Butifarring, restaurante de bocadillos a la brasa de primera calidad, acaba de abrir su segundo restaurante, el primero en régimen de franquicia, y lo ha hecho fuera de nuestras fronteras. La capital de Hungría, Budapest, es el escenario del inicio de la expansión internacional de esta joven empresa que en 2013 abrió su primer local en Barcelona (C/ del Call, 26).
La historia que hay detrás de la apertura de este restaurante en Hungría es un fiel reflejo del éxito de Butifarring, detrás del cual están las opiniones de miles de personas que han pasado por su restaurante de la capital catalana. Según explica Eric Camps, CEO y socio fundador de la empresa, “los franquiciados húngaros nos conocieron a través de un artículo en un blog americano, y hace un año, en un viaje a Barcelona, vinieron a probar nuestras butifarras. Se enamoraron de ellas y de nuestro concepto, y al ser Hungría uno de los países más ‘salchicheros’ del mundo, iniciaron conversaciones con nosotros para abrir una franquicia en Budapest”.
Cientos de blogs y medios especializados ya se han rendido a las excelencias de unas butifarras artesanales a la brasa, que por su alta calidad y sabor, se desmarcan del concepto de fast food que en demasiadas ocasiones definen a los bocadillos. Y para ello, Butifarring da a su producto un trato gourmet pero con una relación calidad-precio excelente (entre 4 y 5 euros el bocadillo).
Detrás de los fogones está Albert Gómez, que trabajó en El Bulli y con otros cocineros de gran prestigio, como Martín Berasategui. Él es el responsable de la selección de los ingredientes y productos, todos de proximidad, que conforman una variada carta de bocadillos, guarniciones y salsas: pan artesano de coca crujiente, que se hornea antes de servir, butifarras de diferentes sabores y patatas al caliu. Y para cocinar, un horno de brasa con sarmiento, carbón vegetal y madera. La clave está en los proveedores, todos de primera línea, que elaboran los productos de Butifarring siguiendo las recetas elaboradas por su chef ejecutivo: Mitjans, las butifarras; BonBlat, el pan; y Ferrer, las salsas.
Butifarring también dispone de un Espacio Gastronómico en la calle Ferrán de Barcelona, de 80 m² dividido en dos ambientes: el laboratorio de Investigación y desarrollo del chef Albert Gómez y una sala polivalente que tiene diferentes usos y que se ofrece a particulares y empresas para la celebración de eventos. En este espacio Butifarring también realiza conferencias, talleres, degustaciones y catas de producto de manera periódica, así como talleres de emprendimiento y networking.
Respecto al futuro de Butifarring, sus responsables explican que en los próximos meses abrirán dos restaurantes propios más, uno en Mataró y otro en Barcelona. También abrirán su segunda franquicia, aunque su localización aún está por determinar.