Una escritora crea las primeras ‘terapias poéticas’: versos envasados en frascos, para acercar este género al gran público.
Según el último informe publicado por el CIS (Centro de Investigación Sociológica) sobre la Lectura en España, entre los géneros preferidos por los lectores no se encuentra la poesía. En un listado de 17 géneros, la poesía ocupa el puesto número 14.
Por este motivo surge Lemotbulle, un proyecto que pretende transformar la forma tradicional en que se presenta la poesía para acercar la a los lectores y hacer que forme parte de sus rutinas.
Lemotbulle propone materializar la poesía a través dedistintas terapias poéticas envasadas en frascos de cristal: solución día, solución noche, kits salvavidas, dosis únicas de emergencia, dosis para enamorados y terapia formato familiar.
Estos frascos contienen dosis de poesía (un micropoema impreso en papelitos de colores doblados y sellados), para consumir en diferentes momentos del día o cuando el lector más lo necesite.
“Instrucciones de uso:Tomar un verso por la mañana al abrir los ojos. Si durante el día las molestias persisten, tomar una segunda dosis antes de acostarse. El exceso no será perjudicial para la salud en ningún caso, efectos secundarios severos: felicidad, inspiración, amor. Déjese al alcance de los niños”.
A través de este y otros experimentos poéticos (la revista Poetry News, calendarios poéticos para consumir durante todo el año, etc.), Lemotbulle ha conseguido conectar con el público y fomentar la lectura de este género.
“La gente siempre sonríe, se sorprende y se da posibilidad de pensar en la poesía como una medicina de verdad, que se toma todos los días, que viene con instrucciones y efectos secundarios severos”, asegura la fundadora del proyecto, la periodista y escritora Valentina Lara. Y añade “sabía que vender libros de poesía es una tarea difícil y entonces me plantee transformar la forma en que se consume poesía. Decidí crear un formato que fuera original y rompiera con lo tradicional, poesía con la que se pudiera interactuar, compartir y jugar”.
Gracias a los más de 6.000 frascos vendidos y a las 90.000 dosis de poesía que ya están circulando, muchas personas han descubierto los efectos que produce la poesía cuando se consume de forma rutinaria.
¿Dónde consumir poesía?
Lemotbulle está presente en puntos de venta de toda España, entre los que se encuentra la cadena de tiendas Hosten. Además, llenarán de versos el 2 y 3 de diciembre el Molly Market de Madrid y, el 15, 16 y 17 de diciembre, el Nómada Market. Los productos poéticos también se pueden comprar a través de su ecommerce www.lemotbulle.com.
La poesía de Lemotbulle
La colombiana Valentina Lara, llegó a España en 2011, después de haber trabajado como periodista en el Ministerio de Cultura y en el de Comunicaciones de su país natal.
Tras trabajaren Madrid casi tres años en sectores alejados de la poesía, “salió del armario literalmente con Lemotbulle”. “Decidí que quería ser poeta con todas sus consecuencias y retos, y dejar de esconderme detrás de otros trabajos” asegura.
A finales del 2014, nació oficialmente Lemotbulle – inventos poéticos, con la misión de invadir el mundo de poesía.
Ha publicado los libros ´Sueños tempranos’ (1995) y ‘Paisajes subterráneos’ (2002), Lemotbulle (2014) con la Editorial Lastura, Pueblo Diminuto (2015 Ed. Lemotbulle) Desde el fondo del mar (Ed. Lemotbulle, 2015).
Su obra forma parte de las antologías literarias Detalles Literarios de la Colección Libros de Mesilla, Editorial Aborigen (2011), y de Vallecas al Verso del Colectivo Poekas (2014).