"
Catedrático de economía de la Universitat de Barcelona
1. CORRALITO: ¿Y por qué iban a huir los capitales de una región más productiva y con mayor capacidad de pagar sus deudas que el Estado del que se separa? El riesgo de impago abonaría la teoría de la huida no precisamente en Cataluña. En caso de independencia de Cataluña, lo que sucederá es que los bancos cuya sede está en Cataluña ahora abran sede en algún otro lugar de España y viceversa; bancos como BBVA, Santander, etc., abrirían sede en Cataluña, como han hecho en otros países donde operan. Es lo que ha sucedido siempre en casos de secesiones anteriores. A partir de aquí, los depositantes tomarían sus decisiones sobre la ubicación de sus recursos y créditos. Y, como siempre, donde hay mercado habrá negocio y operadores. El acceso a la liquidez del BCE está previsto en y sujeto a lo dispuesto en el capítulo 2 de la publicación General Documentation on Eurosystem Monetary Policy Instruments and Proceduresdel propio Banco Central Europeo (noviembre de 2011). A falta de fundamentos económicos y financieros para un corralito, podemos descartar también los estrictamente políticos, pues un corralito artificial e inducido políticamente en Cataluña devastaría el conjunto del sistema financiero español, pues son españoles los bancos que intermedian la deuda de los catalanes. Y en Europa, quien paga manda.
2. AHORROS: No tiene ninguna lógica que el FGD español garantice los ahorros en otro Estado, sea éste Cataluña o Austria. El saldo presecesión del FGD español debería entrar en los procedimientos de reparto de activos y pasivos entre el Estado español y el nuevo Estado. Muy probablemente el legislador catalán consideraría sensato disponer de un Fondo de Garantía de Depósitos, que es lo común en nuestro entorno. Se hace difícil anticipar la cantidad garantizada, pero muy probablemente se situaría en los parámetros indicados por la UE. La dotación inicial podría ser la parte que corresponda del FGD español y la forma de financiación sería como decida el legislador.
3. PENSIONES: El sistema de pensiones en España es de reparto. Esto implica que las pensiones corrientes son financiadas con cotizaciones corrientes y un eventual déficit se cubre con impuestos generales (y con el Fondo de Reserva, ya casi liquidado). Por tanto, lo lógico (y lo que sucede en los antecedentes de secesiones) es que cada Estado se haga cargo de las pensiones de sus residentes, para lo que contaría con los ingresos simultáneos por cotizaciones. ¿Cuál sería el potencial de un nuevo Estado catalán para financiar sus pensiones? En primer lugar, la productividad es mayor que en el promedio español y la tasa de paro es menor. Esto, junto a la pirámide de edad, sitúa a un Estado catalán en una posición más favorable que la que ahora tiene Cataluña como región. En términos contantes y sonantes: en 2016 (último año completo) el conjunto de ingresos y gastos de la Seguridad Social (sistema SS, SEPE y FOGASA) tuvo en Cataluña un déficit de 1.308 millones de euros (0,6% del PIB). Esto supuso el 7,2 % del total de España (donde el déficit ascendió a 18.096 millones euros, 1,6% del PIB). En términos de población, el déficit en Cataluña fue de 177 euros por habitante; en el caso de España, fue de 389 euros por habitante, y en España sin Cataluña, de 430 euros por habitante. Con estas cifras, cada uno puede sacar las conclusiones por sí mismo sobre las perspectivas de las pensiones.
4. EN RESUMEN... Que las perspectivas económicas y financieras sean un factor importante en la decisión sobre la independencia es cuestión de cada cual. A partir de esto, las consecuencias de la independencia de España para los catalanes serían positivas dada la estructura empresarial, económica y fiscal de Cataluña, y sus actuales relaciones fiscales y comerciales, y subsiguientes efectos. En el caso de los ciudadanos de España, creo que las consecuencias dependerían en gran medida de cómo se aprovecha esta emancipación respecto a Cataluña, que eliminaría una de las grandes y tradicionales excusas para las instituciones españolas usadas para tener una sociedad y una economía sometidas a control y reglamentación exhaustiva, que elimina la flexibilidad que las sociedades precisan para encarar el siglo XXI. Sin duda, para España, la emancipación respecto de Cataluña sería una crisis que traería en su seno una gran oportunidad.
Javier Expósito: "La asfixia económica internacional haría inviable la secesión"
Redactor de economía de Expansión
1. CORRALITO: No contemplo tal escenario. Pero tampoco el de una independencia de Cataluña tal y como está planteado el referéndum; sin un apoyo masivo dentro de la propia Cataluña (especialmente escaso entre el mundo empresarial), un acuerdo con el Estado y un reconocimiento de la comunidad internacional, es prácticamente imposible que se produzca. Y en el supuesto harto improbable de que se llevara a cabo, las entidades financieras (tanto españolas como extranjeras) tienen muy internacionalizado su negocio y el mercado catalán (si bien para algunas entidades catalanas supone alrededor del 25 % de su negocio) difícilmente haría tambalearse al sistema y, por lo tanto, recurrir a una medida tan extrema como un corralito.
2. AHORROS: Las grandes empresas, incluidas las financieras, se han posicionado mayoritariamente en contra de la independencia. CaixaBank y Banc Sabadell, las dos instituciones financieras con mayor peso de la región, han dejado claro que no tendrían reparos en trasladar su sede social a otra comunidad autónoma, algo que la modificación en la Ley de Sociedades de Capital de 2015 permite sin necesidad de que lo apruebe la junta de accionistas. En ese contexto, con un traslado de sede, los bancos que operasen en una supuesta Cataluña independiente seguirían formando parte del sistema financiera europeo, por lo que todos los clientes de esas entidades tendrían garantizados sus ahorros (en caso de una improbable resolución bancaria) hasta un máximo de 100.000 euros, como establece el Fondo de Garantía de Depósitos.
3. PENSIONES: Continuando con la hipótesis improbable de una Cataluña independizada, las pensiones que en la actualidad cobran los ciudadanos catalanes deberían ser abonadas por el Estado español, al haber cotizado en la Seguridad Social española. El problema vendría para los futuros jubilados, que hubieran cotizado unos años para España y otros para la supuesta Cataluña independiente: entonces sería necesario un acuerdo de ambas partes para el abono de dichas prestaciones. Sería un caso que, salvando las distancias, podría asimilarse al problema en el que están inmersos los 12.000 pescadores españoles que trabajaron en Noruega y que ahora litigan por su pensión, ante la falta de acuerdo entre los estados español y noruego.
4. EN RESUMEN... La falta de acuerdo entre el Gobierno y la Generalitat imposibilita una independencia de facto, que fuera reconocida por la Unión Europea y el resto de los organismos internacionales. Si tras el 1-O el gobierno catalán siguiera adelante, la asfixia económica internacional (salida de la UE, establecimiento de aranceles, cambio de domicilio social de las empresas, traslado de las inversiones extranjeras a otras regiones de España, etc.) haría inviable la secesión. Y, si bien los ahorros de los ciudadanos no tendrían por qué verse mermados por contar con el respaldo del sistema financiero europeo (suponiendo que las entidades bancarias trasladaran su sede fuera de Cataluña), la incertidumbre que se trasladaría a los mercados internacionales perjudicaría a ambas partes en el corto y medio plazo. A fin de cuentas, el dinero suele huir de los escenarios de incertidumbre, y la separación de la comunidad autónoma que mayor aporte realiza al PIB español (alrededor del 19%) dejaría tan tocada a España como a la propia Cataluña.
Héctor Chamizo: "Cataluña tendría un agujero de unos 4.700 millones de euros en su sistema de pensiones"
Periodista y coordinador de Funds&Markets
1. CORRALITO: Desde luego que se puede contemplar un escenario de fuga de capitales. Las entidades financieras más fuertes de Cataluña han dicho en más de una ocasión que ante un escenario de independencia llevarían sus sedes fuera de la región. Esto no es más que una muestra del temor ante una fuga de depósitos. El dinero siempre es miedoso. Lo hemos visto en otras situaciones como en Chipre o Grecia. Una Cataluña independiente acarrearía una incertidumbre global, al salir de la Unión Europea y del euro, y al aumentar su nivel de deuda al estar denominada en la moneda única (ante la previsible distribución de una nueva divisa más devaluada). Por tanto, el corralito para evitar fugas masivas de dinero sería inevitable.
2. AHORROS: Entiendo que los ciudadanos empadronados en Cataluña podrían tener alguna dificultad en ese supuesto que considero bastante improbable. El Estado saliente sería el que debería encargarse de crear su fondo de garantía de depósitos. En una situación de independencia el Estado español dejaría de tener esas competencias que, a día de hoy, tiene. Aunque CaixaBank o Sabadell cambiaran su domicilio fiscal, fuera de Cataluña el Estado español no intervendría para salvar los depósitos y ahorros de los catalanes. Esa cuestión sería, por tanto, responsabilidad del Estado catalán.
3. PENSIONES: Estamos ante la misma dicotomía que en la pregunta anterior. Si las rentas se han generado fuera de las fronteras de Cataluña, el Estado español sería el encargado de retribuir a los ciudadanos catalanes. En el caso de que esas rentas se hayan generado dentro de Cataluña, las pensiones las pagaría el Estado catalán. Las pensiones se habrían cotizado en España previamente cuando Cataluña formaba parte de esta, pero una vez declarada la independencia todo lo contribuido en territorio catalán compete al nuevo Estado.
4. EN RESUMEN... No veo ninguna consecuencia positiva para ninguna de las partes. Cataluña tendría un agujero de unos 4.700 millones de euros en su sistema de pensiones, dejaría de estar en la Unión Europea, su apalancamiento avanzaría y automáticamente entraría en quiebra. El resto de España, a su vez, tendría que ver cómo tapa el 18,9 % que supone el aporte de Cataluña en el conjunto del PIB. Las dos partes perderían mucho, aunque tendría muchas más dificultades en el corto plazo Cataluña.
Pau García: "La teoría de la huida de capitales la desmienten los hechos"
Redactor de VIA Empresa
1. CORRALITO: Sin duda creo que no. La teoría de la huida de capitales la desmienten los hechos. En los últimos años de procés la inversión extranjera captada en Cataluña no ha hecho más que crecer. Grandes empresas como Amazon han hecho y proyectado grandes inversiones. Por lo tanto, si no ha habido huida en los tiempos más inciertos, una vez superado el período de más incertidumbre no tendría sentido que entonces sí la hubiera. El dinero es muy pragmático y Cataluña es una zona económicamente dinámica y atractiva para invertir, nadie se irá si puede seguir haciendo negocio.
2. AHORROS: Si Cataluña se independiza tendrá que haber una negociación con el gobierno español. Es imposible que no la haya, ya que perjudicaría a ambas partes. Una vez más, el pragmatismo se tendrá que imponer. Igual que habría que hablar de cómo se reparten activos y pasivos, un tema que estaría sobre la mesa es el del FGD. En este sentido, no tengo dudas de que los ahorros de los catalanes seguirían igual o más protegidos de lo que lo puedan estar ahora.
3. PENSIONES: Un argumento habitual entre el unionismo es que los pensionistas dejarían de cobrar en una Cataluña independiente. Discrepo al máximo. Para empezar, el sistema de pensiones español es de contribución, no de capitalización. Es decir, las pensiones se pagan con las cotizaciones de los trabajadores actuales; no se cobra de ninguna hucha donde cada trabajador haya acumulado sus cotizaciones. Cataluña, al tener una tasa de empleo y un salario medio mayor que la media española, tendría incluso mejores garantías para pagar las pensiones de las que tiene ahora mismo el conjunto de España. Otro tema, además, es que la Cataluña independiente podría abordar las innegables reformas que necesita un sistema que en España se está quedando inviable con el agotamiento del fondo de reservas y la evolución demográfica. En VIA Empresa se puede encontrar un artículo (en dos partes) del economista Iván Aguilar que lo expone perfectamente con todo lujo de detalles.
4. EN RESUMEN... A corto plazo no creo que tenga demasiado efecto en los ahorros de los catalanes y los españoles. Una vez más, creo que más allá de los discursos políticos incendiarios, vengan de la parte que vengan, la economía es lo más pragmático que hay. Todo el mundo se adaptaría rápidamente a la nueva situación y a corto plazo no creo que tuviera ningún efecto. A largo plazo sí que creo que una Cataluña sin déficit fiscal y con capacidad para crear sus propias políticas (de infraestructuras como terminar el Corredor Mediterráneo, por ejemplo) conseguiría ser una de las economías más interesantes en Europa. Si es capaz de crear un Estado pequeño, eficiente y abierto al mundo (tipo Dinamarca o los Países Bajos), los ahorros de los catalanes seguro que se beneficiarían de esta buena marcha. Para los ahorros de los españoles a medio o largo plazo, sin Cataluña sería un poco más difícil de tirar adelante sin reformas que acaben con un Estado que premia los grandes oligopolios y castiga las pymes y los autónomos.
Miriam Calavia: "Una Cataluña independiente debería contar con su propia Seguridad Social"
Redactora de economía de Cinco Días
1. CORRALITO: El riesgo siempre existe, pero lo veo improbable. El Gobierno ya está tomando medidas para impedir un referéndum que se ha declarado ilegal por la justicia y, además, creo que los ciudadanos catalanes no son del todo conscientes de las consecuencias legales y financieras que puede tener una independencia unilateral. No les han explicado bien qué pasaría después de un sí a la separación de España.
2. AHORROS: El Govern debería tener eso previsto y garantizar los ahorros de los catalanes, porque no creo que un ciudadano catalán a favor de la independencia quiera perder todos sus ahorros por haber apoyado el procés. Muchos ahorradores catalanes han preguntado en sus respectivas entidades qué pasaría en caso de la declaración de independencia. No está muy claro qué pasaría con las cuentas y los depósitos, dado que es el Fondo de Garantía de Depósitos español el que cubre los ahorros a la vista y a plazo fijo hasta 100.000 euros por cliente y entidad. Según el Banco de España, el FGD español únicamente garantiza los depósitos de aquellos bancos que forman parte del fondo y que "tienen domicilio social en territorio español". El Banco de España no contempla en su normativa qué pasaría si una comunidad autónoma española se independiza, así que supongo que debería de haber un acuerdo entre las partes para llegar a una solución.
3. PENSIONES: El propio Govern dijo hace algunos meses que garantizaría el cobro de las pensiones hasta con un crédito puente si España no pagaba. Opino que los políticos catalanes deben tener este tema estudiado y bien atado porque las consecuencias de dejar a los pensionistas sin su paga pueden ser catastróficas. Una Cataluña independiente debería contar con su propia Seguridad Social.
4. EN RESUMEN... Pienso que si todo estuviera bien pensado y controlado no tendría por qué haber problemas. Los responsables catalanes a favor de la independencia deberían tener este asunto controlado para que el día después no hubiese ningún problema. Solo ellos saben a ciencia cierta si sabrán gestionar esto o no. Todo se verá si realmente llega a haber una Calaluña independiente, que yo dudo mucho que vaya a pasar, al menos tal y como está planteado el procés ahora mismo.
Arturo Criado: "Si se llega a una independencia unilateral, la salida del euro sería automática"
Periodista y jefe de sección de Empresas de El Español
1. CORRALITO: Si los catalanes contemplaran realmente que se puede producir una salida de Cataluña, habrían retirado ya sus depósitos de las principales entidades bancarias. Sin embargo, esto por ahora no ha ocurrido. Por tanto, parece que no se contempla ese escenario radical. Ahora bien, si realmente se llega a una independencia unilateral, la salida del euro sería automática. Por tanto, sería necesario convertir esos depósitos en una nueva moneda y, por tanto, sí haría falta llevar a cabo un corralito para evitar que la gente quisiera llevarse sus ahorros. Un proceso para el que, además, los bancos no estarían preparados para hacerlo de un día para otro.
2. AHORROS: No cabe duda de que habrá que comenzar un período de negociación sobre cómo se desarrolla la desconexión. Especialmente porque, una vez producida la independencia, las entidades con licencia bancaria en Cataluña quedarían fuera de Europa y, por tanto, dejarían de poder operar en Europa. Eso implica que no quedarían bajo la cobertura de la actual legislación. Sin embargo, parece imprudente pensar que cualquier Gobierno quiera arriesgarse a la posibilidad de que los ciudadanos de Cataluña puedan perder todo su dinero. Por tanto, entiendo que esto tendría que negociarse para que, al menos en un primer momento, pueda existir una mínima garantía para los ahorradores.
3. PENSIONES: Volvemos a lo anterior. Sería necesario un acuerdo entre las partes para que, mediante un convenio, España abonara las pensiones de aquellos ciudadanos que ya están cobrando. No hay que olvidar que el sistema de pensiones es de reparto; es decir, que los actuales trabajadores pagan las pensiones de los anteriores. Por tanto, una vez producida la desconexión, el Estado no tendría obligación de abonar dichas pensiones. De hecho, hay antecedentes sobre ello. La independencia del Sáhara en 1975, cuando tras desconectar de España, se dejó de abonar cualquier pensión que pudiera existir.
Albert Grau: "Cataluña puede garantizar las pensiones, pero España sin Cataluña, no."
Asesor Financiero Independiente, Wealth Manager
1. CORRALITO: Uno de los argumentos en contra de la independencia es que Cataluña se quedaría fuera del euro y sus bancos no tendrían acceso a la financiación del BCE. Esto provocaría un supuesto cataclismo económico (con corralito incluido). Pues bien, si los bancos catalanes pasan a ser españoles, quedará claro que tendrán acceso a financiarse en el BCE y, por tanto, el argumento del corralito y el cataclismo financiero pierde toda la credibilidad del mundo. Y, por cierto, que alguna de las entidades financieras catalanas ponga su sede en Madrid no quiere decir que se lleve ni las sucursales, ni los cajeros ni nada relevante. Finalmente, la mayor parte del negocio de estas entidades está y reside en Cataluña y ningún banco inteligente puede renunciar fácilmente. Hay muchos bancos en el mundo que están dispuestos a tomar el negocio de estas entidades en Cataluña.
2. AHORROS: En un Estado catalán, la calificación de la deuda de la Generalitat pasaría del "bono basura" actual en la calificación crediticia de AA- y esto le permitiría financiarse con normalidad en los mercados financieros internacionales y dejar de depender casi exclusivamente de los mecanismos discrecionales y condicionados que ha establecido el gobierno español a través del Fondo de Liquidez Autonómica. Además, no tendría en ningún caso una deuda superior a la que Cataluña tiene en estos momentos dentro de España. La deuda catalana más lo heredado de España, dicen los analistas, "sería asumible por la economía catalana", ya que se situaría por debajo de la media de los países europeos y supondría un ahorro de entre un 30 % y un 52 % en relación con la situación actual. En cuanto al FGD, creación de un Fondo de Garantía de Depósitos a nivel europeo para dar confianza a todos los depositantes de que su dinero está asegurado. Esto es especialmente recomendable cuando gobiernos como el español utilizan el dinero del FDG para operaciones que no se corresponde con su objetivo y amenazan con hacer desaparecer el dinero del seguro de los depósitos. El nuevo FGD europeo debería ser la semilla de un nuevo sistema financiero auténticamente europeo donde la regulación, la supervisión y la recapitalización esté en manos de Europa y no de los países individuales.
3. PENSIONES: Cataluña aporta un 29 % del total del Fondo de Reserva de la Seguridad Social con sólo un 16 % de la población de todo el Estado. Entre 1995 y 2011, Cataluña aportó 24.126 millones de euros o, lo que es lo mismo, 3.200 euros por habitante. Y, mientras tanto, ¿qué hizo el resto del Estado? Pues aportó un déficit de 82.704 millones de euros, el equivalente a una pérdida por habitante de 1.735 euros. Cataluña tiene más cotizantes por pensionista que España o sea que puede garantizar las pensiones, pero España sin Cataluña, no. Uno de los argumentos que esgrime quien quiere asustar a los pensionistas catalanes es que en 2011 la aportación de Cataluña al fondo fue negativa, concretamente no pudo poner 2.876 millones de euros. Pero lo que no dicen es que el mismo año el resto del Estado dejó a deber a la Seguridad Social 25.867 millones.
4. EN RESUMEN... Varios estudios han calculado que, comparando ingresos y gastos, Cataluña tendría "una ganancia neta de 13.618 millones de euros" separada de España, una cifra equivalente al 7,1% del PIB. La cifra positiva, se obtendría de la diferencia entre los 49.018 millones de ingresos adicionales que tendría Cataluña recaudando el 100 % de los impuestos y los 35.400 millones de gastos adicionales que supondría asumir las competencias estatales, tales como defensa o hacienda. "Cataluña es completamente viable como Estado independiente en cuanto a su Hacienda". Por lo tanto, habría una mejora en las prestaciones recibidas (desempleo, pensiones) por la mejora de la recaudación.