100 carcajadas equivalen a hacer 10 minutos de ejercicio aeróbico o 15 minutos de bicicleta.
La risa es la medicina más antigua del mundo. Sus beneficios ya se disfrutaban hace miles de años en los llamados “templos chinos de la risa” o gracias a los “doctores payasos” de las antiguas tribus. Con el paso de los años, se ha demostrado científicamente que sus beneficios para la salud y bienestar de las personas son claves. De hecho, según la Sociedad Española de Neurología (SEN), reírse a menudo puede suponer hasta cuatro años y medio más de vida. De ahí que se hayan puesto de moda técnicas como la risoterapia o el yoga de la risa.
Con motivo del Día Mundial de la Felicidad, que se celebrará el próximo 20 de marzo, el departamento médico de la aseguradora de salud Cigna ha analizado sus beneficios:
- Rejuvenece la piel y tonifica. A diferencia de lo que se cree, no es la causante de las arrugas de expresión. Más bien todo lo contrario, ya que la risa ejercita los músculos de la cara y produce un efecto tonificante. Además, teniendo en cuenta que cuando nos reímos movemos unos 400 músculos de nuestro cuerpo, se ha demostrado que 100 carcajadas equivalen a hacer 10 minutos de ejercicio aeróbico o 15 minutos de bicicleta. Eso sin contar que, cuando estamos contentos, se refleja en nuestro estado físico y la apariencia es mejor.
- Libera tensiones y es el mejor desestresarte que existe. La risa ayuda tanto a nivel mental como físico al elevar los músculos de la espalda y estirar las cervicales, puntos principales donde se acumulan mayores tensiones. En el contexto laboral, está demostrado que, gracias a la liberación de dopamina, neurotransmisor asociado a la agilidad mental, y a la disminución de la producción de cortisol, responsable del estrés, ayuda a sentirse más productivo y motivado en la realización de las tareas.
- Aporta beneficios sociales. Las personas alegres y positivas son mucho más atrayentes que las personas negativas. Generan buen ambiente y contagian el buen humor y el optimismo. Según los expertos, ayuda a mejorar las relaciones interpersonales, facilita las situaciones incómodas, elimina bloqueos emocionales y ayuda a desdramatizar las situaciones negativas.
- Disminuye el riesgo de infartos, regula la presión sanguínea y evita enfermedades. Los espasmos que se producen en el diafragma cuando reímos actúan como elemento fortalecedor de los pulmones y el corazón, lo que se traduce en menos posibilidades de sufrir un infarto. También regula la presión sanguínea ayudando a que se limpien las arterias. Además, gracias a que refuerza el sistema inmunológico, la probabilidad de contraer alguna enfermedad es menor.
- Reduce la sensación de dolor. Al reír, se segregan endorfinas, pequeñas cadenas proteicas que se liberan a través de la medula espinal y el torrente sanguíneo, y que pueden ser hasta 20 veces más efectivas que algunos medicamentos para el dolor gracias a sus efectos calmantes y analgésicos.
- Adiós congestiones. Se ha demostrado que las vibraciones que produce despejan la nariz y los oídos de mucosas cuando se está congestionado y, gracias a las lágrimas que provocan, ayudan a limpiar los ojos. Además, cuando reímos, en los pulmones entra el doble de aire del normal, permitiendo ejercitarlos y conseguir que tengan una mayor capacidad.