¿Me compro un móvil chino o no?

Hablar de los productos importados de China ya no es lo que era. Hace años resultaba fácil: los chinos vendían barato productos malos. Ya no es así, ahora China fabrica todo tipo de productos, de distintas gamas de precios y calidades. Y podemos encontrar muchísimos que pueden competir perfectamente en calidad y prestaciones con los de empresas europeas o norteamericanas -muchas de las cuales fabrican parcialmente o ensamblan en su totalidad sus productos en China-.

Hablando concretamente de teléfonos móviles, podemos encontrar modelos de fabricantes chinos que no tienen nada que envidiar a los de las marcas mundialmente conocidas. Incluso alguna marca china ya tiene una importante relevancia internacional.

Hagamos una compra racional

Aunque sepamos para qué vamos a usar nuestro móvil, qué prestaciones realmente necesitamos y de cuánto dinero disponemos, las opciones entre la que elegir seguirán siendo inmensas. La cantidad de modelos a nuestra disposición es tal que podemos perdernos en la búsqueda. Sabemos que los móviles chinos de calidad siguen teniendo una ventaja: su precio. Pero eso no puede ser lo único que decida nuestra compra. La garantía y la facilidad para obtener repuestos puede ser más importante y dónde los compramos, también. No es lo mismo comprar el teléfono en una web china que en una española, ni tampoco lo es comprarlo directamente al fabricante en China que a los distribuidores que éste pueda tener en España. Tenemos que estar seguros de que el terminal se podrá devolver en caso de fallos durante el periodo de garantía, de que hay repuestos disponibles y de que podemos hablar con alguien que entiende nuestro idioma si surge algún problema, aunque paguemos un poco más, que siempre será menos que si compramos otro no fabricado en China.

Las diferencias de precios entre móviles chinos o no de características muy parecidas, de calidad y con las mismas garantías y soporte siguen siendo importantes, lo que convierte a los primeros en una verdadera alternativa de compra.

Solo quedaría resolver, en caso de que aparezca, un tema técnico que al principio nos puede asustar pero que tiene una sencilla solución. Es posible que nuestro móvil chino nos llegue con una versión no oficial de Android, el sistema operativo de Google, o que por algún otro motivo carezca de la certificación de Google. Para solventar este inconveniente podemos descargar la play store y arreglaremos la situación, pudiendo acceder las todas las aplicaciones -gratuitas o de pago- que hay disponibles en la Play Store, e instalar en nuestro teléfono nuevo aplicaciones de música, lectura de libros, herramientas de productividad, redes sociales, navegadores y casi todo lo que imaginemos. Pero teniendo, como siempre un poquito de cuidado, descarguemos solo lo que necesitemos y sepamos para qué sirve, aunque sea gratis. Fijarnos en la propia clasificación que hace Google Play de las descargas disponibles, será una buena guía sobre la calidad y fiabilidad de las aplicaciones.