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Opel Insignia Sports Tourer 2.0 CDTi Biturbo 4x4 AT.8

Opel Insignia Sports Tourer 2.0 CDTi Biturbo 4x4 AT.8
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Un familiar para viajar deportivamente

Por Mariano García Viana
lunes 02 de abril de 2018, 09:42h

Hace apenas unos meses lanzó Opel esta segunda generación familiar del Insignia, el coche que supuso para la marca alemana, ahora bajo la órbita del grupo francés PSA, un gran salto adelante en lo que se refiere a mecánica, terminación, diseño.

El Insignia Sports Tourer, después de esta última y primera remodelación, se ha convertido en el coche con carrocería familiar más largo del mercado, ya que mide prácticamente 5 metros, con respecto a la berlina 10 cms. más. Ello le permite no solo ofrecer un maletero realmente cavernoso, sino también una habitabilidad más que suficiente para albergar a cinco personas con holgura y su equipaje por muy abundante que sea. Por el contrario, ha rebajado su peso en casi 200 kilos con respecto al modelo anterior.

En general el nuevo modelo ha recibido sutiles cambios estéticos a excepción de la parte trasera que, como veremos, ha variado sensiblemente en su último tercio. De entrada, se puede apreciar que la parrilla modifica sus formas y las bandas cromadas tienen ahora forma de ala en lugar de ser rectas y en cuyo centro se sitúa el logotipo de la marca. Otra novedad importante son los faros que se modernizan e incorporan el sistema de última generación matricial adaptativo IntelliLux LED, que es aún más rápido y preciso que antes. Siguiendo con la descripción de esta segunda generación del Sports Tourer, se puede apreciar que algunas de sus formas están inspiradas claramente en el deportivo Concept Monza, como es el caso de la forma de álabe que comienza en la puerta delantera y se extiende hacia atrás. Este detalle, más el embellecedor cromado que sigue la parte alta de las ventanillas hacia atrás y hasta los grupos ópticos traseros. Los raíles cromados del techo, también ayudan a que el modelo parezca más largo (que lo es) y más bajo.

Pero como ya hemos insinuado unas líneas atrás, es la parte trasera la que más acertadamente ha variado, acercándose más al igualmente señalado Concept Monza, La tercera ventanilla en lugar de seguir la línea inferior de las otras dos ventanillas, se hace más pequeña y se eleva hacia arriba, lo que le hace parecerse más a un coupé y desde luego de un diseño más moderno. La trasera aumenta aún más el estilo coupé pues la luneta esta muy inclinada y sobre ella se despliega un generoso alerón. Los horizontales grupos ópticos de leds, se desplazan lateralmente y ocupan buena parte de la trasera, bajo cuyo paragolpes se sitúan a cada lado de él, las cromadas y rectangulares salidas del escape. Esta segunda generación del Insignia Sports Tourer además de parecer más elegante y deportivo, es también más práctico. El voladizo entre el paragolpes y el portón trasero se ha reducido, gracias al limpio diseño del portón, lo que ayuda a que cargar el coche sea más fácil. Además, la anchura a la altura de los pasos de rueda se ha incrementado, lo que facilita la colocación de objetos voluminosos. Lo mismo ocurre con la longitud del área de carga, que se ha aumentado en 97 mm, hasta los 2.005 mm, con los respaldos de los asientos posteriores plegados. El nuevo Insignia Sports Tourer ofrece un volumen máximo de carga de 1. 665 litros, lo que significa más de 100 litros adicionales sobre su antecesor y con la segunda fila montada la capacidad es de 560 litros lo que esta muy bien. Para hacer que las operaciones de carga y descarga sean lo más fáciles posible, el portón trasero puede ser abierto o cerrado sin necesidad de tocar el coche. Junto con el sistema de "Apertura y Arranque sin llave" un simple ligero movimiento del pie bajo el paragolpes trasero es suficiente para abrir el portón (la silueta del vehículo proyectada en el suelo indica la zona correcta). También se puede programar el ángulo de apertura del portón por si se abre se abre en un garaje de baja altura. Con el FlexOrganizer, que contiene railes laterales, redes de separación y diferentes opciones de sujeción, se ayuda a que cualquier cosa que se lleve esté ordenada y sujeta. La cortinilla cubre maletero que se abre hacia arriba hace que al acceso al mismo sea aún más sencillo.

El habitáculo esta muy cuidado y como ya ocurrió con la primera generación, es una demostración más del salto cualitativo que Opel consiguió con el lanzamiento del Insignia. Ahora incluso se ha cuidado más el detalle y se ha aprovechado más la mayor distancia entre ejes. El espacio libre para la cabeza se ha incrementado en 31 mm, la anchura a la altura de los hombros en 25 mm y a la altura de las caderas en 27 mm. Mayor luminosidad y sensación de espacio se consigue con el techo solar panorámico opcional de 1.400 x 860 mm, que llega hasta la altura de las cabezas de los pasajeros traseros. Por primera vez, los pasajeros que viajen en los asientos exteriores de la parte trasera podrán contar con calefacción. El conductor del nuevo Insignia Sports Tourer se sienta más bajo en el coche que antes ante él se encuentra un cuadro fácil de interpretar, compuesto por dos grandes indicadores separados por una pantalla que describe distintas funciones del ordenador. Sobre el parabrisas se despliega también una útil información que es de las más completas de los modelos que utilizan este práctico sistema, pues además de la velocidad, señala el cuentavueltas, las señales de tráfico, la emisora y los símbolos de programador de velocidad activo. La pantalla, incrustada en el salpicadero y escoltada por la salidas de aire centrales, contiene el sistema multimedia IntelliLink, y está orientada hacia el conductor. Además de la pantalla táctil, los controles se pueden manejar de forma intuitiva en tres líneas de botones. La superior está reservada para el sistema multimedia, la central pertenece al sistema de climatización y la inferior agrupa los sistemas de ayuda al conductor.

El mencionado sistema IntelliLink, compatible con Apple CarPlay y Android Auto, es muy fácil de manejar y sus funciones despliegan menús muy bien ordenados y con iconos sencillos y fácilmente identificables. Naturalmente, el sistema de conectividad personal y servicio de asistencia Opel OnStar, también se encuentran a bordo del vehículo ofreciendo utilidades que van desde la llamada automática en caso de accidente, hasta la asistencia para localizar el vehículo robado. Con el nuevo Insignia en general, se lanza un nuevo servicio de "gestión de reservas", permitiendo que los ocupantes soliciten a los asesores de OnStar que les indiquen un hotel y hagan la reserva en el mismo y también encontrar aparcamiento. Además de contener unos asientos confortables y muy ergonómicos, dotados de calefacción y ventilación, el Sports Tourer ofrece a los ocupantes un buen número de elementos que hacen más agradable y seguro viajar en él, como son el parabrisas calefactable, el sistema matricial LED® de Opel, ahora tiene ahora 16 segmentos integrados en cada uno de los finos faros delanteros y que permite que los diferentes modelos de iluminación se adapten a las condiciones del tráfico de una forma aún más precisa y que las transiciones entre los diferentes modos de iluminación sean más rápidos y más imperceptibles mientras que en las curvas con las luces largas, los ingenieros han añadido una nueva función al sistema matricial de faros IntelliLux LED. La intensidad de iluminación de los segmentos de la parte interior de la curva aumenta en función del ángulo de giro del volante para de esta forma, aumentar la iluminación de la curva. Siguiendo con los sistemas con los que se cuenta podemos destacar, la cámara de visión 360º, el control de crucero adaptativo, el ACC que inicia la frenada de emergencia si la distancia con el vehículo que nos precedes disminuye de forma brusca, el asistente de mantenimiento de carril, la alerta de tráfico transversal trasero……..

El motor que monta esta bonita versión es el diésel de cuatro cilindros de 2.0 CDTi de 210 CV y como figura en el portón trasero se denomina Turbo, aunque realmente tendría que ponerlo en plural, ya que son dos los turbos con los que se cuenta. Un biturbo de geometría variable que tiene la virtud de empezar a “soplar” desde muy bajas vueltas y de hecho el par de 480 Nm se consigue a partir de solo 1.500 vueltas, con lo que acelerar y salir disparado en cosa de lo más normal, pues los 210 CV de los que se disponen están siempre dispuestos a dar lo mejor de sí. Si el aspecto del Sports Tourer es netamente deportivo, aunque pueda ser utilizado como familiar dada su capacidad y practicidad, sus prestaciones están en esa línea, ya que su velocidad máxima se sitúa en los 230 km/h y la aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 8 segundos. Por el contrario el consumo no supera los 7 litros, aunque le demos “caña” de forma decidida. Solo hay un pero a este comportamiento mecánico tan eficiente y eficaz y es el hecho, no ya de que se trate de un diésel, sino que su rumorosidad es bastante notoria. Tanto en arranque como en velocidades cortas, se deja sentir demasiado, aunque también es verdad que una vez cogida la velocidad de crucero el sonido solo se convierte en un lejano rumor. Hecha esta salvedad insistamos en que el comportamiento del Sports Tourer es el de un coche con talante deportivo, fácil de conducir, confortable, pues además cuenta con una caja de cambios automática de 8 velocidades con convertidor de par, que funciona a la perfección, tanto en aceleración como en retención y hace casi innecesaria la utilización manual a través de las levas situadas tras en volante.

Si el funcionamiento motriz es de primera, el comportamiento no se queda atrás ni mucho menos, ya que el Sports Tourer en esta versión biturbo también esta dotado de tracción integral. Un 4x4 eficaz que en condiciones normales de circulación reparte la potencia al 50% en cada eje y que en caso necesario, como lo ha sido en alguna ocasión durante la prueba que coincidió con una de las múltiples y frías borrascas que este año nos visitan continuamente y que descargan nieve, puede llegar a proporcionar un 65% en el tren delantero y un 35% en el trasero. Desde luego y sin neumáticos de invierno no hubo problemas para conducir con un alto índice de seguridad en unas condiciones meteorológicas realmente adversas. El sistema de amortiguadores de serie es de firmeza variable —FlexRide— y permite elegir tres niveles de dureza. Estos corresponden a los tres modos de conducción seleccionables —Standard, Tour y Sport—, que alteran, además, el funcionamiento del acelerador, de la dirección y del cambio. En cuanto los frenos están más que de sobra a la altura del resto del coche.

Si el Insignia ha tenido desde su lanzamiento un éxito más que merecido, ahora con esta segunda generación, su línea ascendente de ventas seguirá creciendo y creciendo y más contando con esta versión ideal para el padre de familia que le gusta ir seguro y presumir de tener un coche con prestaciones similares a las de un coupé. Por que disfrutar de los 210 CV de vez en cuando no es ninguna tontería.

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