Durante los pasados 23 y 24 de noviembre, la Asociación Española de Renting de Vehículos celebró su VII Convención, que en esta ocasión tuvo a la seguridad vial como eje fundamental. Para ello, la
AER presentó tres mesas redondas enfocadas a exponer diferentes aspectos relacionados con las nuevas tecnologías y la seguridad vial. La primera de las mesas, celebrada el jueves 23, se centró en el vehículo, mientras que las mesas del día 24 tuvieron como protagonistas al entorno y al conductor.
La moderación de la primera mesa redonda, «Vehículo y tecnología. Innovaciones que salvan vidas», corrió a cargo de Clara Santos, directora de Operaciones de ALD Automotive, quien presentó a los diferentes participantes: Davide de Sanctis; country manager de Octo Telematics; Enrique Peral Antúnez, project manager-Chassis Systems on CLIO & CAPTUR, Renault; Jesús Romera, fleet sales manager de Volvo; José Manuel Barrios, jefe de Innovación de Idiada; Juan Navarrete Benayas, director de Automóviles de Caser Seguros y Sergio Hernández, COO, director de Negocio de Xesol Innovation.
El primero de los participantes, Davide De Sanctis, de Octo Telematics, señaló cómo una plataforma telemática puede ser la base para desarrollar varias líneas de negocio interconectadas. Por otro lado, Davide destacó que un coche conectado permite a las empresas de renting conocer cómo se usa el vehículo, lo que genera ventajas como la reducción de la frecuencia de accidentes y los costes que estos llevan asociados.
Por su parte, el representante de Renault, Enrique Peral, recalcó que la industria del automóvil está volcada en hacer que el vehículo autónomo «sea una realidad y dentro de muy poco tiempo», lo que conducirá a una reducción de la siniestralidad. Si bien, alertó de la importancia que tendrá el periodo transitorio, dado que, hasta que se tenga un parque mayoritariamente autónomo, deberán convivir con vehículos convencionales. Para concluir, Enrique Peral enfatizó en la idea de que todo lo que concierne al vehículo autónomo es una cuestión de educación, por lo que la educación vial debería de estar incluida como materia troncal en el sistema educativo.
De su lado, Jesús Romera, de Volvo, destacó el objetivo de la marca sueca de que, en 2020, no haya ningún muerto ni herido grave en un Volvo. Para ello, Romera hizo hincapié en que tecnología y seguridad vial «tienen que ir de la mano»; además, señaló la importancia de que se renueve el parque de vehículos. En lo relativo al vehículo autónomo, Romera tiene claro que aunque no sea inmediato, no tardará en llegar 50 años; de hecho, Volvo ya ha vendido 24.000 coches autónomos. Para Jesús Romera, el factor de compra sigue siendo el diseño, sin embargo, desde el renting «cada vez hay más sensibilización y se incluyen más elementos de seguridad».
José Manuel Barrios, del Idiada, explicó que hay que diferenciar entre un vehículo autónomo y automatizado y que se ha definido una hoja de ruta que fija la conducción completamente automatizada para uso privado en 2030. Barrios cree que veremos el vehículo automatizado de una manera masiva en los concesionarios y las empresas de renting pero, dada la cadencia de renovación del parque, la implementación será algo más complicada. A su vez, alabó la gestión de la DGT, por sus acciones pioneras, como la aprobación de una instrucción que permite la circulación de vehículos de nivel 3, 4 y 5 por todas las carreteras españolas. Apuntó, además, que uno de los retos en la conducción automatizada es la ciberseguridad, para lo que ya se está trabajando en modelos que definirán el nivel de ciberseguridad que ofrecen los vehículos.
Juan Navarrete, de Caser Seguros, señalo que el concepto de coche conectado traerá grandes cambios al sector del seguro, por lo que «hay que aprovechar las oportunidades y solucionar los desafíos». Así, la conexión de los vehículos va a mejorar los costes de la siniestralidad, y permitirá nuevos servicios Además, la telemática ayudará a ver cómo se comportan los riesgos y ser más equitativos. Navarrete, también hizo hincapié en la importancia de la educación en la seguridad y lamentó: «Será lo más costoso de cambiar».
Por último, el representante de Xesol Innovation, Sergio Hernández, señaló que un coche autónomo no es sólo un sistema ADAS, que es importante, sino que requiere de más elementos, como mapas en tiempo real, comunicarse con la infraestructura y otros coches… y se necesitará una «masa crítica suficiente», si bien, actualmente, ya hay una conducción parcialmente automatizada. Hernández señaló algunas de las ventajas de esta automatización, pero también los riesgos que se darán en el nivel 3 y 4, que plantearán un reto tecnológico, porque hay momentos en los que tendrá que intervenir el conductor y el tiempo de reacción será clave.
La segunda mesa: «Implicaciones del entorno en la seguridad vial. Adaptación de las infraestructuras, planes de movilidad y nuevas tendencias intermodales», estuvo moderada por el mobility projects del RACC, Marc Figuls, y los participantes fueron: Ana García, responsable del Hub de Mobilidad Conectada de Madrid, Francisco Javier López Carmona, director general de Gestión y Vigilancia de la Circulación en el Ayuntamiento de Madrid; Gema Villalba González, jefa de la Unidad Técnica de Formación y Entidades Especializadas del ISST (Instituto de Seguridad y Salud) de la Comunidad de Madrid; José María Riaño, secretario general de Anesdor (Asociación Nacional de Empresas del Sector Dos Ruedas) y Luis Fernando Velasco, jefe de Área de Vehículos de la DGT (Dirección General de Tráfico).
Ana García, del Hub de Movilidad Conectada, comentó que el modelo actual de movilidad está «obsoleto», entre otras cosas porque el coche privado está infrautilizado, ya que el 96% del tiempo está aparcado. Destacó, también, las cuatro tendencias mundiales que se están perfilando en movilidad: coche conectado, eléctrico, compartido y coche autónomo.
De su lado, el representante del Ayuntamiento de Madrid, Francisco Javier López Carmona, ensalzó la iniciativa de la Asociación de debatir sobre seguridad vial: «Una muestra de responsabilidad por parte del sector y de sensibilidad en relación con los impactos que causa la utilización del vehículo en nuestra vida diaria». Destacó que, históricamente, se le ha dado menos importancia a la seguridad vial en entornos urbanos y la DGT está trabajando con los Ayuntamientos para preparar una nueva ley para acomodar esta realidad. López Carmona comentó que es necesario «pacificar la movilidad rodada, especialmente en las ciudades». En cuanto al vehículo autónomo, lo calificó como «la nueva promesa de la movilidad rodada», pero, precisó: «se trata de un desarrollo que llevará su tiempo, porque tendrá que convivir con vehículos tradicionales y ahí hay que ver cómo funciona la circulación en las ciudades».
Gema Villalba, del ISST de la Comunidad de Madrid, señaló la importancia de introducir el ámbito laboral en el debate de seguridad vial y destacó cómo las empresas se están dando cuenta de que la mayor siniestralidad es por accidente in itinere, donde no existe obligación legal a intervenir, pero sí la responsabilidad ética de facilitar a los trabajadores el acceso a su puesto de trabajo. Por otro lado, Villalba alertó de cómo la irrupción de la bicicleta, además de los beneficios que se le presuponen, conlleva un riesgo para la seguridad vial. Así, según las cifras que expuso, se ha pasado de 87 accidentes laborales con bicicleta, en 2012, a los 258, en 2016.
El representante de Anesdor, José María Riaño, describió algunas de las nuevas tecnologías que incorporan las motos, donde el campo más ambicioso es la comunicación entre vehículos y con las infraestructuras, y cómo pueden aportar una gran mejora en seguridad. Si bien, implementar la tecnología y los ADAS en las motocicletas tiene una «dificultad especial», por las características de la moto. Riaño resaltó la importancia de la infraestructura, ya que en tan solo 83 kilómetros se producen el 10% de los accidentes mortales, por lo que reclamó que se tengan en cuenta a los usuarios vulnerables en el diseño de las mismas. Además, reivindicó que se elaboré un nuevo plan específico de seguridad para las dos ruedas.
Luis Fernando Velasco, de la DGT, hizo un repaso a la implicación de este organismo en el ámbito del vehículo conectado y autónomo y los cambios en las modalidades de movilidad y explicó que, en el seno de la DGT, existe el debate de qué va a ocurrir en el momento que el vehículo tome el control de la conducción y se reduzca el factor humano. Velasco explicó, además, que la DGT considera que el vehículo es la «gran oportunidad para reducir las víctimas en accidentes de tráfico». Por este motivo, cree que el ciudadano debe exigir que el vehículo que compre tenga determinada tecnología. Velasco perfiló los esfuerzos que la DGT está llevando a cabo en conectividad con la plataforma DGT 3.0, un proyecto que está en la última fase de adjudicación del contrato y que pretende crear una gran nube de información, gratuita, nacional, donde estén los fabricantes de vehículos, se compartan los datos de manera anónima, pero se aleje del concepto sancionador.
La última mesa «El conductor. La influencia de las emociones en la conducción» estuvo moderada por el director de Área de Prevención y Seguridad Vial en la Fundación Mapfre, Jesús Monclús, quien recordó que el objetivo cero no era una utopía y ya hay ámbitos donde se ha logrado y plantean 2030 como el año en el que se podría obtener una «movilidad libre de víctimas mortales en entornos urbanos». En esta mesa participaron: Carlos Ramos, gerente de Desarrollo de Negocio de Alphabet, Damián Amaro Egea, profesor de Psicología de la Universidad de Murcia; José Ruiz Pardo, experto en Neuromarketing, director de Proyecto de Goli; Luis Botija Marín, responsable de Equipos de Control de Influencia Dräger Iberia y Octavio Palomo, responsable de Seguros y Seguridad Vial de Arval.
Carlos Ramos, de Alphabet, explicó la trayectoria de esta empresa de renting en materia de certificaciones y se centró, concretamente, en la implementación de la Norma 39001. Así, recalcó la importancia de que los máximos responsables de las empresas hagan suyo el discurso de la seguridad vial y se mantenga una mejora constante de toda la organización. Entre las medidas concretas que Alphabet ha tomado se encuentran, por ejemplo, los cursos de formación, iniciados en 2015 y 2016, para todos los empleados, la incorporación del car sharing para los empleados que no tienen vehículo de empresa… Además, participan con sus clientes en la definición de qué vehículo es el idóneo desde el punto de vista de la seguridad. Otro elemento importante que impulsan es embarcar en los vehículos un sistema telemático para poder hacer propuestas concretas, según los comportamientos registrados. Todas estas medidas tienen como objetivo el de cero muertes y reducir al máximo el riesgo de accidente grave. En dos años, han conseguido disminuir en casi 20 puntos la frecuencia de accidentes entre sus empleados. Pero el objetivo más importante conseguido es mantener a cero el contador de muertes en accidente de tráfico en este año.
Damián Amaro Egea, profesor de la Psicología de la Universidad de Murcia, expuso un experimento que demuestra cómo el ser humano no está capacitado para dar una respuesta eficaz ante dos estímulos visuales fuertes. Por ello, es importante que se tengan en cuenta las limitaciones humanas a la hora de diseñar los dispositivos tecnológicos de los vehículos. Egea destacó que lo mejor es ser «consciente de las limitaciones», si bien el entrenamiento puede hacer que la gente, al menos, sepa gestionar ese uso de la tecnología.
De su lado, José Ruiz Pardo, experto en Neuromarketing, explicó distintos estudios que se han llevado a cabo para detectar las reacciones humanas a bordo de un coche y que constatan cómo, si se hace una labor de asesoramiento en seguridad vial, la percepción de la marca se incrementa y mejora. Otro aspecto importante que destacó fue que a partir de la segunda opción del menú de los ordenadores de abordo de los vehículos, la distracción del conductor es completa, por lo que, si los fabricantes reducen los niveles del menú, se actúa sobre la seguridad. Por otro lado, subrayó que la señal de tráfico que produce una mayor concentración en la conducción es la de radar. Como anécdota, relató cómo uno de los parámetros que más afectan a la percepción de seguridad vial es el sonido del cierre de la puerta. De este modo, concluyó que, actuando sobre percepciones, podemos actuar sobre la seguridad vial, con medidas menos costosas.
Luis Botija, de Dräger Iberia, enunció el problema de la incidencia del alcohol y las drogas en la conducción, y dio la cifra de que el alcohol está presenten en más del 10% de los accidentes y más de la mitad de los fallecidos presentan tasas de alcohol superiores a las reguladas. Para atajar este problema, explicó cómo desde Dräger están trabajando en la prevención, antes de que el vehículo se ponga en marcha, con un sistema que permitirá conducir o no, en función de si detecta o no índices de alcohol o drogas en el conductor. Esta tecnología persigue un cambio de conducta y de hábitos con la disociación entre conducción y consumo de alcohol. Botija explicó que las empresas son pioneras en la implementación de este tipo de sistemas.
El último de los participantes fue Octavio Palomo, de Aval, la primera empresa que se certificó en la 39001. Palomo destacó los buenos datos de España, donde hay 49 empresas certificadas en esta norma, detrás de Japón y Reino Unido. Explicó las diferentes ventajas que tiene certificarse en esta norma, que persigue el objetivo de cero accidentes. Así, destacó que es una herramienta muy útil para conseguir una mejora en la gestión de la seguridad vial, la imagen de la empresa, reducir accidentes de tráfico y el coste y severidad de éstos, lo que conlleva a disminuir las bajas laborales y fomenta la movilidad. Con la norma, han conseguido reducir un 30% la frecuencia de accidentes y su severidad, lo que repercute en el coste. A su juicio, este tipo de iniciativas «les convierten en un referente en materia de seguridad vial», algo que trasladan a sus clientes.
La clausura de la VII Convención corrió a cargo de Carmelo Sanz de Barro, presidente del RACE y de Teófilo de Luis, presidente de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso. El primero explicó el acuerdo por el que la ONU establecerá el primer centro mundial de seguridad vial en España, (un centro de formación de formadores) y el RACE será quien lo gestione. Sanz de Barros también felicitó al sector del renting por ser «una parte muy importante en la reactivación del sector de la automoción». Además, explicó que la seguridad vial es un tema de responsabilidad compartida y es fundamental la implicación de las empresas. Además, se congratuló de que el modelo de seguridad vial que se ha llevado a cabo en España estos años funciona, aunque «no nos podemos relajar», precisó.
De su lado, Teófilo de Luis habló del trabajo de la Comisión de Seguridad Vial en el Congreso y del consenso político que hay en beneficio de la seguridad vial y explicó que, si se suman esfuerzos, el valle de 2016 y 2017 respecto al número de víctimas en carretera, puede, en los próximos ejercicios, seguir bajando. En este sentido, De Luis, enfatizó en la importancia que tiene el conductor, quien «debe saber que la responsabilidad es suya y tiene que tener la capacidad de poder evaluar el riesgo y controlar las situaciones». También enfatizó en que nuestro modelo de seguridad vial es ejemplar y España está a la cabeza, en Europa, como uno de los cinco mejores países que abordan el problema de la seguridad vial, gracias a la conjunción de todos los actores. Además, puso en valor la actividad de las empresas de renting, puesto que ofrecen vehículos nuevos en perfectas condiciones y bien mantenidos.
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