La alimentación es la medicina de la vida’, reza un dicho en Okinawa, un archipiélago situado al sur de
Japón y conocido por la longevidad de su población. Sus habitantes registran menos niveles de casos de cáncer, enfermedades mentales y problemas del corazón que cualquier otra zona del país. Además, las mujeres de la isla tienen una esperanza de vida mayor que cualquier otra mujer del planeta. Según los datos de 2016 del estudio de ‘The Lancet’ la esperanza de vida al naceres de 86,9 años para las mujeres y de 80,8 años para los hombres.
La gastronomía de Okinawa se diferencia de la gastronomía japonesa por su gran cantidad de platos autóctonos. Entre ellos se encuentra el Chanpuru (plato a base de verduras fritas, de tofu y de carne de cerdo).
Uno de los lugares donde disfrutar de la exquisita gastronomía de la isla es en Naha. Uno de los hoteles ubicados en esta localidad es conocido por sus copiosos desayunos, basados en productos locales. Se compone de más de 20 platos, elaborados con 55 alimentos diferentes. Entre sus principales ingredientes se encuentran el goya (calabaza amarga autóctona), la lufa, el cítrico shikuwasa y otras verduras y frutas de Okinawa, ricas en vitaminas, a las que se denominan shimayasai (verduras locales). En su dieta no pueden faltar tampoco las algas marinas como el mozuku y el āsa, cuyo contenido en calcio y en yodo es excelente para la salud.
En cuanto las carnes, los japoneses son muy aficionados al cerdo en general pero este alimento ocupa un lugar todavía más importante en la cultura culinaria de Okinawa. Entre los platos más recomendados se encuentra el rafute (costillas de cerdo hervidas) y elTebichi (manitas de cerdo hervidas).
Claves de la longevidad
A la buena alimentación se unen otros hábitos saludables que complementan el secreto de su longevidad. Mantenerse activo es una de las premisas indispensables y entre las actividades más recomendadas se encuentran la jardinería y la horticultura, una forma de obtener así, verduras frescas o plantas como artemisa, jengibre o cúrcuma. Pero sobre todo, actividades exteriores que permitan al mismo tiempo tomar vitamina D de los rayos del sol.
Pero uno de los aspectos que más influyen es su gestión del flujo del tiempo. Se le conoce como ‘Uchina Time’ o ‘Tiempo de Okinawa’ y no está marcado por las manillas del reloj, simplemente todo comienza más tarde de la hora programada. El tiempo no genera estrés sino que se toma de forma lenta y relajada.
Conservar un entorno social, de familiares, vecinos y amigos, disminuye también el estrés de la soledad y contribuye al bienestar de los habitantes de Okinawa. Para ello mantienen una red de lazos fuertes denominada Moai, que aporta seguridad emocional y financiera. Los miembros de cada Moai se ayudan entre sí y permite que cada persona se sienta aceptada, útil y segura. Además, cada persona contribuye con una aportación económica que se utiliza para ayudar a uno de sus miembros cada año.
Otra de las claves indispensables en Okinawa para una vida larga es tener una actitud positiva y disfrutar de los placeres simples del día a día.
Pero, ¿qué pasa si te enfermas? En la historia de Okinawa (antiguo Reino de Ryukyu) siempre han estado presentes las figuras de los Yuta, médiums de espíritu femenino para quienes los espíritus malignos utilizan la magia para enfermar a la población. Perseguidos por las autoridades a lo largo de su historia, aún gozan de una gran popularidad entre los ciudadanos del archipiélago.
Vinculados con este tipo de creencias en Okinawa se pueden encontrar también las representaciones del Shisa, el guardián con figura entre perro y león. Su versión masculina hace referencia a la protección física del hombre y su prevención contra los malos espíritus, mientras que la femenina representa la bondad y el bienestar en el entorno.Un ejemplo de ello son las estatuas que protegen la entrada del Castillo de Shuri, eje central de las actividades políticas, diplomáticas y culturales del reino de Ryukyu.