La contratación de seguros ha sido una vinculación que siempre se ha asociado a los préstamos o a las hipotecas.
A cambio de rebajar el interés y que se convierta en una oferta más atractiva, los bancos requieren que el cliente contrate productos asociados comercializados por ellos mismos. De esta forma, compensan lo que dejan de ganar con el interés y, de paso, vinculan aún más al cliente.
Y, a pesar de que estas contrataciones siempre se han relacionado con productos más complejos, últimamente se está observando una nueva tendencia, algunos bancos empiezan a llevar a cabo esta práctica también con las cuentas bancarias. A pesar de que, de momento, no es un requisito indispensable para abrir una cuenta, sí que cada vez más bancos exigen su contratación a cambio de no domiciliar la nómina u ofertan seguros como productos recomendados.
Una práctica no del todo transparente
Desde el comparador de productos financieros HelpMyCash.com advierten de que hay bancos que les dicen a sus clientes que si no domicilian la nómina, tienen que contratar un seguro. Lo que no dejan del todo claro es que la contratación del seguro sea opcional. La entidad no puede obligar a abrir ningún producto asociado, aunque sí puede ser una condición para no cobrarles comisiones por las cuentas. En caso de que el cliente no se quede con el seguro, es muy probable que tenga que pagar el coste de la operativa básica.
Pero aún hay casos más extremos. Y es que no debemos olvidar que es el banco quien tiene la última palabra. Por tanto, se podría negar a darnos luz verde como clientes si no acatamos todas las condiciones.
Por tanto, antes de quedarse con ninguno de los productos asociados que propone el banco, es necesario que el cliente se pregunte si realmente le interesa abrirlo y, sobre todo, si le saldría a cuenta su contratación.
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Para no abrir una cuenta bancaria en una oficina y salir con un seguro bajo el brazo tenemos dos opciones. Por un lado, informarnos previamente de las condiciones de la cuenta bancaria antes de acudir al banco para abrírnosla. Si en la ficha precontractual (que normalmente la podremos encontrar en Internet) no dicen nada de la obligatoriedad de contratar un seguro, no tienen por qué exigirnos que lo hagamos. Que nos hayamos estudiado las condiciones de la cuenta previamente nos dará más fuerza para negociar con ellos.
Pero la otra solución, la más fácil, es que cuando estemos buscando una nueva cuenta bancaria nos centremos en analizar la oferta de cuentas sin requisitos que se comercializan por Internet. Estas cuentas suelen tener las condiciones muy bien detalladas antes de contratarlas. Además, como no deberemos acudir a la oficina para firmar, el banco no tendrá la oportunidad de vendernos ningún otro producto durante el proceso.