España es un país de rotondas. Circulares, ovaladas, con forma de cacahuete y con más o menos carriles. Las glorietas son cruces, por lo que en ellas tienen que regir las mismas normas de circulación que en cualquier otra vía. Como regla general, siempre que nos aproximemos a una rotonda deberemos extremar la precaución: reduciendo la velocidad y respetando las señales de tráfico.
LeasePlan, como compañía líder de gestión y administración de flotas y movilidad de conductores, presta especial atención a la seguridad al volante de sus conductores. Por ello, ha preparado una serie de recomendaciones y casos prácticos destinados a ayudarles a transitar correctamente en las rotondas, las grandes olvidadas de las vías públicas, y disminuir el riesgo de sufrir un accidente:
- Con buena visibilidad, tráfico fluido y sin vehículos que nos precedan, hay que respetar el acceso a una rotonda como si de un ceda el paso se tratara.
- Ante una mala visibilidad, tráfico intenso y vehículos delante, hay que actuar como si fuera un stop.
- Es preciso situarse en el carril adecuado antes de entrar en la rotonda.
- Usar el retrovisor central para ver a qué velocidad y distancia se encuentran los coches que nos siguen.
- Debemos salir siempre de la rotonda por el carril derecho, poniendo el intermitente
Casos prácticos de preferencia en rotonda
- Quien golpea al vehículo que va a acceder a la rotonda, siempre será el responsable del accidente
Uno de los siniestros más habituales en rotondas es aquel en el que, estando parado antes de acceder, el vehículo que circula detrás impacta al de delante creyendo, erróneamente, que este va a acelerar para introducirse en la glorieta.
En este caso, la forma de actuar es clara: antes de acceder a la glorieta debemos cerciorarnos de que el vehículo que nos precede se ha incorporado ya –en general, se presta más atención a los coches que circulan ya dentro de la rotonda que al que nos precede, que es precisamente en el que más nos debemos fijar.
Lo habitual es que las rotondas tengan un ceda el paso en todos sus accesos, porque quien circula por dentro tiene siempre prioridad con respecto a quien va a incorporarse.
En el gráfico, el vehículo rojo sería por tanto el responsable del golpe si colisionase con la parte trasera del coche azul. Por eso, la mejor herramienta para enfrentarse a una rotonda es la paciencia; cada conductor necesita su tiempo y seguridad para acceder. Ver imagen portada
¿Qué vehículo tiene preferencia de acceso?
Como norma general, el vehículo que circula dentro de la rotonda tiene preferencia sobre cualquier vehículo que quiera incorporarse a ella. Pero pueden darse distintas situaciones al circular por una glorieta. ¿Cuál tiene preferencia en cada caso?
Situación 1:
En este caso, el coche azul tiene preferencia sobre el coche rojo.
Antes de acceder a una rotonda se debe escoger el carril idóneo por el que se va a circular según la salida que se vaya a tomar. Si vamos a tomar una de las primeras, deberemos situarnos en el carril de la derecha. Si no es de las primeras, podremos situarnos en los carriles interiores y, como en cualquier otro tipo de vía, una vez nos vayamos acercando a la salida deberemos ir incorporándonos con precaución al carril exterior. El vehículo que circula por el exterior tendrá siempre preferencia y no tiene obligación de facilitarnos la salida; ante una posiblecolisión, no será el responsable.
Situación 2:
De nuevo, observamos un caso en el que el coche azul tiene preferencia. Él está dentro de la rotonda y el rojo va a acceder a ella, por lo que debe respetar un ceda el paso. Este cruce no difiere de cualquier otro, la única diferencia es que en lugar de recto, es circular. Por tanto, el vehículo que se incorpora a la rotonda accede a una vía por lo que ha de ceder el paso a los que ya circulan por ella.
Situación 3:
El vehículo azul va a salir de la rotonda y el rojo quiere entrar. En este caso, el azul tiene preferencia.
Si en lugar de abandonar la rotonda el vehículo azul decidiera continuar su circulación por dentro y el coche rojo colisionara con él al acceder a la glorieta, la responsabilidad será siempre del coche que se dispone a acceder. Incluso aunque el otro llevara el intermitente derecho erróneamente accionado.
Excepción: no todas las rotondas son iguales, algunas están reguladas por semáforos o cedas el paso en su interior. Por ello, es necesario mantener atención siempre en la vía por donde se circula y adecuar la conducción a las normas y circunstancias del tráfico.