La impresión causada por un comercial determina en gran medida la confianza que un cliente pone en una empresa.
Los comerciales son la imagen de las empresas. Más allá del producto o servicio ofrecido por un negocio, requiere de un personal cualificado que sepa cómo venderlo, es decir, que sea su fuerza de ventas. Contar con una persona solvente y capacitada en el área comercial, va a marcar parte del futuro de la empresa, así como de los beneficios obtenidos.
La cuestión está, entonces, en saber diferenciar a un buen vendedor de uno malo, potenciar sus características y conseguir que sea eficiente a la hora de ensalzar las bondades de cualquier producto o servicio que trate de vender.
Características de un buen comercial
El talento en el área comercial es algo con lo que se nace, pero que también se puede desarrollar con trabajo duro. En todo caso, desde Brainstormer explican las características que deberá mostrar un buen comercial están muy marcadas.
Sinceridad
La sinceridad y la confianza son las dos primeras características que debe tener todo buen vendedor. No debe basarse en artimañas para convencer a sus clientes, y debe ser el primero que confíe plenamente en las virtudes de aquello que está vendiendo.
Socialización
Los mejores comerciales son muy sociables, tienen facilidad para entablar conversaciones con cualquiera y en cualquier situación. No necesitan presentación por parte de terceros, y siempre se sienten cómodos en ese tipo de situaciones.
Adaptación
Aunque pueden tener un discurso ensayado, se adaptan al medio en que se encuentran y a las personas que conocen. Son capaces de encontrar una salida dependiendo de las circunstancias gracias a su adaptación.
Empatía
El comercial ha de saber negociar con sus clientes, pero también debe ser empático y capaz de ponerse en situación de la otra parte. De esa forma, le resultará más fácil entender sus necesidades para conseguir que su producto o servicio sea una de las soluciones a las necesidades del futuro comprador.
Optimismo
Los buenos comerciales son optimistas y siempre mantienen una buena predisposición para conseguir cerrar las ventas. Además, debe procurar contagiar a los clientes de ese optimismo, y dejar de lado otras cuestiones para tratar de dar pena.
Entusiasmo
Por supuesto, debe gustarle su trabajo y desempeñarlo con entusiasmo y alegría en todo momento. El entusiasmo también es muy valorado por parte de los clientes, y fácil de contagiar, por lo que será más probable llegar al objetivo deseado.
Conocimiento
Algo que tampoco puede faltar en un buen comercial es el conocimiento total y absoluto de aquello que están vendiendo. También estarán en continua formación, porque el conocimiento siempre implica un mayor poder de convicción.
Apariencia
Por último, pero no menos importante, los buenos comerciales deben cuidar siempre su imagen y apariencia, porque será su carta de presentación a la hora de tratar con los clientes. De todos es sabido que la primera impresión solo se tiene una vez, por lo que deben tratar de que sea la mejor posible.
En resumen, un comercial profesional y efectivo deberá tener una serie de características personales y físicas que siempre podrá potenciar, pero que también tendrá que poseer por naturaleza para poder llegar a ser el mejor en su trabajo.