Los técnicos de Hacienda instan a modificar la Ley del Deporte y lamentan que los grandes equipos de fútbol no practiquen el “fair play” tributario.
Los Técnicos del Ministerio de Hacienda (
Gestha) piden modificar la Ley del Deporte para castigar a los clubes que reincidan en el fraude con la pérdida de puntos en la tabla clasificatoria, después de conocerse que Hacienda investiga los pagos realizados por el FC Barcelona a la Fundación Leo Messi entre los años 2010 y 2013 y que la Unidad Central Operativa (UCO) solicitó investigar al futbolista en ocho países diferentes.
Igualmente, los técnicos exigen que los clubes que defrauden a Hacienda puedan incluso descender de categoría, sin reservarles la posibilidad de mantenerla por el simple hecho de presentar declaraciones complementarias. Como precedentes están los descensos de equipos como el Elche o el Murcia por no pagar sus deudas e incumplir el “fair play” financiero aprobado por la Ley del Deporte, que tuvo su hito en abril de 2012 cuando el Consejo Superior de Deportes y la Liga de Fútbol Profesional suscribieron un protocolo para reducir las deudas tributarias de los equipos –que todavía superan los 250 millones de euros-; o las decenas de clubes clasificados para Champions League o Europa League que no fueron admitidos por la UEFA en dichas competiciones.
Los técnicos de Hacienda precisan que esta propuesta de nuevas sanciones deportivas se aplicaría solo en el caso de que no se impusiera una sanción tributaria o una condena penal definitiva por los mismos hechos. Por tanto, la sanción deportiva sería aplicable cuando el club presente declaraciones complementarias, espoleado por una investigación tributaria o penal cercana o por informaciones reservadas que se hayan hecho públicas.
Y es que Gestha no sólo lamenta que los grandes clubes no practiquen el “fair play” tributario, sino que condena el trato de favor y condescendencia que recibe el fútbol por parte de las administraciones. Así, los técnicos de Hacienda ya explicaron en 2013 que la tributación en el Impuesto de Sociedades del FC Barcelona, Real Madrid, Athletic de Bilbao y Atlético Osasuna era discriminatoria y más favorable que la del resto de los clubes que son Sociedades Anónimas Deportivas (SAD).
Ya entonces las leyes españolas y forales permitieron que estos cuatro clubes deportivos se consideraran entidades sin ánimo de lucro, por lo que estaban parcialmente exentos del Impuesto sobre Sociedades y podían tributar por sus ingresos comerciales a un tipo reducido del 25%, es decir, entre 5 y 10 puntos menos que el tipo general del 35% hasta 2006, del 32,5% en 2007 y del 30% de 2008 a 2014.
Con el agravante de que a estas ventajas se suman las ayudas públicas directas o indirectas que recibe el fútbol, como la asunción de deudas, la publicidad institucional, el permiso para acumular deudas tributarias pendientes de pago hasta los 752 millones en 2011, la Ley Beckham…
Más recientemente, según la información de Football Leaks, la inspección de Hacienda al FC Barcelona podría calificarse como benevolente, al haber permitido a Leo Messi presentar declaraciones complementarias del IRPF de 2010 a 2015, evitando una más que probable condena por presuntos delitos fiscales nuevos, lo que sin duda le hubiera acarreado su entrada en prisión.
Defraudadores reincidentes
Por otra parte, Gestha señala que llueve sobre mojado, porque los grandes clubes, y sus estrellas, se encuentran salpicados de numerosos casos denunciados por delitos fiscales, habitualmente por facilitar la evasión de parte del fichaje o los derechos de imagen de sus jugadores.
Así, tanto el FC Barcelona como Leo Messi habrían reincidido en el fraude, ya que de los documentos de Football Leaks se desprende que durante años el Barcelona había considerado los pagos realizados al delantero argentino como aportaciones a su Fundación para aprovechar las ventajas fiscales de las donaciones a estas entidades, que permiten deducciones del 35% en la cuota del Impuesto de Sociedades del club, y pagar menos por el IRPF del jugador. Sin embargo, parece que la inspección estaba investigando que esas donaciones formaban parte del sueldo de Messi y, así, con las nuevas declaraciones de retenciones realizadas por el club, el argentino ha podido eludir las sanciones tributarias y las condenas por los presuntos delitos fiscales.
Pero los técnicos recuerdan que no es la primera sospecha de delito fiscal que recae sobre el Barcelona, en tanto en cuanto el club catalán ya llegó a un acuerdo con la Fiscalía y la Abogacía del Estado para exonerar al actual presidente, Josep María Bartomeu, y a su predecesor, Sandro Rosell, de dos delitos de fraude fiscal por las retenciones sobre el verdadero sueldo en el “caso Neymar”.
Respecto a las pesquisas sobre Messi, Gestha ya rechazó los argumentos que esgrimió el delantero en sede judicial –cuando afirmó que jamás había dedicado un minuto de su vida a leer, estudiar o analizar el contenido de los instrumentos contractuales y mercantiles de la riqueza que genera como deportista profesional- para que lo libraran de la comisión de delitos contra la Hacienda Pública.
Los técnicos también recordaron que la “ignorancia deliberada” permite la imputación por conducta delictiva y que el futbolista es el obligado tributario, al ser él quien genera los ingresos no declarados y el beneficiario de los mismos. Pero Gestha va ahora más allá, asegurando que las imputaciones o incluso las condenas por delitos fiscales demuestran no ser suficientes para acabar con las prácticas evasivas de jugadores con enormes ingresos que se han venido repitiendo a lo largo de los últimos años.
La reciente reapertura de la investigación al exfutbolista Xabi Alonso por presunto delito fiscal no sólo hará que continúe la instrucción sobre los contratos de derechos de imagen del donostiarra, sino que, tal y como sostienen los técnicos, pone de manifiesto que la lucha contra la evasión y el fraude fiscal que cometen muchos futbolistas debe reforzarse investigando anualmente a todos ellos, e imponiendo castigos deportivos que desincentiven estas prácticas.
Según el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, “la contribución de impuestos y las estrategias fiscales de los clubes, como las de cualquier gran empresa, deberían ser totalmente transparentes y de conocimiento público. Y cuando se detecte un caso de fraude fiscal, el equipo implicado no sólo tendría que rendir cuentas ante Hacienda, sino también ante sus aficionados, por lo que la pérdida de puntos en la clasificación e incluso el descenso de categoría podría contribuir a erradicar el fraude en el mundo del fútbol”.